Angustiada por encontrar a su familia, que ha sido atacada por una Anomal¨ªa, Astrid demuestra la raz¨®n por la que incluso dentro de los fen¨®menos, es conocida como alguien anormal. De esa forma, termina siendo reclutada por un grupo elite llamados "...
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El silencio en la habitación era filoso, indistinguible, a punto de destruirse. Ante nosotros, mi querido lector, estan casi todos los miembros que forman parte de Los Gatos Negros; reunidos en una sola habitación, porqué la situación lo amerita y lo saben: que los hechos finalmente se transformaron y ahora todos están por acercarse a una época que prometía derramar sangre de aquellos que fueran alcanzados por el destino.
Yo conozco muy bien al destino, lo he visto enredar, tensar o soltar a cada persona que atrapa. He tratado de desafiarlo y cortarlo, acabar con él para borrar su rastro y me parece que no lo he logrado, al menos no del todo.
La diferencia, mi querido lector, es que ellos saben que las circunstancias se acercan, pero no son conscientes de lo que les depara a cada uno, y aún así lo desafían sin saber que se les concede y lo que se les arrebata; sin embargo, me resulta necesario mencionar que no todos logran escapar del inoportuno y caprichoso destino. Los griegos nos lo advirtieron hace tiempo: los dioses tampoco podían cambiarlo, aún cuando intervinieran sobre los humanos, ellos ya estaban predestinados a cumplirlo a pesar de las opciones para evitarlo.
—¿Por qué ninguno de nosotros sabíamos sobre Regeneración? —cuestionó Cordelia, manteniéndose de brazos cruzados sobre la silla rodante—me parece prudente que Astrid no lo supiera porque es nueva, pero los demás no.
—Fueron órdenes de Scarlet, sólo yo sabía —respondió Nikolai, con ambas muñecas recargadas en el tablero de la pantalla inmensa que estaba a sus espaldas—. Estábamos evaluando la situación y Scarlet no quería generar ningún tipo de alarma hasta que no tuviéramos información más clara.