El misterio de tus ojos ??

Disfruten el capítulo.

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Por Natalia

Era cerca de las dos de la tarde y Jimena seguía sin responder al celular, tenía entendido que después de hablar con Tatiana saldría rumbo a la oficina ya que esta tarde tendríamos una reunión ahora integrándose la exnovia.

Al menos eso quería escuchar.

–Ingeniera por favor pase a la sala en un momento llegarán los demás.

–Claro. –me senté a un costado de la ventana y mientras esperaba seguía intentando comunicarme pero era inútil.

…

Pronto la reunión dió inicio, me sorprendió ver a Tatiana únicamente, eso me dejaba con la incógnita. ¿Donde estaba Jimena?

La reunión término, tan pronto todos comenzaron a dejar la sala, me quedé un momento solo para acercarme a ella y preguntar por mi chica. Era obvio que algo sucedía.

–Crei que se encontraría presente la otra ingeniera. –le pregunté en cuanto la ví levantarse de su asiento.

–Ah, no ella creo que salió a una supervisión de obra. No sé bien.

–¿En serio? Pensé que ustedes eran cercanas.

–¿Cercanas? Jajaja… no cariño. Ambas somos profesionales, nada del otro mundo. Aunque... –se me acerco una vez vio que éramos las únicas en el lugar. –Bueno, tal vez me podría hacer cercana a alguien más. –Me giño el ojo.

–Eso suena tentador, pero tendré que rechazar tu ofrecimiento. Tengo asuntos aún que requieren de mi presencia.

–Es una pena.

Plantee mejor mis posibilidades y si quería obtener respuestas sobre el paradero de Jimena debía ir más haya de mis límites.

–Aunque esta noche estoy libre. Por qué no vamos por una copa y luego no lo sé a un lugar más tranquilo. –Al parecer dió resultado, ella aceptó gustosa de la idea así que para la noche tendría planes para averiguar sobre Jimena. No me tragaba el cuento de qué ella había salido a campo.

Mierda, ¿Dónde estabas amor?

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Tan pronto terminó la reunión Tatiana partió hacia su casa, necesitaba ver cuanto antes a su mujer, para ese entonces ella ya debió de haber recobrado el conocimiento.

Menos mal que la dejo atada a la cama y que el único personal que estaba era la cocinera, quién por cierto era sordomuda. Una mujer excelente, con un perfil culinario que la dejaba a mil con todo lo que cocinaba.

Era la única de mantenimiento que podía considerar apropiada en ese momento.

Necesitaba sacar a Jimena de la casa cuanto antes.

Además de pensar que haría con la otra chica, Isabel. Ella sí que representaba un problema. La policía ya se encontraba buscandola y era obvio que no podía sacarla del país por qué de inmediato darían con ella.

Estaba pensando recurrir a sus viejos amigos que conocía antes de haberse vuelto alguien importante, tal vez ellos harían un mejor uso de esa niña, posiblemente prostitución, o venta de órganos. El punto era deshacerse de ella cuanto antes.

Entonces, esa noche les hablaría.

No demoró en llegar a casa, dió un vistazo a la cocina y noto que no estaba nadie. Eso la alarmó. De inmediato a paso veloz subió hasta el piso donde mantenía en cautiverio a Jimena, temía que la cocinera haya decidido usmear.