You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)

Capítulo 65

Un golpe contundente se escuchó a través del auricular.

  - ¡¿Joan?! ¡¿Qué fué eso?!

  - Está tratando de entrar.

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Los doctores y enfermeras se habían rehúsado a dejarla hacer todo el procedimiento de las sondas. Y ella sabía que necesitaría ayuda. Así que después de mostrar la orden policial ella permitió que algunas enfermeras y enfermeros la ayudaran.

Pero tuvo la precaución de hacer a un lado las ropas de los hombres para que los demás no notaran las letras color amarillo que figuraban en la parte interior de las muñecas de las camisas.

Se sintió nerviosa mientras procedía más sin embargo logró obligarse a sí misma a concentrarse y hacer el procedimiento de forma adecuada.
Hasta se sorprendió en cierta manera de que recordara todos sus conocimientos de medicina con bastante claridad.

Después del extenuenate trabajo pidió a todos que salieran y que la dejaran quedarse allí.

Todos obedecieron sin poner pero.

El hecho de formar parte en un asunto de la policía le otorgaba cierta autoridad frente a los demás.

Se cambió a su ropa habitual y se sentó en una incómoda silla para lograr, o simplemente tratar, de descansar un poco.

Aún sentía que sus nervios estaban crispados y agotados.

Observó a las catorce personas que estaban ubicadas en la amplia habitación.

Simplemente parpadeaban mirando hacia el techo.

No podía creer que fueran como simples marionetas. Tenía que haber algo de lo que algún día fueron.

Instintivamente se acercó a una de las camillas, tomó la mano del hombre y dijo:

  - Siento mucho lo que te hicieron. Y sé que sentirlo no resuelve nada pero te prometo que haré todo lo posible para que recuperes tu mente. Tú y ellos.

Como un acto reflejo la pálida mano que sostenía se movió y se cerró ligeramente en torno a la de ella.

Joan por poco y retrocedió asustada. Pero después de la impresión se acercó más a él y no soltó su mano.
Los ojos verdes que parecían extraños por estar en un rostro que no era el de él se posaron con lentitud sobre ella.

Movió los labios. Pero no emitía sonido alguno. Y parecía frustrado.

Sus ojos se humedecían.

  - Tranquilo. No intentes hablar. Todo estará bien. Te lo prometo.

Pronto cayó en la cuenta de lo difícil que sería rehabilitarlo.

¿Cómo le dices a una persona que todo saldrá bien cuando está destinada a tener un físico idéntico a trece hombres más, cuando tendrá que vivir con un rostro que no es el suyo?

Aquello abrumaba a Joan más y más.

Sentía que se derrumbaba por dentro.

El hombre que les había hecho eso a esos jóvenes inocentes no merecía piedad.

Merecía el más horrible de los sufrimientos.

La doctora Watson trató de recomponerse de tan oscuros pensamientos y sentimientos. No debía mostrarse así frente al hombre desconocido que todavía la miraba como pidiendo ayuda.

  - Trata de descansar. -susurró ella- Pronto te darán la atención necesaria.

Su teléfono celular le avisó mediante un sonido que un mensaje de texto había llegado.