Falsas Esperanzas 1 : Primer Semestre

Nota: Esta es una versión de borrador.

El fin de semana después de la fiesta avanzo muy rápido y otras semanas se fueron ella poco a poco intente recomponerme, no era la primera vez que pasaba, pero aun así dolió, entre otras cosas también casi sin darme cuenta llegaron los exámenes parciales de mediados de semestre, si tenías el suficiente conocimiento y terminabas rápido podías tomar un descanso extendido en las clases que abarcaban dos horas, lo bueno de estos es que siempre eran los más sencillos y no representaban una amenaza para arrastrar una materia.

No estaba completamente concentrado habían pasado muchas cosas en poco tiempo, no puedo decir que me fuera muy mal en calificaciones y tampoco tuve las calificaciones normales en mí, salí del salón después de entregar el examen de matemáticas y de sutilmente ayudarle a Roberto con algunas respuestas ambos salimos casi al mismo tiempo.

— Necesito un trago... Saco su termo con jugo de uva, su forma de decirlo era bastante chistosa.

— Yo necesito un nuevo cerebro, no he andado muy bien que digamos. Mi amigo asintió claramente lo sabía.

— Es sobre la flaquita de primero B, ¿verdad? Roberto y yo íbamos directo a las bancas a platicar.

— Supongo que no se puede ocultar nada de lo que paso en tu fiesta.

— Si, además casi ni hablamos. Esto último lo dijo algo molesto.

— No quería interrumpir, se ve que lo estabas pasando bien con tu novia. Su sonrisa se hizo evidente y yo lo mire con una expresión divertida.

— Privilegios de ser guapo, ya lo sabes... pero mira te diré algo, si Génesis no quiere aflojar deberías buscarte a otra chica, las mujeres demasiado complicadas son un dolor de huevos. Parecía que hablaba por experiencia propia. — No lo negare, ella si es bonita, tiene un aire misterioso un poco flaca para mi gusto, aunque si le daba. Este era el clásico Roberto un mujeriego en el fondo, aunque Evelyn lo tenía aparentemente controlado.

— Ah que rayos, yo también le daría... pero bueno ella no está interesada en mí. Sentí con amargura mis propias palabras. — Creo que debo respetar su decisión, pero me duele.

— Es lógico, te estabas enculando mi chavo, ese día con esa ropa se veía bastante provocadora. Roberto, aunque estaba en las sombras no perdió oportunidad para revisar todo. — ¿Por qué no sales con mi hermana? Creo que a ella le agradas más de lo que parece. Beto lo sugirió como si fuera algo casual que un hermano ofreciera sentimentalmente a su hermana.

— No lo sé, no quisiera malinterpretarla también, no quiero sufrir una misma humillación dos veces en este semestre, además es tu hermana ¿Qué no? ¿Eso no te molesta? Lo mire con extrañeza ya que era la segunda vez que me insistía con ese tema.

— Molestarme pues no, mira mi hermana, aunque es también un poco sangrona, es una buena chica, no te digo que salgas con ella en plan de que sean novios, tal vez pasar tiempo con ella te enseñe algunas cosas, algunos tips que solo las mujeres conocen, tómalo como un estudio de mercado. Cuando Roberto quería era muy inteligente y lograba ver cosas que otros no.

— Bueno tienes razón, no por el hecho de salir con alguien quiere decir que pase algo, estaba suponiendo demasiado supongo, tomare en cuenta tus palabras, por cierto ¿Adivina quién me envió un correo? Mi sonrisa se ensancho.

— Por como lo dices debe ser alguien que te interesa... creo que se la respuesta, pero para confirmar, mejor dime ¿Quién fue? Mi expresión cambio un poco a sentirse más feliz.