抖阴社区

Capítulo 2: Visitas

1.1K 88 58
                                        



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Con las medicinas que le dio Shinobu mejoró bastante en cuanto a los síntomas, sin embargo la enfermedad no iba a reducirse mientras él siguiera pensando en su chico.

   Esos días no estuvieron malos, tuvo muchas visitas. La primera en ir a su finca fue Mitsuri Kanroji, la efusiva pilar del amor quien apenas al llegar le dijo que antes no se atrevió a buscarlo porque pensaba que se enojaría por invadir su espacio, pero que Shinobu en la última reunión dio aviso de que él estaba enfermo y que por ello no asistiría en esos días a las reuniones, por ello se atrevió entonces a ir.

   Ese día comió mucho, gracias a esa chica que no se llenaba con diez platos de arroz.

   —Ay Tomioka-san, espero que te mejores, si necesitas algo puedes decirme. Puedo hacerte los platillos que quieras, incluso panqueques—al decir aquello, Tomioka no entendió a qué se refería, puesto que el término era en inglés, pero al ver la cara de la joven supuso que aquello era muy delicioso— aahh y puedo ayudarte con tus labores, charlar, contarnos chismes... ¡Kyyaaa... hablar de amor o de gatitos...!

   Esa chispa rosa que hablaba sin parar era algo de lo que no estaba acostumbrado ese chico callado y silencioso, pero claro que sí estaba acostumbrado a que esa chispa la tenía solo ella.

   Él asintió sin decir palabra. La chica lo miró directamente y se sonrojó.

   —¡Aah Tomioka-san!, soy una escandalosa, lo siento mucho, no quería molestarte. ¡Lo siento, lo siento!

   Kanroji hizo más de una reverencia pegando su frente al suelo.

   —No, no, no molestas. Disculpa si te hice pensar eso, solo no estoy acostumbrado a las voces ajenas en mi casa.

   Apenas dijo eso y una flecha se clavó en el corazón de la joven.

   Aahh, pobre Tomioka-san, ¿Por qué nadie lo visita si es tan divertido?...

   ¡No te preocupes! Este pilar sabrá hacer las cosas bien. Jamás estarás solo.

   —Tomioka-san, Tomioka-san ¿puedo venir otro día? —Juntó sus manos en señal de súplica.

   Ella es tan extraña...

   Pensó el pilar masculino.

   —Sí —le contestó al final.

   —¡Qué bueno, Tomioka-san! Traeré a un amigo, dijo que quería verte, así que aprovecharé para buscarlo mañana y así traer algo para compartir también, así que espéranos.

   —¿Quién?

   Por favor, no traigas a Obanai-san, rezó la mente del pilar del agua.

   La chica puso el dedo índice en sus labios.

Morir de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora