Giyuu Tomioka y ____ crecieron juntos, unidos por un lazo que parecía indestructible. Juntos enfrentaron la pérdida de Sabito, y mientras el dolor los consumía, encontraron consuelo en la presencia del otro. Sin embargo, el destino los separó cuando...
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•TIEMPO ATRÁS•
Pov narradora.
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Era un día gris y melancólico, con nubes oscuras que se acumulaban en el cielo, amenazando con descargar una tormenta. Bajo un gran árbol solitario, ____ estaba sentada con las rodillas contra el pecho, escondiendo el rostro en un intento de contener las lágrimas que luchaban por salir. Había escapado de las miradas de sus amigos, buscando refugio en la soledad, lejos de las palabras vacías de consuelo que solo parecían agravar su dolor. La pérdida de su hermano era una herida demasiado reciente, demasiado profunda, y el peso en su pecho la hacía sentir como si el mundo se hubiera detenido.
La lluvia comenzó a caer en pequeñas gotas, golpeando las hojas del árbol y el suelo húmedo a su alrededor.
A lo lejos, dos figuras recorrían el bosque en busca de ____.
-Allí está -dijo Sabito, señalando hacia el árbol mientras caminaban por el sendero cubierto de hojas mojadas-Sabía que no se iría demasiado lejos.
Giyuu siguió la dirección que Sabito había indicado, no lograba ocultar del todo la preocupación en sus ojos.
-Tú ve primero -añadió Sabito, con una media sonrisa mientras se cruzaba de brazos- Yo haría una entrada espectacular, pero creo que necesita algo más… tranquilo.
Giyuu dudó un momento, pero asintió sin decir nada. Sus pasos fueron silenciosos mientras se acercaba al árbol, dejando a Sabito detrás.
Cuando llegó, la vio acurrucada bajo el árbol, su silueta pequeña y frágil bajo el manto gris del cielo. Las gotas de lluvia comenzaron a intensificarse, empapando el suelo y formando pequeños charcos alrededor de sus pies.
Sin decir nada, Giyuu se sentó a su lado, dejando que el sonido de la lluvia llenara el silencio entre ellos.
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____ no lo miró, pero sintió su presencia. Por alguna razón, esa simple acción hizo que su pecho se apretara aún más, mezclando la tristeza con una extraña sensación de alivio.
-¿Por qué estás aquí? -preguntó ____ finalmente, su voz apenas audible sobre el ruido de la lluvia.
Giyuu desvió la mirada hacia el horizonte.
-Porque no quería que estuvieras sola-respondió con sinceridad.
____ levantó la cabeza lentamente, mirándolo con los ojos enrojecidos por las lágrimas.
-No puedo… no puedo dejar de pensar en él -confesó, su voz quebrándose con cada palabra- En cómo debería haber hecho algo más, en cómo… fallé.
Las palabras salieron atropelladas, como si hubieran estado atrapadas durante días. Giyuu escuchó en silencio, dejando que se desahogara, permitiendo que sus emociones fluyeran sin interrupciones.
Finalmente, después de un largo momento, habló con calma:
-No fue tu culpa.
Ella lo miró, sorprendida por lo directo de su respuesta.
-¿Cómo puedes decir eso? Ni siquiera sabes lo que pasó.
Giyuu tomó una profunda respiración, sus ojos se llenaron de una melancolía que ella reconoció al instante.
-Sé lo que se siente perder a alguien. Y sé que no importa cuántas veces repases el pasado, nunca encontrarás todas las respuestas. Culparte no cambiará lo que pasó. Solo te hará más difícil seguir adelante.
Sus palabras eran firmes, pero su tono tenía una calidez que ella nunca había notado antes. Había algo en su voz que la hizo sentir menos sola, como si él entendiera su dolor de una manera que nadie más podía hacerlo.
La lluvia seguía cayendo, empapándolos a ambos, pero ninguno de los dos parecía notarlo. Las lágrimas de ____ comenzaron a fluir de nuevo, pero esta vez no intentó detenerlas. Dejó que corrieran mientras Giyuu permanecía a su lado mientras la abrazaba.
Cuando finalmente se calmó, dejó escapar una pequeña risa entre lágrimas.
-Míranos. Estamos completamente empapados.
Giyuu la miró y le dedicó una ligera sonrisa.
-No será la primera vez.
____ se sorprendió por su respuesta, recordando un día similar durante un entrenamiento bajo la lluvia. El recuerdo la hizo sonreír por primera vez desde que había perdido a su hermano.
Giyuu, al notar que el frío comenzaba a afectarla, se quitó su haori sin pensarlo dos veces y lo colocó sobre los hombros de ____.
-Tápate. No quiero que te enfermes.
____ lo miró, sorprendida por el gesto.
-¿Y tú?
-Estoy bien. Tú necesitas esto más que yo.
La calidez del haori, mezclada con el aroma familiar de Giyuu, la envolvió, haciendo que el frío de la lluvia pareciera más distante.
-Gracias, Giyuu.
Él se puso de pie, extendiéndole una mano para ayudarla.
-Vamos. Sabito probablemente estará planeando alguna broma para nosotros si nos tardamos más.
____ tomó su mano, sintiendo la fuerza y la seguridad en su agarre. Mientras caminaban juntos bajo la lluvia, la tristeza en su pecho se sentía un poco más ligera.
No estaban solos, y en ese momento, eso era todo lo que necesitaban.
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