Izuku despertó en la cama de hospital desorientado y preocupado, apenas recobró las fuerzas necesarias para recordar lo que había pasado, se desesperó por ir a revisar si Katsuki estaba bien.
-Bakugo ya ha despertado, está completamente bien, solo tuvo una pequeña herida en la cabeza por la fuerza con la que la pistola impactó en su cabeza... Y por el estrés que experimentó en todo ese lapso de tiempo.- Una voz habló en la habitación, atrayendo toda la atención de Izuku.
-Iida..-Murmuró, sintiendo su garganta seca.
-Así que no tienes que preocuparte por él, Kirishima y Denki lo están cuidando.- Iida se levantó a alcanzarle un vaso de agua el cuál Izuku tomó con manos temblorosas.- De quien te tienes que preocupar... ¡Es de ti mismo!, ¡Estuviste con dos balas en el estómago, una en la pierna y otra en el brazo izquierdo!, ¿¡Cómo puedes ser tan irresponsable como para que te quieras seguir moviendo después de eso?!- Espetó molesto, Izuku rió con ganas al escuchar a su amigo.
-Lo siento Iida, Kacchan es lo más importante para mi... Solo quería asegurarme de que él este bien.-Iida suspiró antes de negar.
-Se más consciente, si tus heridas se vuelven a abrir por estar haciendo mucho esfuerzo, les diré a las enfermeras que te cosan la herida sin anestesia- Amenazó. Izuku abrió los ojos horrorizado.
-No serías capaz..
-Pruébame Midoriya..- Dijo con tono severo.
-Lo siento... No me moveré mucho- Iida sonrió.
-Bien, esa es la actitud, llamaré a Bakugo para que venga a verte.-La sonrisa que dio Izuku al escuchar eso hizo carcajearse a Iida, su amigo sin duda había perdido la cabeza por ese cenizo.
Tras salir de la habitación, fue a la que había sido asignada a Bakugo para decirle que Izuku había despertado y estaba en perfectas condiciones como para que pudiera verlo, al cenizo no se lo tuvieron que decir dos veces y luego de agradecerle al "cuatro ojos", de despedirse de los "extras" de sus amigos, se encaminó hasta la habitación que Iida le había dicho estaba Midoriya.
-Kacchan..-Llamó Izuku, al ver la cabellera ceniza asomarse a la habitación.
-Izuku- Se acercó rápidamente a la camilla de Izuku, recostó su peso en esta y tomó de ambos cachetes al pecoso para luego estampar sus labios con los del peliverde. Izuku, aparte de emocionado por ver bien a Katsuki, ahora estaba en blanco al ser "atacado" de manera totalmente directa por la persona que tenía su corazón, esperaba de todo menos esto.
Sin querer quedarse atrás, tomó de la cintura a Katsuki y lo alzó hasta colocarlo sobre su regazo, claro que eso le dolió y soltó un leve quejido lastimero, pero eso no le impidió seguir con su labor de saborear completamente los labios de su amado. Sintiendo la excitación recorrer sus cuerpos y las ansias por sentirse cada vez más cerca, estaban entre la fina línea del autocontrol.
-¡Ni se les ocurra hacer nada indebido!-La voz de Iida sonó fuera de la habitación sacándolos de su ensoñación.- ¡Midoriya, tienes que dejar que tus heridas se curen correctamente o ya sabes lo que pasará! -Al nombrado le recorrió un escalofrío por todo su cuerpo, Katsuki no pudo evitar reírse de su reacción.
-El cuatro ojos tiene razón, no debes sobre esforzarte-Katsuki se quitó delicadamente de Izuku y este solo lo observó con un puchero, resignado.-Cuando estés mejor, lo haremos cuanto quieras, así que recupérate pronto.- Le susurró al oído, sin saber que esa fue la motivación más grande que le pudieron haber dado a Izuku.
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