Chispa, es lo que surge en mi corazón cuándo la veo, es como si mi corazón reconociera el suyo y saltará de felicidad, cuando veo esos hermosos ojos verdes como las esmeraldas yo dejo de pertenecerme y ella me convierte en suya, pero el amor jamás e...
El semestre estaba por comenzar, regresé a mi casa con Max un sábado por la tarde, con el pretexto de querer limpiar y preparar todo para el lunes; claro que en casa de mis padres no me creyeron, sabían perfectamente que el verdadero motivo era que ya extrañaba a Erick.
Aun así, al llegar, realmente me puse a limpiar y a preparar todo para mis clases, fui a comprar hojas para mi carpeta y separadores para cada materia. A las 10:00 p.m., ya me estaba quitando la ropa para irme a dormir; no suelo usar pijama, siento que me estorba para descansar, solo la uso cuando llega esa visita mensual tan "querida" por nosotras.
Ya me iba a meter a la cama cuando sonó mi teléfono, sonreí al ver la pantalla, era Erick.
—¡Hola, guapo! —dije con entusiasmo.
—¡Hola, preciosa! ¿Cómo estás? ¿Ya estás en casa? ¿Cómo están los suegros?
Habló tan rápido que tuve que detenerlo.
—Tranquilo vaquero, una pregunta a la ve —cuando le digo eso, él se ríe —uno estoy bien y te extraño, dos ya estoy en casa, tres los suegros y los cuñados están bien y te mandan saludos como siempre.
—Perfecto, y dime ¿tienes planes para mañana? —pregunta entusiasmado.
Sonreí de satisfacción, hizo la pregunta que esperaba.
—No, mañana soy toda tuya —le respondí con la misma emoción, antes de bostezar.
—Muy bien, vaya alguien ya tiene sueño —dice riendo.
—Si algo —digo con pereza, en serio hacer limpieza es cansado.
—Entonces... ¿qué te parece si dormimos mejor? Yo también ando con sueño
—Ok guapo, nos vemos mañana.
—Vale hasta mañana, pasó por ti después de las diez ¿Ok?
—Claro, mañana nos vemos, besitos.
—Besos para ti también hermosa.
Colgamos y me fui directo a los brazos de Morfeo.
Al día siguiente Erick pasó por mí, fuimos a desayunar, caminamos en el centro de la pequeña ciudad, me acompañó al mercado para surtir el refrigerador y lo necesario para poder cocinar en la semana, amo cocinar.
Ya en casa nos preparé espagueti y unas pechugas rellenas acompañadas de ensalada, como siempre a Erick le encantó; mi madre dice que para enamorar a alguien hay que llegarle por el estómago, ella conquistó a mi papá como buena poblana haciendo chiles rellenos. Supongo que con Erick lo he hecho bien, se come cualquier cosa que le cocine.
Después de eso nos fuimos a mi cuarto a ver una película, aunque no la terminamos de ver, porque ese hombre no me deja nunca terminar de ver las películas cuando estamos en mi casa, siempre terminamos haciendo otras cosas.
El sexo con él es bueno, pero a veces siento que podría ser mejor, no es tan espectacular como creía que debería ser este asunto, pero no sé qué le falta, Erick es el segundo hombre con el que estoy; el primero fue un desastre, pero siendo justos, ambos éramos vírgenes, torpes, nerviosos... humanos.
Cuando empezó a anochecer Erick se fue a su casa; yo me fui a dormir, sin saber que a partir de mañana mi vida empezaría a cambiar.
Al día siguiente...
Me desperté a las 5:45 a.m., lista para arreglarme y estar en la universidad a las 7:00. Apenas sonó mi alarma al ritmo de "I Want to Break Free" de Queen, me levanté con una sonrisa. Era el primer día del semestre, y yo casi daba saltos de felicidad.
Me bañé, me vestí, desayuné un tazón de leche con cereal, y preparé dos sándwiches: uno para mí y otro para Erick, por si podíamos compartir un pequeño almuerzo.
A las 6:30 ya estaba saliendo hacia la universidad, me gusta llegar con tiempo, detesto la impuntualidad, es una costumbre bien arraigada por mis padres; al llegar, fui directo a mi primera clase, me senté en una de las bancas del frente, como siempre, no me gusta sentarme al fondo porque me distraigo con facilidad.
Empiezan a llegar mis amigas: Carolina, Tamara y Marcela; en cuanto nos vemos,el chisme empezó con fuerza, Caro se fue a Cancún, Tami visitó a su familia en Veracruz y Marce se fue a turistear por San Luis Potosí.
Yo fui a Ixtapa, amo la playa.
Entre risas y anécdotas, el aula comenzó a llenarse; cuando llegó el profesor, cada una tomó su lugar, yo estaba en la segunda banca, al frente, con Marce a mi izquierda, Tami junto a ella y Caro sentada más cerca de la puerta; éramos cuatro amigas casi dominando la primera fila.
Nuestro grupo tenía veinticinco personas, de las cuales solo nueve éramos mujeres, la mayoría eran hombres, de pronto el salón se fue silenciando.
El profesor se presentó: sería el encargado de la materia de "Programación de Aplicaciones", asignatura que había estado esperando desde que inicié la carrera, estoy emocionadísima; el profesor empieza a hablar sobre el plan de trabajo, llevaba diez minutos con su charla, cuando tocaron la puerta...
—Disculpe, profesor... ¿me permite pasar? por favor...
—Adelante, tome asiento, espero no sea habitual en usted la impuntualidad... la próxima vez se queda afuera.
Fijé la vista hacia la puerta con una pizca de fastidio... ¿Quién llega tarde justo el primer día...?
Y entonces la vi... una chispa encendió mi corazón...
Fue como si el tiempo se detuviera... todo a mi alrededor pasó a cámara lenta...
Medía alrededor de 1.65, tenía el porte de una modelo y un aura que parecía arrastrar todas las miradas... su cabello castaño claro caía sobre los hombros con suavidad... su piel blanca contrastaba con sus labios rosados, pero lo que me dejó sin aliento fueron sus ojos verdes...
No eran de cualquier verde... me recordaban a las esmeraldas, brillaban como piedras preciosas bajo la luz del aula...
Nunca en mi vida había visto a alguien así... solo en la televisión o en esas revistas hollywoodenses que hojeas por curiosidad.
Me perdí totalmente... tanto, que no me di cuenta de que ya estaba a mi lado hablándome.
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Hola! Gracias por seguirme permitiéndome acompañar tu vida con mi novela, ¿que te ha parecido hasta ahora?
Recuerden votar en los capítulos 🌟dejar su estrella es gratis y a mí me ayuda un montón a saber si les gusta mi trabajo😉 les mando un fuerte abrazo.
Con cariño A.
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