?Por Mi Estas Aquí?

•Narra/Naruto•

Han pasado 30 días desde que Sasuke y yo regresamos a la aldea. Sasuke fue detenido de inmediato y llevado a la prisión de alta seguridad de Konoha. Los altos mandos —o mejor dicho, esa bola de viejos locos— no permiten que Sasuke viva tranquilo en la aldea. No lo he visto muchas veces, pero voy a la oficina de la abuela para pedir permiso, aunque siempre se niega. Su excusa es: "Es por tu bien, Naruto". ¡Claro que no! Mi único "bien" sería verlo y hablar con él, aunque sea un momento.

Pero hoy no será la excepción. Iré a recoger el dinero de mis misiones y le pediré permiso a la abuela, y no quiero un "no" como respuesta, ¡Dattebayo!

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•Narrador/a•

En la Oficina de la Hokage

—¡Abuela Tsunade! ¡Qué joven se ve hoy! ¿Ganó alguna apuesta o por qué tan linda? —exclamó el Uzumaki de manera juguetona, mientras entraba por la puerta con una sonrisa.

—Naruto, ¿qué es lo que quieres? —respondió la Hokage, sin levantar la vista de los papeles que estaba revisando.

—¿Yo? ¡No quiero nada! Solo vine a visitarte, ¡ttebayo! —se excusó rápidamente para despistar sus verdaderas intenciones.

—Entonces, ya me visitaste, ya puedes irte.

—Etto... no, no puedo irme.

—¿Por qué? Ahí está la salida, o ¿quieres alguna misión?

Tsunade hizo la pregunta sin mirarlo, pero Naruto sabía que tenía que decirle la verdad. Se acercó un poco más a ella y le habló con claridad.

—Obachan, no me iré hasta saber qué pasará con Sasuke. Cuando regresamos a la aldea, usted me dijo que podría verlo después de unos días. Ya ha pasado un mes completo y no lo he visto.

Naruto alzó la voz mientras miraba fijamente a Tsunade, quien continuaba mirando los papeles.

—Recuerdo lo que dije, Naruto, pero no soy solo yo quien pone las órdenes. Tengo a unos viejos muy molestos que no me permiten actuar con libertad.

—Pero necesito verlo...

—Sé que deseas verlo, pero será mejor que te vayas acostumbrando a no verlo. El Uchiha cometió muchos crímenes y debe responsabilizarse. Tú, mejor que nadie, lo sabes.

—Lo comprendo, pero necesito que usted me comprenda a mí. Abuela, Sasuke no puede quedarse solo en un lugar tan horrible como la prisión de Konoha.

—Naruto, Sasuke, aunque no lo quieras aceptar, sigue siendo una amenaza para la aldea. Si no está en prisión, podría irse y causar más daño a las aldeas vecinas. Mi obligación es mantener la paz en Konoha.

—¡Sasuke no es una amenaza! No comenzó de la mejor manera, pero yo confío en él.

—Naruto, eres un idiota. ¿Cómo puedes seguir confiando en él? Si Jiraiya estuviera aquí, me harías caso. No te dejaré verlo.

—No... se equivoca. Si ero-sennin estuviera aquí, él me apoyaría a su manera. También me dijo que sería un idiota por creer que podría traer a Sasuke de vuelta a casa. Pero a mí no me importa ser la persona más idiota del mundo por él.

Esas palabras retumbaron en Tsunade, pues era cierto. Jiraiya le había hablado sobre esa conversación que tuvo con Naruto, y fue gracias a esa charla que Naruto decidió irse de la aldea durante tres años para entrenar.

—Necesito verlo... Por favor, abuela.

—No, no lo verás —recalcó, firme, por última vez.

Cuando el Uzumaki escuchó ese "no", como respuesta, estaba a punto de salir de la oficina. Pero al abrir la puerta, se topó con Shikamaru Nara, quien traía consigo unos pergaminos.