The Nerd Secret | Jungkook & _____

Jungkook y yo estábamos jugando con Goofy quien en solo horas me ha enamorado completamente, es muy tranquilo pero muy juguetón a la vez.

- Atrapa - dije lanzando la pelota pero por accidente le pegué a Jungkook en la cara - Lo siento mi amor - dije riendo mientras acariciaba su mejilla - por cierto ven vamos a curarte los nudillos, los tienes muy golpeados.

- Tranquila nena estoy bien - toqué levemente su abdomen haciendo que se quejara.

- Vamos a curarte.

Fui a mi baño a buscar algunas cosas para Jungkook, quitó su camisa dejándome ver su perfecto abdomen tonficado por hacer ejercicio.

Volví a mi realidad aplicando un poco de crema para los golpes y en sus nudillos puse unas gasas además de un besito en su mejilla.

- No puedo creer que se mataran a golpes y solo tienes ese pequeño rasguño en la cara - dije y él rió.

- Mi cara es invencible.

- Claro señor invencible ¿Tus padres cuándo volverán?

- No lo sé, digo, ellos vuelven, toman una maleta más grande donde ponen más ropa y se vuelven a ir, se la pasan viajando y no me molesta la verdad pero se me hace raro, es extraño que viajen tanto por trabajo.

- Mis padres eran así cuando era más pequeña, cuando cumplí quince años y fui a clases de baile donde conocí a Jennie, como ella era mayor que yo me cuidaba muchas veces sin que mis padres se enteraran porque ellos no sabían que yo iba a esas clases.

En realidad es cierto, Jennie y yo nos conocimos en lecciones de baile, nos hicimos amigas y ella me dijo donde trabajaba, me llevó muchas veces al club y en ese entonces era un gran lugar con un buen ambiente así que le pregunté si había alguna oportunidad de que yo trabajara ahí. Ella no estaba muy de acuerdo pues yo aún no era mayor de edad pero todos fueron tan lindos conmigo que ella estuvo de acuerdo pero luego las cosas cambiaron.

– ¿Los extrañabas mucho?

– Al principio – respondí – pero con el paso del tiempo me di cuenta de que ellos no iban a estar siempre en casa y era más lo que debía acostumbrarme a estar sola o con mi tía.

– Amor pero eras muy pequeña – dijo acariciando mi mano.

– Sí pero... Bueno la verdad es que tuve un par de niñeras pero cuando cumplí doce pensaron mejor que podía comenzar a ser más independiente y sino pues, quedarme con mi tía era el único cuidado que podía tener de alguien más. Enserio agradezco haber conocido a Jennie, era como la típica chica grande que ves y quieres ser como ella cuando tengas su edad así que, después de ella, los viajes continuos de mis padres ya no eran tan terribles para mí.

– Lamento que hayas tenido que pasar por todo eso.

– Tranquilo, estoy... Bien. Yo lamento no poder hacer nada para ayudarte con tus papás.

– No te preocupes por eso amor, todo vendrá a su tiempo, además es más tiempo el que paso en tu casa que en la mía – dijo y reí – así que todo bien, enserio.

– Lindo.

- ¿Ya te he dicho que amo tus ojos? - preguntó.

- ¿Por qué ese cambio de tema tan repentino? - pregunté riendo levemente.

- Porque me distraes ¿Te puedo decir ojitos lindos?

- Amor no me tienes que pedir permiso para ponerme un apodo cursi – reímos – yo te digo ojitos de Bambi así que está bien.

- Es que - suspiró - eres demasiado perfecta, tus ojos son la cosa más hermosa del mundo - dijo viéndome fijamente - ¿Verdad que mami tiene unos ojos preciosos? - le preguntó a Goofy quien ladró - Él está de acuerdo.