Solo tres minutos más y se iría.
Mark Tuan ya había hecho todo un ritual alrededor de ese momento específico de su mañana. Casi a diario, a menos que algún inconveniente se lo impidiera, justo a las diez y veinticinco, Mark se levantaba de su puesto, se excusaba con cualquier justificación y se escabullía hacia los ascensores con todo el aspecto de quien tiene funciones muy importantes de las cuales encargarse.
Esa mañana no pretendía ser la excepción y el hecho de que ya hubiera estado mirando su reloj de pulsera de hito en hito era prueba de ello. Tras una espera algo impaciente, la manecilla delgada se posó finalmente, ligera, sobre el cinco. Como si tuviera resortes en sus piernas, se levantó, acomodando un montón de documentos que tenía por ahí, juntándolos y golpeándolos contra la mesa para dar una impresión de diligencia que realmente no era genuina. La mirada de Jaebeom no tardó en posarse sobre él, mirándolo desde su asiento a la cabecera de sus escritorios, por encima de las gafas de montura oscura que solía usar cuando olvidaba ponerse sus lentes de contacto. Mark ya había previsto que sus constantes ausencias en el mismo horario podrían levantar algunas sospechas, por lo que ya tenía prevista cierta forma de eludir un poco el recelo de su jefe, que no por ocupado dejaba de ser perspicaz.
—¿Vas a necesitar algo? —preguntó, distraído, cerrando las ventanas abiertas en su laptop.
―¿Vas a algún lado? ―inquirió Lim de vuelta, a lo que Mark asintió sin devolverle la mirada, buscando su celular, como si de repente lo hubiera perdido entre todo ese papeleo que tenía.
―Sí —confirmó—, debo llevar unos documentos a finanzas y luego tengo que pasar a revisar un contrato con producción, tenían dudas sobre algo referente al último proyecto que mandamos.
Jaebeom levantó una de sus cejas y desvió su mirada al reloj de la pared, ladeando levemente su cabeza.
―¿Y siempre esperas a las diez y veinticinco para ir a hacer esas cosas?
Mark se detuvo, mirándolo con una expresión de confusión que haría ovacionar a los jueces de cualquier concurso de actuación.
―¿Por qué preguntas eso? Simplemente voy cuando tengo un chance, pensé que querías que fuera yo quien se encargara de el trato con otros departamentos, podemos decirle a Bambam que vaya a ver lo del contrato.
―No, olvídalo ―Jaebeom negó enseguida, sacudiendo su cabeza ante la sola idea de mandar a Kumpimook a manejar algo así―, solo era curiosidad.
Kumpimook, desde su asiento, dejó salir un suspiro de alivio, sin molestarse a intervenir en la conversación.
―Ahora que lo mencionas ―Mark terminó de recoger lo que se llevaría y acomodó su silla, rodeando el escritorio para pasar por detrás de Jaebeom. Una de sus manos se apoyó en el hombro del menor y, con una leve inclinación, se acercó para susurrar―, también sentí curiosidad por algo el otro día. ―Esperó a que Jaebeom se girara para mirarlo― Podría jurar que Wang te estaba esperando en el aparcamiento cuando salí, estaba parado junto a tu auto. No parecía estar de buen humor. ¿Pasó algo entre ustedes esa noche?
Sonrió al notar que el hombro ajeno se tensaba un poco.
―No, probablemente solo estaba esperando algo. No es como si mi auto le hubiera puesto una orden de alejamiento, seguro solo estaba parado allí —balbuceó Jaebeom, enfocándose de nuevo en lo que tenía delante de él. Mark sonrió.
―¿Tú crees? Casi pensé que te esperaba para aclarar algún asunto, siempre tienen esas peleas tan feas… ―Mark dejó claro en su tono que sabía mucho más de lo que estaba diciendo, pero se cuidó de sugerir alguna otra cosa, solo palmeó el amplio hombro y se despidió― Sabes, si el Jefe de Departamento te está intimidando, puedes hablarlo con Recursos Humanos. De hecho, tengo pensado pasar por ahí…

EST?S LEYENDO
Under the Desk | MarkJae One Shot
FanfictionEl reglamento de la compa?ía estaba más que claro: Estaba completamente prohibido establecer relaciones dentro de la compa?ía. Sin embargo... Cuando hay tensión, se debe hacer algo al respecto, ?no? Office Series #2 Ship: MarkJae [Choi Youngjae x...