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Capítulo 3: ¿Quién es ese chico?

El día después de la ceremonia de apertura y la visita al acuario amaneció con una mezcla de emoción y tensión en el grupo de Miyagi-Do/Eagle Fang. Mientras desayunaban en el comedor del hotel, la conversación giraba en torno al evento que marcaría el inicio oficial del torneo: la primera presentación de los dojos frente a los organizadores y el público.

“Es simple,” dijo Miguel, con una sonrisa confiada mientras tomaba un sorbo de jugo. “Tenemos que mostrar que somos los mejores. Sin presiones.”

“Sin presiones, claro,” replicó Dimitri sarcásticamente. “Solo estamos representando a dos dojos legendarios en un torneo mundial. Nada fuera de lo común.”

Sam intentó calmar los ánimos. “Lo importante es que nos mantengamos unidos y enfocados. Esto no es solo para nosotros, sino también para nuestros senseis.”

Naomi, sentada en silencio al final de la mesa, apenas participaba en la conversación. Su mente estaba en otro lugar. Recordaba su interacción con Axel en el acuario y cómo, por un momento, había sentido que podía respirar sin el peso de su pérdida. Sin embargo, también estaba consciente de que Halcón había estado observándolos, y la incomodidad que había sentido en sus miradas la seguía perturbando.

“Naomi,” la voz de Robby la sacó de sus pensamientos. “¿Estás bien?”

Ella asintió rápidamente. “Sí, solo estoy pensando en la estrategia.”

Halcón, quien había estado en silencio, la miró con desconfianza. “¿Estrategia, eh? Espero que no estés distraída con cosas innecesarias.”

El comentario de Halcón hizo que todos en la mesa lo miraran. Naomi frunció ligeramente el ceño, pero decidió no responder.

El grupo llegó al estadio donde se llevaría a cabo la primera presentación. En el vestíbulo, se encontraron con otros competidores de diversos dojos, cada uno con su propio uniforme y actitud intimidante. Sin embargo, los de Miyagi-Do/Eagle Fang no podían evitar buscar entre la multitud al equipo de Cobra Kai.

Finalmente, los vieron. Tory estaba junto a Kow y el resto de su equipo, todos luciendo el característico uniforme negro y rojo de Cobra Kai. Tory mantenía la mirada al frente, evitando cualquier contacto visual con Robby o los demás.

“¿Así que esta es tu nueva familia?” murmuró Robby, incapaz de contenerse.

Tory lo miró con frialdad. “Yo tomé mi decisión, Robby. Tú deberías respetarla.”

Antes de que Robby pudiera responder, Kow se adelantó, interponiéndose entre ellos. “¿Hay algún problema aquí?” preguntó, con un tono desafiante.

“Todavía no,” respondió Robby, mirándolo directamente a los ojos.

Miguel y Sam intervinieron rápidamente, tirando de Robby para evitar que la situación escalara.

“No es el momento,” susurró Sam, intentando calmarlo.

Cuando los equipos comenzaron a entrar en la arena para presentarse, Naomi reconoció otra cara familiar entre la multitud: Axel. El equipo de Iron Dragon Dojo avanzaba con confianza, y Axel caminaba al frente junto a otra líder de su dojo. Sus miradas se cruzaron brevemente, pero antes de que pudiera reaccionar, Axel le sonrió y continuó caminando.

“Ahí está otra vez,” murmuró Halcón, notando la interacción.

“¿Otra vez con esto, Halcón?” dijo Dimitri, rodando los ojos. “Tal vez deberías concentrarte en la competencia y no en tus celos.”

Halcon lo ignoró, pero su tensión era evidente.

Cuando llegó el turno de Cobra Kai, el grupo de Miyagi-Do/Eagle Fang observó con atención. Tory y Kow fueron anunciados como los líderes, lo que generó murmullos en la arena.

“Ahí está,” dijo Miguel en voz baja. “Ya sabíamos que iba a pasar, pero sigue siendo raro verla ahí.”

“Ella hizo su elección,” respondió Naomi con firmeza, sorprendiendo a los demás por la frialdad en su voz.

Después de las presentaciones, los equipos fueron enviados a sus hoteles para cambiarse antes de la siguiente actividad: una ceremonia de bienvenida en un salón de eventos exclusivo.

En el hotel, Naomi estaba sola en su habitación, preparándose para la ceremonia. Tocaron la puerta y, al abrir, encontró a Halcón esperando del otro lado.

“¿Qué quieres?” preguntó, cruzándose de brazos.

“Hablar,” respondió Halcón, entrando antes de que ella pudiera decir algo más. “¿Qué pasa con ese Axel?”

Naomi suspiró, cansada de la actitud de Halcón. “Nada pasa. Solo es alguien con quien hablé. ¿Por qué te importa?”

“Porque me importa lo que pasa contigo,” dijo Halcón, con un tono que intentaba ser convincente. “Sé que las cosas no terminaron bien entre nosotros, pero todavía me preocupo por ti.”

Naomi lo miró fijamente. “Halcón, si realmente te preocuparas por mí, no habrías hecho lo que hiciste con Moon. Esto no tiene nada que ver contigo.”

La respuesta lo dejó sin palabras por un momento. Finalmente, Halcón bajó la mirada y salió de la habitación sin decir nada más.

La ceremonia de bienvenida fue un evento grandioso, con decoraciones lujosas y una atmósfera festiva. Los líderes de cada dojo fueron llamados al escenario para una presentación especial, y Naomi terminó, una vez más, al lado de Axel.

“Parece que siempre terminamos juntos,” comentó Axel, con una sonrisa divertida.

“Coincidencia,” respondió Naomi, intentando sonar indiferente.

“¿Seguro? A veces las coincidencias no lo son tanto,” dijo él, inclinándose un poco hacia ella.

Después de la presentación, los líderes tuvieron tiempo libre para explorar el lugar. Axel invitó a Naomi a caminar con él por una sección del evento que tenía una exhibición de peces exóticos, similar al acuario del día anterior.

“¿Te molesta que estemos aquí de nuevo?” preguntó Axel mientras observaban un tanque lleno de peces dorados.

“No,” respondió Naomi. “Es tranquilo. Me gusta.”

La conversación entre ellos fue relajada, y poco a poco Naomi empezó a sentirse más cómoda. Axel tenía una forma de hablar que la hacía bajar la guardia, y por un momento, se olvidó de todo lo que estaba pasando.

Desde la distancia, Halcón los observaba, su mandíbula apretada mientras veía a Axel inclinarse hacia Naomi, señalándole algo en el tanque. Dimitri, una vez más, intentó calmarlo.

“Déjalos, Halcón. No es tu problema.”

“Claro que lo es,” respondió Halcón, sin apartar la vista.

Los celos de Halcón crecían, pero Naomi, perdida en su conversación con Axel, no se daba cuenta de nada. La conexión entre ellos apenas estaba comenzando, pero ya estaba causando tensiones en el grupo.

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