You Are Not Alone ? ? ? [KatsuDeku]

El rubio cenizo no sabía si escuchó bien, por lo que se quedó inmovil en su lugar, y su maestro al ver su comportamiento, decidió seguir hablando

—Sígueme, te contaré todo dentro de un momento

—Por qué no me lo dice aquí?

Preguntó el de ojos carmín mientras se cruzaba de brazos

—No es lugar

—Y eso qué quiere decir?

—Mira Bakugo no me tienes que acompañar si no quieres, sólo pensé que sería bueno decirte, pero si no quieres saber ese ya no es mi problema, nos vemos en clases

Dijo el azabache mientras comenzaba a caminar en dirección al auto donde había llegado. Abrió la puerta del piloto, entró, encendió el coche y cuando estuvo a punto de arrancar, tocaron la ventaba del asiento del copiloto. Obviamente sabía quien era, así que sonrió de medio lado y le quitó el seguro a la puerta, de inmediato ésta se abrió, dejando ver un serio rubio que se sentó y cerró la puerta.

—No diga nada

Sentenció el de ojos carmín mientras se colocaba el cinturón para después recostarse en el asiento haciendo que el azabache sonriera triunfante y arrancara el automóvil

El menor para evitar contacto visual con su maestro decidió mirar por la ventana, todo iba bien... hasta que el coche pasó de largo el establecimiento de la preparatoria UA.

—Oiga, ¿A dónde me lleva?, pensé que hablaríamos en la escuela

—Esta en las afueras de la ciudad, todavía queda camino por recorrer, así que ponte cómodo y deja de preguntar que no responderé nada hasta que lleguemos ahí

Contestó el mayor sin quitar la vista de la carretera

—Tsk

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—Bakugo, ya llegamos

Dijo el azabache mientras sacudía levemente a su estudiante que se había quedado dormido en alguna parte del recorrido

—¿Dónde estamos?

Preguntó el de ojos carmín apenas salió del automovil y observó el edificio en el que su maestro había estacionado el vehículo.

Por fuera el edificio parecía un consultorio abandonado, ya que todo daba la impresión de querer caerse, sin embargo una vez dentro, todo era totalmente diferente, estaba iluminado, todo pintado de blanco, con pequeños adornos de plantas. Habían tres puertas al fondo y una sala de espera donde había alguien sentado de espaldas.

—Bakugo, ve a sentarte ahí, ahora vengo

Dijo el azabache mientras se dirigia a la puerta del lado derecho.

El de ojos carmín obedeció al instante, no fue porque se lo había dicho su maestro sino porque quería averiguar quién era la persona sentada ahí, y si podía decirle qué era ese lugar.

Al aproximarse de dió cuenta que era el mismísimo símbolo de la paz, en su estado demacre activado

...No lo había visto desde aquel día...

—¿Joven Bakugo? ¿También te dijo Aizawa que vengas?

—Sí, supongo que no sabe porqué estamos aquí ¿cierto?

Preguntó el menor mientras se sentaba al costado del oji-azul

—No, lo único que me dijo fue que tenía que saber algo del joven Midoriya