Mr. Alfa ? | KookMin | ?

Especial #3

(Éste capítulo se desarrolla aún en el embarazo de JiMin)

Canción: Polaroid Love - Enhypen.

JiMin estaba en el quinto mes de embarazo, la pancita estaba creciendo rápido y el cachorro comenzaba a moverse más.

-Eres tan guapo.- susurró el Omega, peinando los cabellos de su alfa.

Habían hecho el amor temprano por la mañana, JungKook lo había disfrutado mucho, pero JiMin notó algo distinto en él.

El sexo no estaba siendo el pan de cada día, como antes del embarazo, pero al menos después de superar la crisis emocional lo hacían dos o tres veces por semana.

Pero esas dos últimas semanas apenas lo habían hecho una vez.

Y lo más preocupante era que su deseo sexual no aumentaba con las caricias del alfa como siempre.

Incluso había dejado de lubricar y tuvieron que usar un lubricante en bote para ayudar a la penetración.

No quiso decir nada para que el alfa no se sintiera herido en su orgullo o que quisiera llevarlo al hospital enseguida, pero estaba preocupado.

-Amor...- murmuró el mayor, cansado.

-Mh?

-¿Estás listo para otra ronda?- preguntó, soltando una risa nasal.

Ni siquiera podía mantener los ojos abiertos, pero su lobo quería gastar la poca energía que había en su cuerpo haciendo el amor con JiMin.

-Deberías descansar.

-¿No quieres hacerlo?

-Estoy cansado.

-Bien, entonces déjame abrazarte.-

El menor asintió y se acomodó entre los brazos de JungKook.

Por costumbre, el alfa le levantó la playera y comenzó a hacer mimos a la pancita, pero pronto los mimos y caricias se dirigieron en otra dirección.

Al sentir la mano del mayor dentro de su short de pijama, se alejó en la cama.

-¿Qué pasa?

-Mh? Iré a comer algo a la cocina. ¿Quieres que te traiga algo?

-Puedes traerme un emparedado de mermelada?

-Me leíste la mente? Se me antojó un pan tostado con mermelada.

-Qué te puedo decir? Estamos conectados.

-Si... ya vuelvo.-

Con pesadez se levantó de la cama y caminó rascando un poco la barriguita mientras su cerebro comenzaba a recordar dónde había guardado la mermelada.

Buscó en el refrigerador, en las alacenas a su alcance, incluso en el horno ya que a veces se olvidaba de donde guardar las cosas.

Pero no había rastros del frasco.

Sacó la barra de pan y cortó algunas rebanadas, suficientes para él y su alfa con apetito creciente.

Se quedó viendo el pan, extrañado. Recordaba que el día que comieron pan, estaba aún a la mitad, ahora ya parecía más ¼ de barra.

Tal vez se estaba volviendo loco.

Loco... y entonces recordó que siempre tenían reservas de comida en la alacena superior, por eso de los antojos. Tal vez ahí había mermelada.