抖阴社区

                                    

  - Bien.

Se detuvieron en un restaurante de comida china y pidieron para llevar como habían acordado.

Luego de tomar un taxi al 221 B, quedaron de pie a las afueras contemplando por un momento el desastre que había quedado en lugar de su sala de estar.

  - Había olvidado esto. - musitó Joan- Aunque... se ve menos caótico de lo que pensé.

  - Fue una explosión controlada.

  - Controlada por Kylefleet querrás decir.

  - Controlada por mí, de hecho.
Vamos a trabajar en mi habitación esta noche.

A Joan por poco se le escapó una risa.
Y él lo notó.

  - ¿Qué?

  - Nada... es sólo que... nada. Olvidalo. -no podía dejar de sonreír.

¿Era estúpida e infantil esa reacción?

Probablemente sí.

Pero la conexión que ahora compartían eran un tanto liberadora. Joan sintió que tenía permitido sacudirse un poco del rastro de seriedad que había en ellos.

Sherlock frunció el ceño y continuó el camino hacia la puerta del apartamento.

Minutos después se cumplía la particular cita entre Joan Watson y Sherlock Holmes.

Ambos sentados en la cama del detective, ambos en pijama y con sus laptops y mapas de Londres desparramados.

Y la noche a penas empezaba.

Después de media hora de estudio Sherlock alzó la cabeza como si hubiera descubierto algo.

Joan lo miró expectante.

  - ¡Te reías por la referencia a... nosotros! ¡A nosotros solos en mi habitación...!

  - Bueno, eres increíblemente lento para algunas cosas Sherlock.

Él bajó la mirada con el ceño fruncido.

Parecía un adulto-niño avergonzado.

De repente exclamó:

  - ¡Ah! ¡Ahora no puedo sacármelo de la cabeza!

  - Sherlock, tenemos trabajo que hacer. Guarda silencio y concéntrate.

Ambos se miraron seriamente y Holmes pudo guíar su mente de nuevo al caso.

Sherlock a veces es como un niño, -escribiría más tarde Joan en su olvidado diario- tienes que hacer que algunas situaciones sean más simples y menos socialmente incómodas para que él no se sienta abrumado.
De algún modo no me molesta. Porque sé que poco a poco será capaz de salir de su zona de confort.

Al menos eso espero.

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Tenía que usar la cocina de la señora Hudson.

La de Sherlock estaba más desastrosa que de costumbre debido a la explosión.

Su teléfono sonó.

Dejó a un lado las frutas que estaba cortando para el desayuno y contestó:

  - No se supone que me llames en tu luna de miel.

  - Nuestra luna de miel ya pasó ¿recuerdas?

  - Dudo mucho que se haya acabado.

Molly rió.

  - ¿Qué haces?

  - Preparo un desayuno para Sherlock y para mí.

  - Ooh. ¿Qué pasó anoche? ¿Eh?

  - Por primera vez tienes derecho a utilizar ese tono de voz. Porque de hecho ayer Sherlock me invitó a una cita, pero fué sólo para sacarme del apartamento ya que un psicópata puso una bomba en la sala de estar. Me enojé con él por haberme engañado de esa manera, luego él me confesó que ya no estaba confundido. Yo no le creí hasta que me besó por supuesto. Luego fuimos a un concierto y luego a cenar, pero uno de sus antiguos clientes pidió su ayuda y anoche trabajamos en el nuevo caso.

Completo silencio.

  - ¿Molly? ¿Sigues allí?

Nada.

  - Mo-

  - ¡Brad! ¡Está pasando Brad! ¡Oh por Dios!

  - Molly... estás gritando. Cálma-

  - ¡Braaad! Oh Joan... estoy tan feliz...

  - ¿Estás... llorando? Oh Molly, quería que reaccionaras pero no así.

  - He esperado tanto tiempo...

  - No seas exagerada.

  - ¡No estoy exagerando!

  - Molly las cosas no son exactamente como piensas. Nisiquiera sabemos que va a pasar.

  - ¡Pero estás camino a saberlo! Joan... sé que todo saldra bien, lo sé. ¡Brad ven aquí!

  - Ok Molly, te quiero pero debo colgar. Hablamos luego.

Respiró profundo mientras oía los pasos de Sherlock bajar por la escalera.

Segundos después lo vio de pie bajo el umbral de la puerta de la cocina con expresión adolorida y los rizos despeinados.

  - ¿Estás bien?

  - Tengo un insoportable dolor de cuello y hombros.

  - No me extraña. Dormiste con la cabeza en la mesita de noche.

  - ¿Cómo...? ¡Ah! No importa.

  - Corté algo de fruta para desayunar. Siéntate.

El obedeció aún con expresión adolorida.

Al verlo masejeándose el cuello mientras comía, Joan sintió deseos de ayudarlo. Así que sin pensarlo demasiado se colocó detrás de su silla y empezó a hacerle un masaje en las áreas adoloridas.

Sherlock sólo se tensó más.

Y dejó de comer.

  - Vaya, sí que estás tenso. -alegó ella de forma natural.

De repente el detective se puso de pie de un salto.

  - Tengo que... hablar con un conocido sobre la posible identidad del hombre del video. Puedes adelantarte entrevistando a los dueños o dueñas de los videos de las cámaras de seguridad.

Se volteó hacia Joan, levantó una mano y la dirigió hacia ella, luego la retrocedió  sumamente indeciso sólo para que a continuación la acercara de nuevo al hombro de su compañera.
Y mientras le daba lo que pretendía ser una palmadita afectuosa dijo:

  - Gracias... por el masaje.

  - De nada.

Y así como así, sin decir nada más, subió al piso de arriba de nuevo.

Me besó, pero aún está incómodo respecto a las más pequeñas interacciones física.
No es de extrañar.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora