One shots de PP

⚠️ ADVERTENCIA ⚠️: Esta historia contendrá contenido explícito de carácter (+18) y (+21) , vocabulario inapropiado, relaciones sexuales, chantaje, amenazas, desnudez, posesividad, toxicidad, manipulación, obsesión, asesinatos, violencia, etc.

Queda bajo tu responsabilidad si decides continuar con la lectura, acuérdense que deben tener más de 18 años para continuar con la historia.

.
.
.
.
.
.
.
.

Sabrina Lewis

Me encuentro sentada en el sofá, aún con la ropa de la noche anterior, la tela del vestido pegajosa contra mi piel  recordándome la mentira, la traición, la entrega, el maquillaje corrido por mi rostro, y las manos entrelazadas con fuerza sobre las rodillas. Había intentado dormir. Había intentado comer. Pero solo podía hacer una cosa, esperar y culparme.

El departamento que comparto con Calista ahora mismo se sentía más vacío de lo habitual.

El reloj marcaba las 10:06 a.m y no había señales de Calista desde que la vió por última vez, desde la fiesta. Desde… esa noche dónde se fue enojada tras Christopher. Y cada minuto se sentía como una eternidad.

Cada sonido, cada sombra, cada instante sin saber de Calista era una punzada en el pecho. Revisó el teléfono por quinta vez en un minuto.

Nada.

Mi teléfono estaba mudo. No había mensajes. No había llamadas devueltas.
Ni una nota.
Ni una señal.

— ¿Dónde estás? —susurro con voz quebrada, el rostro escondido entre mis manos.

La culpa era una ola que no dejaba de romperme.

>> Lo hice porque lo amo. Solo un segundo… solo quería estar un segundo cerca de él…<<

Pero ese segundo… me había costado demasiado.
Había entregado a Calista como si fuera un puente hacia Christopher.

Y ahora no sabía si la había perdido para siempre.

— Por favor, Calista… contestá —susurró Sabrina mientras presionaba el botón de llamada por enésima vez. Pero el tono se perdía en el vacío.

Y con cada silencio, la culpa se hacía más espesa.

— ¿Qué hice? —murmure con voz ronca, por décima vez esa mañana— ¿Qué hice…? —me preguntaba tontamente.

Me levanto de golpe y comienzo a caminar de un lado al otro del departamento.

Volví a tomar mi teléfono y nada.

Llamada perdida sin responder. Mensajes sin leer.

Cada vez que repasaba la noche anterior, sentía el estómago apretarse.

La imagen de Christopher sonriendo, dándome instrucciones con esa voz suave y venenosa… Que me dejaba atontada.

Flashbacks

— Solo dile que es para la fiesta —me dice Christopher mientras me entregaba el vestido— No necesita saber que es de mi parte. Y no te alejes de ella, Sabrina. No dejes que nadie se le acerque. ¿Me entendiste? —me dice firme sin paso a una objeción.

Asiento sin pensar.

Por amor. Por estupidez. Por una necesidad absurda de sentirme elegida.

Fin del Flashbacks

— Fui una idiota… —susurro.

Me dejó caer de rodillas en el suelo, con las manos cubriendome el rostro.