Suspiré con frustración mientras rodeaba los ojos, otra vez este maldito lugar.
Ya estábamos a viernes, pero como todos los viernes a la mañana, debíamos presentarnos en el edificio de nuestra agencia de modelaje para tener una reunión acerca de nuestro empeño de la semana.
Todos los viernes a la misma jodida hora de la mañana, tenía que escuchar estas estúpidas voces de chicas engreídas que creían ser de lo mejor, y terminaban yéndose con lágrimas en los ojos por las críticas.– Aquí tienes tu café antes de que asesines a alguien.– canturreó mi mejor amiga mientras se sentaba a mi lado en la larga mesa de la oficina.
Ya conocía a Shopia desde hace varios años, cuando ella comenzó a trabajar aquí yo ya había empezado desde hace un año atrás. Hicimos conexión al instante porque me pareció ser la única chica coherente del lugar.
– Gracias amiga mía, todos los días agradezco tenerte en mi vida.– dije riéndome mientras tomábamos ambas de nuestros deliciosos cafés.
Al pasar el rato, se fue llenando la sala de reuniones, y en cuanto estuvieron todas, nuestra área manager comenzó a mostrarnos diapositivas que trataban de cada una de nosotras.
Habló de unas cuantas chicas antes de detenerse en mí.– Simone, esta semana has estado excepcional, tus fotos están viéndose por todas partes y aumentando el flujo de ventas a un nivel casi internacional.– dijo con una sonrisa y esa mirada que cuando me veía me hacía sentir como si yo fuese el mismísimo signo de dinero andante.
Sentí como una de las modelos me miraba con odio desde el otro lado, y no me sorprendió darme cuenta de que era Rachel. Entró casi junto conmigo a esta empresa y no ha dejado de envidiarme desde entonces, tratando de arruinar cada propuesta laboral que me daban a mí.
– Y, todavía no está nada asegurado, pero es casi seguro que conseguimos una sesión con... vogue.– anunció, generando que varias emitieran un sonido de asombro.
– ¿Una sesión solo para Simone?– preguntó Rachel con enojo.
– Bueno... en realidad tienen los ojos puestos en varias chicas. Pero solo se harán dos sesiones en total. Por ahora está casi confirmada Simone.– explicó nuestra manager con rapidez, y siguió hablando sobre el resto de chicas.
Una vez terminó la aburridisima reunión, fuimos a un restaurante a almorzar con Shopia.
– Amiga esta noche si o si tenemos que festejar tu futura sesión con Vogue.– dijo mientras daba un mini baile de festejo.
Reí y negué con la cabeza.– Aún no está confirmado, no podemos festejar algo que no sabemos si ocurrirá. Además, sabes que saldríamos como todos los viernes.– dije largando otra risa.
Shopie me miró con los ojos entrecerrados.– Es obvio que la tendrás, sabes que nuestra manager dijo eso para que Rachel no fastidiara la sesión. Siempre está dando por culo, pero esta vez es algo serio. No puede haber margen de error.
– Mmm... pues en eso tienes algo de razón.– dije algo pensativa.– Pero bien, podemos aprovechar para ir a la apertura de Pleassure, nos mandaron invitación. Aparentemente será una discoteca de lujo para personas de lujo.– le comenté mientras leía el lyer de la invitación a la discoteca.
Seguimos el resto del almuerzo charlando sobre la apertura de Pleassure, algunos invitados que habrían y la ropa que tendríamos que ponernos.
Una vez terminamos de comer, pagamos la cuenta y nos dirigimos hacia fuera del local.Iba caminando hacia la salida justo cuando sonó mi celular, me estaban llamando de la agencia. Estaba a punto de responder cuando sentí que chocaba contra algo duro, generando que me fuera directo al suelo.
Quedé esperando el golpe, pero no llegué a sentirlo, en cambio sentí unas manos rodeando mis hombros para evitar mi caída.
Abrí los ojos lentamente, hasta que llegué a ver a un hombre de más o menos un metro noventa, musculoso, ojos claros, pelo rubio y un tono de piel bronceado.
Estaba vestido con un traje que derrochaba alta costura, y su mirada era imponente, avallasante.– Debería prestar atención por dónde camina, ragazza.– en cuanto salió el sonido de su voz, salí del trance en el que me encontraba y me alejé rápidamente de sus manos. Evidentemente no era ruso, y en cuanto me habló me di cuenta de que era un jodido Italiano. Eran unos jodidos arrogantes.
Rodeé mis ojos con notoria molestia.– Usted debería prestar atención por dónde se interpone. Yo estaba saliendo, debe esperar a que las ragazze salgan antes de entrar. Por si tampoco aprendió a ser caballero.– le respondí fingiendo una falsa sonrisa, y rápidamente sentí como mi mejor amiga me pellizcaba lentamente el brazo, dirigiendome una mirada matadora.
No lo entendí hasta que miré mi alrededor, dándome cuenta de que al lado de aquel hombre habían no dos, sino SEIS hombres mirándome amenazadoramente.
Jo-der, lejos de sentir miedo creo que me puse cachonda.– Lo sentimos, señor. Mi amiga justo había recibido una llamada importante, no era su intención chocar contra ustedes.– interrumpió mi amiga mientras trataba de alivianar el ambiente así nos dejaban de mirar como si nos fueran a asesinar. Yo simplemente me dediqué a observar la situación con extrema indignación.
– Tranquila, no hay problema. Al menos tienes más decencia. Que tengan buena tarde.– respondió secamente el desconocido, haciéndome largar un jadeo de enojo. Que jodido idiota, madre mía. Siguió su camino hasta adentrarse más en el restaurante, seguido por su séquito de testosterona poco inteligente. Hombres.
Me gire hacia mi amiga, saliendo del restaurante.
– Me parece una estupidez que hayas pedido disculpas por un jodido idiota que se cree el rey, italiano tenía que ser. Este es nuestro país, no suyo.– me quejé mientras subíamos al auto.
– Discúlpame que te lo diga querida, pero estaba salvandote el jodido pellejo. Entiendo que biológicamente estés creada para ser una rusa mafiosa pero me sorprende que no te des cuenta cuando estás tratando con la puta mafia italiana.– replicó mi amiga con enojo, haciéndome largar una risa. Rara vez se enojaba conmigo, y solo lo hacía cuando trataba de cuidarme de mi misma.
– ¿Por qué crees que la mafia italiana esté aquí? se supone que tienen un tratado y están en paz.– le comenté a mi amiga. Si bien trataba de estar alejada de mi familia adoptiva, sí sabía muchas cosas por consecuencia del negocio en el que estaban metidos.
– No lo sé Mon, pero no creo que sea nada bueno.– admitió, encendiendo el auto y dirigiéndose de una vez por todas a nuestra casa.
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Hola chicxs!
Me presento a ustedes como 𝑨𝑪𝑰𝑫 𝑪𝑯𝑬𝑹𝑹𝒀.
He tenido varios intentos de escribir algunas historias, pero siempre termino borrandolas.
Esta es la primera vez que me tomo el tiempo real de armar algo que me genera cierta emoción al respecto así que espero que les guste.
Agradezco mucho si me votan y comentan, siempre es bueno para enriquecer nuestras historias!PD: La foto es de Simone, pj principal.

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DANGEROUS GAMES.
RomanceSimone ha dedicado toda su vida a huir, a sus veintidós a?os lo único que quiere es descontrol, fiestas, alcohol y drogas para olvidarse del pasado. Alessandro ha dedicado toda su vida a estar, ya tiene treinta y dos a?os y quiere asegurar el negoci...