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Uzi estaba bañando a Beau, usando su teléfono como luz cuando el niño le preguntó si V iba a volver. "No, Beau, ella solo se quedará aquí hoy por el sol". Ella se lo dijo y él todavía estaba preocupado. "Cierra tus ojos." Ordenó Uzi y Beau sintió que el agua le corría por la cara y Uzi anunció que había terminado. Envolvió al niño en su toalla, le revolvió el cabello y lo secó lo suficiente como para ponerle crema y polvos. Lo vistió con una camisa a rayas blancas y rojas, pantalones cortos azules y sus zapatos antes de levantarlo y colgar su toalla en la puerta. Beau todavía tenía una expresión triste y miró hacia la habitación de Uzi. Uzi lo hizo rebotar en su agarre y sonrió cuando él la miró.

"Todo estará bien, Beau. Recuerda cómo N detuvo su ataque mientras te cargaba. Es fuerte y rápido y nos ha protegido antes". Dijo con confianza y Beau le sonrió. Ella lo abrazó y le dio unas palmaditas en la espalda mientras se iba. "Verás. Ella no nos hará daño. Y si lo hace, haré todo lo posible para detenerla". Ella le dijo, juntando sus frentes. Beau se rió y le tocó la cara. 

"¡Está bien, mariquita!" Dijo y Uzi se fue a trabajar. Llegará unos minutos tarde pero duda que a Amira le importe. También recalentará la comida de ayer para que Beau coma algo mientras ella trabaja.

Uzi llegó a la tienda y Amira la miró antes de sonreírle al niño. "¡Abuela!" Gritó y Uzi lo bajó para que pudiera correr hacia ella. 

"¡Hola mi pequeño duende!" Saludó Amira, arrodillándose para abrazar al niño. Uzi caminó detrás del mostrador para agarrar su delantal y fue hacia atrás para buscar algo de comida para Beau. Ella regresó con un plato y una taza de jugo para que pudiera comer junto a Amira. Beau le había estado contando mucho sobre los programas que había estado viendo y N pero no dijo nada sobre lo que había sucedido con V porque Uzi le dijo que no lo hiciera. Había gente en la tienda, mirando levemente al chico mientras hablaba, pero Uzi rápidamente miró a cualquiera que lo mirara demasiado tiempo. Si a la gente le resultaba molesta su forma de hablar, podían marcharse; Era una librería, no una biblioteca.

Uzi se puso a trabajar rápidamente y cuando Amira la llamó para decirle que Beau había terminado, se acercó para llevarse los platos. Amira había cogido a Beau en su regazo y había decidido cantarle una vieja canción de cuna para calmarlo a la hora de la siesta. Uzi sonrió ante la canción de cuna de su abuela, escuchándola toda su vida ya que su madre también se la cantaba. Después de 20 minutos de Amira tarareando varias canciones, llamó a Uzi. Uzi vio a Beau durmiendo y se sintió muy mal por no haber traído su peluche, él lo habría abrazado.

Eran casi las 4, así que a las 6 tenía que ir a despertarlo para que pudiera estar cansado antes de acostarse. Uzi lo levantó del alcance de Amira y le dio unas suaves palmaditas en la espalda para que siguiera durmiendo, caminó hacia atrás y lo llevó a la habitación de Amira para dormir. Uzi lo arropó y le dio un beso en la frente. Sentada en la cama, finalmente pensó en todo lo que pasó hoy y dejó escapar un profundo suspiro. Los chicos, el hecho de que Alice probablemente intentará atrapar cualquier cosa que haya por ahí y posiblemente experimentar con lo que encuentre.

¡Diablos, ella esencialmente secuestró a 3 tipos hoy para proteger a un vampiro que intentó matarla! No eran buenos hombres pero ella no sabía qué más hacer. Recordó estar enojada y la forma en que actuaron le aseguró que habían hecho lo mismo en el pasado. Uzi no estaba segura de si debía seguir involucrándose en este tipo de cosas, pero cuando miró a Beau, supo que necesitaba mantenerse fuerte.

"Tú eres el único obligado a hacer esto y apenas sabes escribir". murmuró Uzi. Ella miró sus brazos y se puso triste. "Prometo que te protegeré, pase lo que pase". Le susurró a Beau, sus ojos brillaban sin que ella se diera cuenta. Ella le sonrió y salió de la habitación. Pensó en N y en que él también debía estar durmiendo. Pensó en él protegiéndola y cuidándola cuando ella abusó de su magia, un pequeño sonrojo cubrió sus mejillas. "Hombre, realmente me estoy enamorando de ese idiota". Murmuró, saliendo por atrás y entrando a la tienda, asintiendo con la cabeza a Amira cuando la miró con una mirada inquisitiva. Todavía había gente en la tienda por lo que no podía hablar con ella, pero cuando se fueran, le contará todo.