Cuando el entrenamiento con Obanai terminó, noté que su mirada se mantenía en mí más de lo necesario. A diferencia del resto, que ya estaban demasiado agotados para seguir, yo aún tenía energía de sobra.
—Natsume —me llamó de repente.
Me giré hacia él.
—Acompáñame a entrenar esta noche —dijo sin rodeos.
Lo miré, sorprendida. No era algo que hubiera hecho con nadie más.
—¿Entrenar? ¿Tú y yo? —pregunté, sin estar segura de haber escuchado bien.
—Si no estás cansada, claro —respondió con calma.
Obanai no era de los que pedían favores ni ofrecían entrenamientos privados, así que esto me dejó con una sensación extraña. Sin embargo, asentí.
—Está bien, nos vemos en la noche.
Cuando la luna estaba alta en el cielo, me dirigí al punto donde habíamos acordado. La brisa nocturna era fresca y calmada, pero al llegar, noté que no estábamos solos.
En medio de un claro, Tokito y Sanemi se estaban enfrentando con intensidad. Sus espadas chocaban con fuerza, el sonido metálico resonando en la oscuridad.
—Tsk... esos dos —murmuró Obanai al verlos.
Sanemi tenía una sonrisa feroz en el rostro, como si estuviera disfrutando cada intercambio de golpes. Tokito, por otro lado, se mantenía con su expresión serena, pero su velocidad y precisión hacían que cada movimiento suyo fuera peligroso.
No parecían estar entrenando, más bien parecía que se estaban peleando de verdad.
—¿Seguro que esto es entrenamiento? —pregunté, viendo cómo Sanemi se lanzaba con fuerza, obligando a Tokito a retroceder.
—Para ellos, sí —respondió Obanai.
Justo en ese momento, Sanemi logró empujar a Tokito hacia atrás con un golpe fuerte de su katana, pero el Pilar de la Niebla apenas se inmutó, recuperando el equilibrio con facilidad.
Obanai suspiró y, sin previo aviso, avanzó hacia ellos con la espada desenvainada.
—Déjenme unirme —dijo con tono seco antes de atacar.
Sanemi gruñó y se alejó de Tokito justo a tiempo para bloquear el golpe de Obanai.
—¿Tú también? No me hagas reír, Obanai —soltó con una sonrisa feroz.
Tokito, sin decir una palabra, se adaptó al cambio y comenzó a moverse en el combate, ahora enfrentándose tanto a Sanemi como a Obanai.
Me quedé observando por un momento, pero la energía que desprendían los tres era impresionante. Cada uno tenía un estilo de lucha diferente, pero el choque de sus espadas era tan rápido y feroz que apenas podía seguirlo con la vista.
No tardé en tomar mi propia katana y dar un paso adelante.
—No pienso quedarme atrás —dije antes de lanzarme al combate.
Sanemi rió al verme entrar en acción.
—Eso me gusta, Natsume —dijo antes de atacarme sin piedad.
Tokito y Obanai no se quedaron atrás, y en cuestión de segundos, los cuatro estábamos envueltos en una batalla que pondría a prueba nuestras habilidades al máximo.
El sonido del metal resonaba con fuerza en la noche, llenando el aire con un eco constante de choques entre espadas. Cada uno de nosotros se movía con precisión, midiendo los ataques del otro mientras el viento levantaba hojas y polvo a nuestro alrededor.
EST?S LEYENDO
La maldición de quererte | ????? ??????
FanfictionEn un mundo asolado por demonios, Natsume lucha por la justicia sin saber que el destino la unirá a Obanai Iguro. Entre batallas, sacrificios y sentimientos ocultos, ambos descubrirán que algunas promesas trascienden el tiempo. ?FICCI?N?
