『 ?ONE SHOTS BTS! 』

Título: Tú eres el que cayo en mis redes, cariño

Pareja: Vampiro Jin x Humana Lectora

________________

Encima mío había un chico. Se veía más joven que Seokjin. Sus ojos se encontraban de un intenso color rojo. Llevaba ropa completamente negra y su pelo era de un castaño oscuro y un poco largo y con pequeñas ondas. Se le podía ver un pequeño lunar bajo el labio.

Maldita sea.

Intente con cuidado sacar mi navaja de mi bota. Pero el se dio cuenta y me detuvo el brazo.

-¿Que intentas?-dijo sonriendo ladinamente.

Maldición. Maldición.

-Suéltame-empecé a forcejear pero él era jodidamente fuerte.

-No escaparás. Eres mi presa. Si Jin te trajo. Eso es lo que eres. Una presa-se empezó a acercar a mi cuello.

Maldito seas. Me tiene completamente inmovilizada. Aún así intente forcejear.

-Quédate quieta-me dijo en un tono molesto.

No le hice caso. El se seguía acercando. No me quería ni convertir en vampiro. Ni ser su banco de sangre.

-¡Jungkook!-dijo una voz muy fuerte que resonó en toda la casa. El chico se alejo de mi cuello. Creo que nunca me había sentido tan aliviada de ver a Seokjin.

-¿Que quieres? Interrumpiste mi cena-dijo pero no se movió ni un pelo.

Aproveche de que estaba distraído y lo golpeé en la cara y me levante rápidamente para luego sacar mi navaja de plata.

-Oye. No eres una humana normal-sonrío ladinamente.

Jin bajo rápidamente y se puso delante de mi.

-Ella no es una presa, Jungkook-dijo seriamente.
Yo aún tenía la navaja apuntando hacia el chico.

Al parecer si me metí en la boca del vampiro.

-¿Porqué no es una presa?-dijo el tal Jungkook.

-No te hagas. Soy cazadora. Te podría matar en cualquier momento, vampiro-le dije y me coloque al lado de Jin.

-Ahora lo entiendo. Por eso tenias tanta fuerza- Sus ojos dejaron de estar rojos y ahora estaban de un café con un cierto brillo travieso en ellos.

-No le harás nada. ¿De acuerdo?-dijo Seokjin. Lo mire sorprendida. Su semblante era totalmente serio.

Creo que mi plan estaba funcionando a la perfección. Aunque casi soy mordida por un vampiro.

-De acuerdo, hermano-dijo y después me dio una mirada rápida y desapareció en la oscuridad.

Jin se giro hacia mi y me inspeccionó por todos lados.

-No te hizo nada ¿verdad?-me miro preocupado.

-Tranquilo, vampiro. Estoy bien- le sonreí.

Se veía preocupado. Ja.
Quien lo diría.
Que un vampiro que toma sangre, se preocupa por una simple humana.

-Bueno a lo que te traje. Acompáñame- me dijo y empezó a caminar. Guarde mi navaja y lo seguí.
Seguimos camina hasta que llegamos a una puerta. Jin la abrió y me dejo pasar. Era una oficina. Bastante linda, con un escritorio en el medio y en los costados de la habitación estaba lleno de estates con libros. También había un sillón en frente de un gran ventanal que daba al jardín lleno de rosas rosadas y rojas.