En Japón las cosas no iban bien, kenjaku restringió la comunicación, los soldados americanos habían tomado las costas y ciudades limítrofes, esto llevó a que poco a poco ingresaran al centro, tokio era una zona inevitable lo que fue una ciudad del futuro y luz, estaba infestada de maldiciones de mínimo primer grado, soldados de ambos bandos, era la definición misma de zona de guerra, los muertos, desaparecidos y heridos no dejaban de aumentar, la desaparición de la barrera había liberado energía maldita residual que causó la aparición de maldiciones aun más poderosas por todo el país, la situación era insostenible, los hechiceros no podían estar en todos lados, gojo no podía teletransportarse tan seguido y estaba agotado, los robots de Koquichi ya no eran más que latas vacias porque este apenas tenia energía maldita para poder controlar a un grupo de 35 qué no podia estar disperso porque si no sería demasiado, utahime estaba al borde de un colapso nervioso, era la que se llevaba la peor parte en términos de administración ya que ella y gojo estaban organizando tanto los centros de refugiados como las decisiones pero como gojo estaba más afuera ella cargaba casi todo, hakari era el único en óptimas condiciones sin embargo estaba destrozado porque kirara había sido herida en una de las múltiples batallas
Todo era un caos y todos lo sabían, si esto no terminaba en mínimo 5 días, los daños serian irreparables, y el colapso de Japón es lo mínimo que se podría esperar, los ciudadanos no estaban bien, el gobierno estaba perdiendo fuerza, los hechiceros estaban al borde de un colapso total, las maldiciones estaban más fuertes que nunca y kenjaku estaba ganando, todo estaba en una cuerda floja, el más mínimo error iba a traer la perdición a todo Japón y lo más probable era que estados unidos secuestrara a cada hechicero para experimentar
Gojo entra al "cuartel" improvisado en la escuela donde estaban varios cuervos de mei, el alvino camina arrastrando los pies hasta una habitación donde ve a utahime en varias llamadas a la vez
Gojo: te ayudo- toma dos de los 4 teléfonos que tenia la mujer- shoko, te enviare más personal pero quiero el informe de yuji ahora mismo- cambia de celular- presidente, no hay forma que envíe a mis chicos allí, consiga a un grupo de soldados porque no puedo, de todos modos ellos están en el frente opuesto así que no podemos ayudarlo con eso- corta ambas llamadas y voltea a ver a utahime quien estaba de espaldas y ya había terminado sus llamadas- oye ¿quieres que te cubra? Puede decirle a hakari que tome mi lugar por unas horas- se acerca con una sonrisa pero cuando utahime voltea a verlo, muestra su rostro empapado en lágrimas- hey hey ya esta ven aquí- gojo rápidamente abraza a la mujer y esta se desploma en su pecho sollozando sobre él- tranquila yo... yo lo voy a resolver
Utahime: satoru... no puedo más... esto es una locura, me estoy volviendo loca, hay cientos de personas muriendo por una guerra tonta que nisiquiera tiene fundamentos, esos malditos nos están acabando... satoru, no va a quedar nada, no tendremos nada- gojo acaricia suavemente el rostro de utahime acercandolo al suyo- tengo miedo...
Gojo: lo sé, yo también- le da un beso en la frente- te prometo que are que todo esto se mejore, no importa como no importa si tengo que mover montañas o abrir el océano, tendremos un futuro, te lo aseguro- le sonríe pero utahime no dejaba de llorar, estaba agotada, ambos lo estaban- ve a dormir yo tomate tu lugar ¿ok?- la mujer asiente débilmente antes de ir a un sofá cercano y derrumbarse en el a lo que gojo se quita la chaqueta y la arropa- (no me importa que tenga que quemar estados unidos, tu y mis alumnos van a tener un futuro, no me importa lo que pase)- este empieza a hacer múltiples llamadas y a hacer el trabajo de utahime mientras fuera todo Japón retumbaba
EN OTRA PARTE
Hakari: ¡¿como quieres que valla hasta allá?! ¡kirara esta grave....!- la voz de gojo resuena del otro lado de la línea- mierda... ok iré.... si se los diré- sale del cubículo qué usaba kirara como habitación en el campamento de refugiados, y mientras pasaba por el pasillo que dividía los cubículos, veía a civiles llenos de heridas, soldados con extremidades faltantes entre muchos más- niño llévame al hospital- ui ui se notaba exhausto y realmente no podía más pero se seguía exigiendo
