Tú eres mi destino

[?Es enserio?]

Al llegar al segundo piso, recorrió el pasillo hasta llegar a la habitación de su hijo. Abriendo la puerta, Luz se queda atónita al ver a Joan sobre George.

Luz: ¡¿PERO QUÉ !?

Joan: ¡Mamá esa boca!

George: ¿Qué dijo?- Cuestionó observando la escena confundido-.

Luz: Pasa que, tu vienes a mi casa cuando yo no estoy y te pones a tontear con mi hijo... ¡MI HIJO!

George: ¿Tontear con Joan? Pero si yo estoy-

Luz: ¡¿ESTÁS QUE!?

George: Sangrando de la nariz.

Luz miró al niño y vio su nariz. Se sintió muy pendeja. No sabía  que decir al respecto. La cagó, pero muy fuerte.

Luz: Esto... George, Joan, lo siento mucho. N-no sabía que-

Joan: Da igual mamá, tú nunca sabes nada de mí.

Ella se sintió muy mal. Intentó acercarse pero, Joan levantó un brazo señalando a su madre que quería que se parara.

Al día siguiente~

Mansión Blight, comedor

10:38

Amity miraba de reojo a su esposa e hijo. Los dos miraban su comida en silencio; Luz jugaba con las galletas con virutas de ojos, mientras que Joan, solo jugaba con su taza de leche.

Ninguno se atrevía a soltar alguna palabra. Era obvia la tensión que albergaba en el comedor y, Amity comenzaba a preocuparse. Ninguno de los dos quiso contarle a la Blight que había pasado, eso la frustraba y molestaba.

Amity suspiró profundamente ya preparada para soltar la primera palabra de esta familia desayunando en un Domingo.

Amity: Bueno... ¿Que tal durmieron?

Luz: Bien.- Respondió con algo de corte en su suave voz-.

Joan: Normal mamá- Murmuró, apenas se podía escuchar su fina voz-.

Amity: Me alegra... Oigan, luego tendré que salir con Boscha, quiere que la ayude con un regalo para Willow, ¿Estarán bien ustedes dos solos?

Luz miró a su hijo y este hizo lo mismo. En cuanto hubo contacto visual, el niño apartó incómodamente su mirada. Luz suspiró.

Luz: Si mi amor, si estaremos bien solos. ¿Cuando te irás?- Cuestionó liderando vagamente su mirada y atención a su esposa-.

Amity: De echo...- Se limpia los labios con la servilleta que descansaba en su regazo- Me voy ahora. Espero que no les moleste- Predijo levantándose de la extensa mesa-.

Joan: No, tranquila mamá, te puedes ir- Dijo si apartar su mirada de su comida-.

Amity asintió y caminó hacia Luz. La cogió del mentón y le dió un beso en los labios. Ahora caminó hacia su hijo e hizo el mismo movimiento solo que en su morena frente.

La puerta resonó tras los dos castaños, a ninguno le importó. Luz ojeaba ocasionalmente a su hijo y, cuando este se daba cuenta, Luz se ponía nerviosa y apartaba su mirada.

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El niño hacia su tarea en su cuarto. Tenía una lámpara en la mesa la cual iluminaba los papeles. Joan se agarraba su corto y castaño, mientras se frustraba por no saber hacer la tarea.

El chico escuchó un sonido en su puerta, Luz. Joan ni siquiera se molestó en decirle “Pasa”. Luz colocó su mano sobre el pomo dorado de aquella puerta, la giró y dejó la puerta entreabierta.