La brisa nocturna acariciaba mi rostro mientras caminaba junto a Mitsuri. Las estrellas brillaban débilmente en el cielo, pero algo dentro de mí parecía apagado, desmoronándose bajo el peso de las memorias que me atormentaban. Cada paso que daba me acercaba a la finca de Sanemi, donde la sensación de seguridad, aunque lejana, comenzaba a reconfortarme, aunque mi mente seguía atrapada en el ciclo de recuerdos dolorosos.
Mitsuri me observaba en silencio. Sabía que algo no estaba bien, pero tampoco me presionaba. Me había hecho sentir más ligera durante la misión, y ahora, con su amabilidad y energía, parecía comprender que había mucho más detrás de mis ojos apagados de lo que estaba dispuesta a admitir.
— Ya casi estamos. — Su tono suave y cálido me arrancó del torbellino de pensamientos. — Sanemi se preocupa mucho por ti. Es más de lo que muestra, incluso si a veces no lo expresa. Creo que a veces es más difícil para él mostrar su lado más blando, pero siempre te tiene en cuenta.
Su voz sonaba reconfortante, pero solo lo suficiente como para que mi mente se quedara atrapada en otro rincón oscuro de mi pasado. El sonido de nuestras pisadas resonaba en la quietud de la noche mientras nos acercábamos a la finca. Yo intentaba no pensar en ello, en las sensaciones tan crudas que aún no había procesado, pero algo dentro de mí seguía luchando con lo que había dejado atrás.
Finalmente llegamos a la finca. Sanemi estaba en la entrada, observándonos con una expresión que no podía leer, tan fría y distante como siempre. Pero en el fondo, había una ligera preocupación en sus ojos, algo que no me pasó desapercibido. No lo demostraba abiertamente, pero Sanemi nunca fue un hombre de esconder sus pensamientos, y sabía que algo le preocupaba.
Mitsuri, antes de entrar, se volvió hacia él con una expresión de sincero afecto.
— Sanemi, sé que eres duro con Natsume, pero quizás a veces debas ser más comprensivo. Ella no solo lucha con los demonios, también carga con muchas cosas por dentro. No tiene por qué hacerlo sola.
Sanemi la miró en silencio por unos largos segundos, su rostro impasible, pero su mirada, aunque fría, mostraba una leve reacción ante las palabras de Mitsuri. Parecía un tanto más relajado, como si lo que ella le decía tuviera un eco en él, aunque no lo reconociera en voz alta.
— Lo sé —respondió finalmente, su tono serio, pero algo había cambiado, algo pequeño—. No te preocupes por ella.
Mitsuri le sonrió de manera cálida antes de girarse hacia mí.
— Nos veremos pronto, Natsume. Cuídate mucho —me dio un abrazo rápido antes de alejarse, dejandonos a Sanemi y a mí a solas.
El aire entre nosotros era denso, y aunque ambos sabíamos lo que había sucedido, ninguno de los dos dijo una palabra. La quietud se asentó sobre la finca como una manta pesada, y yo sabía que la conversación estaba por llegar.
No podía seguir ocultando lo que sentía, lo que arrastraba conmigo desde que era una niña. Apenas pude entrar en la finca antes de que las lágrimas comenzaran a brotar sin control. Sentí el nudo en mi garganta hacerse más grande, esa sensación aplastante de impotencia que siempre me acechaba al final de una misión. No era solo el agotamiento físico lo que me derrumbaba, era la carga emocional que traía conmigo.
Sanemi, que me observaba en silencio, dio un paso hacia mí sin decir una palabra. Algo en su postura me decía que sabía lo que estaba pasando, que sentía mi dolor sin necesidad de que yo lo verbalizara. Me atrajo hacia su pecho, y el sonido de mi respiración entrecortada se mezcló con el sonido del viento que soplaba afuera. No hubo palabras en ese momento, solo el peso de su presencia, el abrazo silencioso de alguien que, aunque no mostraba emoción a menudo, entendía más de lo que dejaba ver.
EST?S LEYENDO
La maldición de quererte | ????? ??????
FanfictionEn un mundo asolado por demonios, Natsume lucha por la justicia sin saber que el destino la unirá a Obanai Iguro. Entre batallas, sacrificios y sentimientos ocultos, ambos descubrirán que algunas promesas trascienden el tiempo. ?FICCI?N?
