30 de diciembre
23:09—¿Es verdad?
Evité mirarla, y seguí guardando mi ropa. Podía sentirla, el aroma a rosas tan característico de ella se metía en mi nariz provocando mi irritación. La sentí caminar por mi habitación, escuchaba el suave latido de su corazón, el sonido de su respiración. Recuerdo la primera vez que la miré, era tan pequeña, diminuta, pero ahora... era una pequeña pulga entrometida.
—¿Es cierto, hermano?
Se detuvo frente a mí mientras arrebata de mis manos una camiseta. Bufé y me di la vuelta dándo le la espalda. Podía imaginar su cara llena de fastidio y aquello me hizo sonreír.
Camine hacia la ventana y me fije en el cielo, el sol en lo más alto abrigando con su calor a nuestros guardias, la humedad del ambiente y la época nevada provoca un sentimiento de nostalgia entre el personal, ya que muchos de ellos habían sido humanos en sus primeras vidas.
Metí las manos a mis bolsillos y me sentí con la libertad de juzgarlos a fondo. La mayoría de nuestros trabajadores eran convertidos y una muy pequeña parte humanos desesperados por más dinero.
—Mi padre dijo que este año volverías a la guardia real, ¿es verdad?
Guarde silencio durante unos minutos, pero sabía que no podía mentirle.
—Si.
—¿Es por ella? —susurró la última parte antes de escuchar el sonido de la puerta al ser cerrada.
Hice una mueca pero conteste.
—En parte —voltee hacia ella y la observe durante un segundo, sus ojos verdes, su cabello castaño, y aquellas pecas la hacían igual que a su madre—. Ella escapó, mi padre dijo que era nuestro deber ser parte de la misión de rescate.
Pude notar en su rostro la tristeza y la incertidumbre de lo que aquello significaba para nosotros.
—¿Tú crees que él sepa lo que hicimos?
Negué y caminé hasta llegar a su lado.
—No te preocupes por ello.
—Pero si alguien se entera, tu sabes lo que me pueden hacer, el consejo me...
—No. Nadie jamás se enterará de lo que hicimos, es una promesa, Keera.
*
El cielo nocturno era una vista reconfortante en esta época, el murmullo del viento me acompañaba y la suave brisa tocaba mi piel.
La noche no solo era el escenario perfecto en la "gran revelación" sino que traía consigo aquel aura macabra y siniestro que acompañaba nuestra misión. Era extraño, en Vita Caeli todo se sentía diferente.
Mire a lo lejos a mi padre, sostenía una gran espada de obsidiana, ordenaba a diestra y siniestra, podía ver los movimientos que hacía con las manos y la expresión fría y desalmada que acompañaba su rostro, no pude evitar compararlo con mi pequeña hermana, a pesar de no haber heredado el mismo físico —pues ella era castaña de ojos verdes, mientras mi padre y yo teníamos el mismo tono rubio de cabello y los mismos ojos grises— ellos compartían la misma personalidad, la misma mirada inhumana y helada.
—Pensé que habías dicho que jamás regresarías aquí —una voz gutural con un leve tono burlón y un acento marcado dijo a mi espalda.
Inmediatamente supe que se refería a mí, pues nadie más se encontraba a nuestro alrededor.

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La Maldición De Malek [#1]
VampireMalek nunca ha buscado a su destinada durante su larga vida, pues para él el amor no es nada más que una pérdida de tiempo. En una de sus misiones se topa con una chica de ojos azules que con solo mirarla lo deja "hechizado" pues sin querer a encont...