?*?? ????? Donde hago que tus historias se
hagan realidad en un único capítulo.
O...
?*?? ????? Donde lees peque?as historias de
tu bias y cantante fa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El camerino estaba en completo silencio, salvo por el sonido de la lluvia golpeando contra las ventanas. Fuera, la ciudad de Seúl seguía su ritmo frenético, pero dentro de esa habitación, el tiempo parecía moverse más lento.
Min Yoongi estaba sentado en el sofá con la mirada fija en la pantalla de su teléfono, aunque cualquiera que lo conociera bien sabría que no estaba prestando atención a lo que fuera que estuviera viendo.
Estaba esperando.
No pasó mucho antes de que la puerta se abriera y el sonido de pasos apresurados resonara en la habitación.
—¡Lo logré!— la voz de Yejin llenó el espacio con entusiasmo, su respiración algo agitada por haber corrido hasta allí.
Yoongi levantó la vista justo a tiempo para verla entrar, con el cabello aún húmedo por la lluvia y una sonrisa iluminándole el rostro.
—¿Qué lograste?— preguntó él, sin moverse de su lugar, pero con un destello de interés en los ojos.
Yejin caminó hasta donde estaba y se dejó caer en el sofá a su lado, sosteniendo su teléfono con ambas manos.
—La coreografía.— dijo, girando la pantalla para mostrarle un video —Me salía bien, pero sentía que no tenía la fuerza suficiente en los movimientos. Así que me quedé después de los ensayos y ahora... mírame.
Yoongi tomó el teléfono de sus manos y observó el video en silencio.
Ella lo miró con anticipación, esperando su reacción. Sabía que él no era de los que halagaban con facilidad, y justo por eso, cada comentario suyo tenía más valor.
Cuando el video terminó, Yoongi le devolvió el teléfono y asintió lentamente.
—Bien. Mejoraste los detalles en el footwork. Se nota la diferencia.
Era un comentario simple. Pero viniendo de él, era todo un cumplido.
Yejin sonrió ampliamente.
—Sabía que lo notarías.
Yoongi dejó escapar una pequeña risa por la nariz y sacudió la cabeza.
—Eres demasiado competitiva.
—¿Y tú no?— respondió ella, arqueando una ceja —Vamos, Yoongi. Me diste una lista de cosas que mejorar la última vez. No podías esperar que no me lo tomara en serio.
—Lo sé.— murmuró él, mirándola de reojo.
Porque Yejin siempre se lo tomaba en serio.
Ella nunca hacía las cosas a medias.
Y eso era parte de lo que siempre le había llamado la atención de ella.
Desde el primer momento en que se cruzaron, Yoongi había sentido algo diferente con Yejin. No podía explicarlo con facilidad, ni siquiera a sí mismo, pero era una mezcla entre admiración y... algo más.