抖阴社区

? Capítulo diecinueve ?

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Luca

—¡Dale, dale, dale! —los gritos del técnico junto con el golpeteo de sus manos no hacían más que ponernos aún más tensos— ¡No quieran bajar el ritmo ahora! —de reojo podía ver los semblantes de mis compañeros, los cuales dejaban muy en evidencia cuan hartos estaban— ¿No quieren jugar la Libertadores acaso?

La Copa Libertadores.

Posiblemente el trofeo más importante del futbol en Sudamérica, todos los equipos deseaban levantarla y era el sueño de cualquier pibe que se desempeñaba en el futbol argentino.

Jugar al menos un partido en la Libertadores había sido mi más grande sueño desde muy chico, un sueño que se esfumó un poco cuando me vi a mi mismo iniciando mi carrera como futbolista profesional en Chile, y no porque viera imposible jugar una Libertadores con mi equipo de ese momento, sino porque mi rendimiento fue pésimo. En ese momento mi vida estaba patas arriba en todo lo que no tenía nada que ver con el futbol y el tener un desbalance en mi vida personal también hacia que me fuera mal en mi vida profesional.

Ese desbalance en mi vida me había llevado de jugar en uno de los grandes de Chile a jugar un equipo de la Primera B de ese país. Obviamente esa baja de rendimiento me había afectado bastante, más teniendo en cuenta el hecho de que en ese momento aun estaba en la edad donde se te consideraba una promesa joven.

Pasar de jugar en Colo-colo a jugar en el Barnechea no era el cambio más alentador del mundo, por lo que el haber conseguido fichar para el Universidad de Chile significó el volver a la vida, así que cuando tuve la oportunidad de volver a la primera división, no la desaproveché en ningún momento.

Pero jamás creí que llegaría a tener la suerte de fichar por River Plate, club del que era hincha desde muy chiquito, club del que no me perdía ni un solo partido, club del cual habían salido mis más grandes ídolos.

Y ahora estaba aquí, oyendo los gritos y los reclamos del técnico, viendo a mis compañeros poner los ojos en blanco cada vez que el técnico les reclamaba algo. Pero al menos estaba entrenando en el club de mis sueños, y no solo entrenando, también jugando y siendo titular indiscutible del club de mis amores. Por lo que, si antes era exigente conmigo mismo, ahora que jugaba en uno de los clubes más grandes lo era aun más.

—Cualquiera puede patear un penal. —todos volteamos a ver a Ale, quien estaba completamente relajado bebiendo de su botella de agua, ignorando por completo el hecho de que a veces la misma presión de la hinchada podía jugarte en contra en los penales.

—Eso es como si nosotros dijéramos que cualquiera puede tapar un penal. —habló Franco y el resto optó por reírse.

—Cualquiera puede tapar un penal, solo tienes que mantener la mirada en la pelota y ya. —Lautaro hablaba demasiado confiado, algo que desencadenó el enojo de Ale.

—A ver, ponete en el arco y fijate si es tan fácil como vos dices. —insitió Ale y los demás volvieron a intercambiar miradas.

—Andá, Godoy. —me saqué de onda y miré a Lautaro en el momento en el que pronunció mi apellido.

—Pero si yo no dije nada. —me quejé y él solo me dio dos palmadas en la espalda antes de obligarme a pararme.

—Vos andá y ponete en el arco, tampoco es la cosa más difícil del mundo. —dejé escapar un quejido y me encaminé al arco con la peor de las ondas.

—Váyanse a la mierda, siempre es lo mismo con ustedes. —les grité y procedí a patear con bronca una de las pelotas que habían esparcidas por la cancha. Pero volví a sacarme de onda cuando a mi espalda escuché las carcajadas de los chicos.

Superclásico [#1] (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora