MI PRIMER AMOR

El lugar dónde se encontraba olía a bosque y era tranquilo . Kakashi caminaba con pasos tranquilos, aunque por dentro el corazón le latía con fuerza. En sus brazos, la pequeña Hikari dormía plácidamente, envuelta en una manta celeste. Pero su destino esa mañana no era descansar... sino encontrar a Naruto.

En un claro del bosque cercano, lo vio. Naruto discutía con Yamato, con los puños cerrados, frustración en cada palabra.

—¡Tiene que haber otra manera, Capitan Yamato! Si hablo con el Raikage… ¡puede que lo entiendan! ¡Sasuke no es un monstruo!

Yamato suspiró, sin saber cómo calmarlo.

—Naruto…

—Naruto —interrumpió Kakashi, acercándose con Hikari aún en brazos.

Naruto giró, sorprendido.

—Kakashi-sensei… ¿qué haces aquí? Deberías estar descansando…

—Lo sé —respondió con una media sonrisa cansada—. Pero tú estás a punto de hacer una locura. Y no puedo quedarme sentado cuando alguien que amo está por correr un gran peligro.

Naruto bajó la mirada, mordiéndose el labio.

—No me importa si me arriesgo. Si puedo hablar con el Raikage, si puedo hacerle ver que Sasuke no es como creen… entonces valdrá la pena.

—El problema, Naruto, es que ya no depende solo de lo que tú creas —le dijo Kakashi con suavidad—. Esta vez estás enfrentándote a algo más grande. A líderes, a decisiones diplomáticas... a consecuencias reales. Pero si de verdad estás decidido a intentarlo, no te dejaré solo.

Naruto lo miró sorprendido.

—¿Irás conmigo?

—Sí. Pero primero… —Kakashi miró a Yamato, luego a Naruto—. Necesito pedir un favor.

De regreso en la aldea, Kakashi se acercó a Ino, que estaba organizando flores frente a su tienda.

—Ino… necesito tu ayuda.

Ella lo miró sorprendida al verlo fuera de dónde los dejaron y más aún al notar que traía a Hikari.

—¿Todo bien?

—Naruto planea ir a hablar con el Raikage. No puedo dejarlo solo. Pero necesito llevar a mi hija a esa reunión segura . ¿Puedes  ayudarme?

Ino la tomó con ternura en brazos, mirándola como si fuera un tesoro.

—Claro que sí, Kakashi-sensei. Encontrare algo

—Gracias, Ino. Confío en ti.

Kakashi besó la frente de Hikari, cerrando los ojos por un segundo. Luego se giró, con una expresión decidida.

Horas después, Naruto, Yamato y Kakashi emprendieron el viaje hacia la reunión de los Kages. La tensión era densa, pero Kakashi mantenía la calma. Sabía que la batalla más difícil no siempre era en el campo… sino frente a aquellos que no quieren escuchar.

Mientras el viento soplaba fuerte, Kakashi pensaba en su hija.

Hikari… tu nombre significa luz. Haré todo lo posible para que nazcas en un mundo donde esa luz pueda brillar.

-------------------------------------------------------

El edificio de la Cumbre de los Kages estaba custodiado por guardias de cada una de las cinco grandes naciones. Naruto no dejaba de apretar los puños, con Yamato tras él, siempre alerta, y Kakashi caminando a su lado, su rostro sereno pero su mente calculando cada palabra que debían decir.