抖阴社区

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Suspiró tontamente viendo como el lindo chico robusto intentaba abrir una funda de papitas y fallaba en el intento. Lucía tan tierno haciendo
pucheros y con sus regordetas mejillas sonrojadas. Sacudió la cabeza al recordar lo que iba a hacer. Caminó a pasos decididos hasta donde se encontraba Manjiro, quien ni siquiera notó su presencia cuando estuvo a un metro de él.

—Hola, enano. —saludó Draken torpemente, con los nervios a flor de piel. Observó a Manjiro con más detenimiento, y se dio cuenta de un pequeño puchero en sus labios adornando su bonita nariz y esparciendose por sus mofletes.

El contrario dejó su lucha con aquella funda de papitas y levantó la mirada con miedo. Temía que fuera Kisaki y está vez no viniera exactamente a disculparse, pero se llevó una gran sorpresa al ver al causante de sus días de desveló en el gimnasio.

Respiró con fuerza, tratando de calmar los fuertes latidos de su descontrolado corazón. Min mordió su labio inferior, agachando la mirada tímidamente, cosa que logró enternecer a Ken.

—H-hola—Mikey saludó de vuelta en un susurro.

El gordito encogió en su asiento cuando Ken se sentó a su lado. Los murmullos de sus compañeros no tardaron en escucharse. No todos los días veías a Mikey siendo acompañado de alguien, lo evitaban de sobre manera, como si tuviera alguna enfermedad contagiosa. El mayor le sonrió en grande a su menor, logrando que este se pusiera rojo de la vergüenza.

Draken se controlaba para no lanzarse encima de Manjiro y  comerlo a besos.

Optó por coquetear discretamente con él.

—Usted es muy tierno.—Dijo apoyando su codo en la mesa y descansando su mejilla en su mano. Manjiro sintió su panza revolverse, y no era porque se moría hambre y lo único que tenía
para comer era unas papitas sin gluten.—Realmente tierno.

El rostro de Mikey estaba tan rojo, que parecía que iba a explotar. Eso iba a más allá de defenderlo de Kisaki. Draken le estaba diciendo que era tierno e incluso le miraba embobado.

Pero no todo era perfecto. El ambiente -fuera de ellos y su burbuja- estaba tenso. Los compañeros del menor los observaban con asco, sin poder creer que aquel chico tan guapo y popular estuviera prácticamente babeando litro de saliva por aquel obeso repugnante.

Entonces, fue una chica rubia y perfectamente delgada la que rompió el adorable momento
entre Ken y Sano. La chica que se acercó a ellos, le sonrió a Manjiro  con malicia mientras pasaba una de sus manos por los trabajados bíceps de Draken. El gordito bajo la mirada, sintiéndose ridículo.

—Senpai.—Le llamó a Draken con
voz melosa y fingida.

El mayor la observó con una ceja alzada. Ella batió sus pestañas.—No soy tu Senpai, niña.—Dijo Draken fruciendo el ceño. Se liberó de su agarré se una forma para nada amable.

Manjiro celebró internamente,y se sintió morir cuando el mayor dejó un pequeño besó en su mejilla murmurando: "Nos vemos otro
día, enano". Salió del aula dejando al mayor sin pensamiento alguno rodando por su mente.

 Salió del aula dejando al mayor sin pensamiento alguno rodando por su mente

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Aquí va otro, creo que actualizaré 4 o 5 capítulos.

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