Su corazón de niño se quebró.
3 días después.
El pequeño veía como dos cajones de color caoba estaban frente a él, siendo enterrados. Yoongi pensaba que podrían sentirse asfixiados ahí.
Su mirada no reflejaba nada más que un profundo dolor... A pesar de eso se sentía vacía, sin vida. En sus manos tenía dos ramos de flores, uno de rosas rojas y otro de margaritas.
Luego de unas palabras de un señor vestido de negro quien tenía un rosario rojo, los ataúdes fueron enterrados. Los familiares se fueron al igual que los amigos, estaban hablando de la tragedia y otras cosas mientras comían unos pequeños postres, Yoongi seguía parado en frente de las lápidas.
—Mamá, a ti te gustaban las margaritas por su inocencia y pureza ¿No? —El niño se acercó a la lápida de su madre.– Aquí tienes unas, para ti, la mujer más bonita que conocí.
Luego de dejar reposar el ramo suavemente sobre la lápida de la mujer, el pequeño se dirigió a la lápida de al lado.
—Papá, a ti te gustan las rosas por el amor y el respeto, tú eras así... Para ti son estas, mi héroe.
Dejó reposar el ramo de rosas en la lápida del hombre y se levantó. Las lágrimas volvieron a nublarle la vista, trató torpemente de parar de llorar, frotando sus manos en sus ojos con violencia, pero solo consiguió irritarlos.
Para aumentar el sufrimiento, su mente no dejaba de hacerle recordar los hermosos momentos junto a sus padres. La mamá cantándole para dormir mientras el padre le hacía cariño, sus padres enseñándole a cocinar entre risas y juegos, sus padres...
Tragó saliva, debía ser el mejor para no decepcionarlos, iba a ser una persona muy respetuosa e higiénica como su papá e iba a ser una persona muy pacífica e inteligente como su mamá.
Tenía que moldear a su nuevo yo, al nuevo Min Yoongi.
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Un Min Yoongi de diez años estaba caminando por los pasillos con un diccionario en sus manos, un chico chocó con él y ambos retrocedieron un poco.
—Hey, ten cuidado. —El otro niño frunció el ceño.
—Lo.. Digo, lamento haber tenido este encuentro desafortunado contigo.
—¿Uh..? Habla bien, no eres un robot.
—¡Hey, no me llames así!
Al darse cuenta de que gritó, se tapó la boca, el niño solo lo vio con una cara de confusión. Yoongi siguió su camino hasta que llegó al baño, se miró al espejo y dejó el diccionario en la encimera del lavamanos.
—Malo Min Yoongi, malo. Debes ser respetuoso y mantener la calma.
Tomó aire y suspiró para calmarse, luego de regañarse fue a seguir leyendo el diccionario resumido para niños.
Min Yoongi; 13 años.
A la corta edad de trece años, Yoongi ya estaba socializando menos, no porque no quería tener amigos, sino porque nadie quería acercársele, era... "El raro".
Su vocabulario cada vez crecía más, pero había un problema... Aún no tenía autocontrol sobre sus emociones, a veces le ganaba la rabia o lo cegaba el dolor. Trató de hacer amistades pero no le duraban mucho.
—Disculpa compañero de clases ¿Te gustaría empezar a formar una relación socioafectiva conmigo?
—¿Eh? ¡Habla bien!

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Challenge [Yoontae] ?
Fanfiction-Taehyung, te reto a devolver el lápiz de Yoongi. ?Adaptación ?Todos los créditos a @Yugenjji #17 en Yoontae 091119 -191110
XIV. Min Yoongi
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