Merman | Spreenckity

? | III

Jamás perdió contacto con ellos ya que sus progenitoras se comunicaban para saludar a los viejos amigos y cuando los cuatro jóvenes tuvieron sus teléfonos móviles propios, su comunicación se volvió aún más constante.

El cuarteto de amigos acordó estudiar en la universidad de artes de Buenos Aires ya que en esta se encontraban todas las carreras que los cuatro querían estudiar.

Y bueno, allí estaba Spreen, perdido en sus pensamientos mientras Rubius le robaba su almuerzo.

— Rubius, no te lo comas todo, dejaras a Spreen sin comer, que no ves lo flaco que está — Samantha (apodada Rivers por sus amigos), una chica de Rubia cabellera se encontraba dándole un pequeño sermón a Rubius que, no satisfecho con comer dos pedazos de pizza, una hamburguesa y tres vasos de gaseosa, le robaba comida a el mayor de aquel grupo.

El cuarteto de jóvenes se encontraba en la cafetería de la universidad disfrutando de sus almuerzos y su descanso, bueno, al menos la mayoría de ellos.

— Spreen, ¿Estás ahí? — Rubius, un chico mitad nórdico de hebras color chocolate sacudía su mano por el frente de los ojos del antes mencionado.

— ¿Eh?

— Spreen, algo te pasa, somos amigos, sabes que puedes confiar en nosotros, solo dilo — ahora fue Ari quien hablo, una pelirroja

— No pasa nada, sigamos comi... Rubius... — Spreen iba a darle un bocado a su emparedado cuando se dio cuenta de que no había ni la mitad de este.

— En mi defensa, no habías probado nada y creí que no te lo comerías Y sabes que no me gusta desperdiciar comida.

— Bueno, ya no importa — Spreen clmio lo que Rubius le había dejado para después beber algo de su coca-cola.

— Spreen, Ari tiene razón, algo te pasa y no quieres decirlo.

— Rivers, Si te dijera que vi un Tritón con mis propios ojos, ¿Me creerías?

Rivers, Ari y Rubius se quedaron algo sorprendidos y a la vez confundidos. ¿Un Tritón? ¿Qué no esas criaturas existían solo en los cuentos?

— Tal vez es la falta de sueño. No has dormido bien estas últimas semanas, pero quédate tranquilo, las vacaciones se acercan y podrás descansar, te lo mereces — La de hebras rojas le regaló una amplia sonrisa a Spreen coml signo de apoyo.

Spreen asintió a las palabras de su menor y justo en este momento la campaña que anunciaba que el descanso había concluido sonó. Los cuatro se despidieron y fueron a sus respectivas clases.

A pesar de la reciente conversación que había tenido no se convencía del todo que sea una alucinación lo que había visto.

La jornada de clases finalizó, Spreen, Rivers, Ari y Rubius se dirigían a sus hogares. No tenían departamentos en las instalaciones de la universidad Ya que ellos vivían relativamente cerca de esta.

— Chicos, yo me voy por otro lado, tengo... tengo que comprar algunas cosas — Spreen fue el primero en romper el cómodo silencio.

— Claro, nos vemos el lunes — respondió el rubio.

— Nos vemos, Spreen — dijeron los dos menores al unísono.

Spreen se despidió de ellos agitando la mano y como dijo, tomó otro camino, el camino a la playa. Se tardó alrededor de media hora llegar a esta a pie, no estaba tan lejos ni tan cerca de la universidad, Ya que, según los maestros, los paisajes naturales despertaban inspiración de los jóvenes.

Al entrar en dicha playa sintió la brisa topar en su rostro mientras el choque de las olas hacia un sonido relajante. Camino algunos metros para salir de la zona turística y dirigirse a la cueva que había encontrado el día anterior.

— ¿Hola? — dijo al adentrarse a esta coma debía asegurar que no eran alucinaciones aquel místico ser.

— ¡Hola! No pensé que volverías después de que te fuiste casi corriendo — el Tritón salió del agua y se sentó en la orilla de su amada Laguna aún con la aleta de su cola dentro de esta.

El día anterior después de que el azabeche descubrir el hermoso chico salió sin más de la cueva dejando al de hebras azuladas confundido por su reacción.

— Oh sí, lo siento, solo es que — el hoji negro colocó su mochila encima de una roca mientras quitaba su calzado y recogía para arriba sus pantalones hasta que estos quedaban hasta arriba de sus rodillas — No ves un Tritón todos los días.

El de apellido Buhajeruk se acercó al Tritón sentándose a un lado de este coma dejando que sus piernas caigan al agua como la mitad de la cola del peli azul. Spreen podrá ser inteligente pero también algo despistado, sumergió sus piernas al agua olvidándo lo fría que debería de estar pero extrañamente este no estaba ni fría ni caliente.

Para ser honestos, Spreen No solo quería comprobarse aquel chico era real o no, también quería relajarse un poco, tantos deberes lo tenían estresado a no más poder, Así que, para desestresarse, creyó que un tiempo fuera de su departamento sería agradable.

— Yo tampoco veo humanos muy seguido, algunas veces los veo pasar fuera de la cueva pero ninguno entra — un leve puchero hizo acto de presencia en el rostro del Tritón, algo que le pareció adorable a Spreen.

— Debes sentirte muy solo, ¿No? — era extraña la facilidad con la que hablaban, se habían "conocido" apenas un día y actuaban como si fueran amigos de toda la vida

— Si... — el Tritón bajó la mirada hacia su aleta, algunas veces desearía tener piernas para poder salir y conocer gente — Tienes suerte, puedes andar por donde tú quieras y conocer cuánta gente veas.

— Bueno, al menos tú no tienes que estresarte ni desvelarte por los deberes.

Elogia azul levantó su vista hacia su coma como él lo llamaba, nuevo amigo y se dio cuenta de que no sabía algo importante.

— ¿Cómo te llamas? Los amigos deben saber el nombre del otro y tú y yo somos amigos, ¿No?

Spreen sonrió ante la actitud del otro.

— Me llamó Spreen, me encantaría ser tu amigo...

— Quackity

Buenas noches, criaturitas
Espero que les guste <3