E | ?Dicen que del amor al odio hay un paso y viceversa. Hyejin no está de acuerdo con eso. Ella siempre ha tenido relaciones complicadas y ahora que está con una persona de bien llamado Joon no dejará que nadie los separe y menos que la gente le di...
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Episodio 5.
Tan diferentes y tan iguales.
—Oh, por dios. Eso huele terrible— comenté, devolviéndole el frasco a mi hermano.
—Ew. Definitivamente huele horrible —comentó Insu, cerrando el dichoso frasco de perfume. —¿Se puede saber que fórmula has formulado para crear tal aberración? Dios santo, si fuera tu profesor no dudaría en suspenderte sin pensarlo.
Miré a mi hermano de reojo con recelo, ya que las cosas no estaban saliendo como lo planeado. Minho y yo, cada uno por nuestro lado habíamos estado creando nuestros respectivos perfumes e ideas para el comercial. Lo gracioso era que el mío, desafortunadamente, tenía un olor característico, como a mono de feria.
—Oye estoy intentándolo, pero es más difícil de lo que parece—comenté, a lo que mi hermano soltó una carcajada.
—A ver...¿No sería mejor hacer uno sencillo?
—El profesor también puntúa la originalidad. ¿Sabes?
—No creo que se digne a puntuar si huele igual que Eric recién levantado—comentó, refiriéndose a mi hermano mediano.
A pesar de que su comentario me hizo gracia, también me sentí levemente ofendida. Quizás y sólo quizás tenía algo de razón, pero nunca lo diría en alto y mucho menos a él. Después de esa pequeña conversación cambiamos un poco la fórmula, intentando que al menos tuviera un olor decente aunque los ingredientes no fueran tan elaborados. Igualmente el trabajo era de publicidad, suponía que el producto en sí y si olía bien era más bien un punto extra, más que otra cosa.
—Esto es otra cosa. Huele parecido al perfume de Joon, ¿no?—el nombre de mi ahora ex-novio pronunciado por mi hermano mayor, mi mayor apoyo, me captó por sorpresa, tanto que paré todo lo que estaba haciendo en ese momento para mirar a mi hermano. Ahí me acordé de que el único que lo sabía aparte de mí misma era, sorprendentemente, Minho. Intenté desviar un poco la atención del tema asintiendo la cabeza.
—Sí, sí. ¿No crees que este sería una mejor idea?
Mi hermano asintió, creo que no llegó a entender todo lo que mis ojos decían y gritaban, pero aún así, callé.
Al menos, la conversación había seguido su cauce natural a otro tema más agradable.
—Luego vas a la playa, ¿verdad?
Asentí. Minho, Jisung y yo habíamos quedado para grabar el comercial justo en la playa. Habíamos decidido ponernos conjuntos de ropa algo ibicencos, adecuados para un comercial de ese calibre. Para colmo, habíamos alquilado un mini yate para hacer todo más creíble. Nos salió mucho más barato porque al parecer el padre de Jisung se dedicaba a algo así. El guión era fácil, no había escenas muy complicadas y lo único que teníamos que hacer era subirnos al barco y lucir lindos.