?SINOPSIS? (+21)
Hay algo en Aemma O'Hara, la enigmática y carismática fundadora de la agencia O'Hara, que la hace difícil de resistir: Es poderosa, segura de sí misma, seductora nata y una amante fenomenal. Tiene dinero, fama, éxito... Sin embargo...
El amor es tan bello que no debería estar escondido ni en un clóset ni una oficina ni en un departamento. El amor debe ser vivido con plenitud.
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Los hechos se desencadenaron tan rápidamente que no pudieron ser frenados. Aemma sabía que la vida no era fácil, después de todo, si así lo fuera sería sumamente aburrida. Los periodistas parecían cazadores acechando a la presa y aun cuando Karen logró sortear la situación tomando el micrófono desviando la atención a la importancia del primer libro de la ONG, ellos no dejaban de intentar saber más de aquello que consideraban un escándalo empresarial.
El evento continuó su curso con el esfuerzo de Camille y otros empleados. Luego de entrevistar a la escritora, los periodistas se marcharon del lugar sin nada más que hacer. Mientras, los gerentes de la agencia O'Hara estaban reunidos en la sala de reuniones de la empresa, a la espera de la dueña de la misma.
Karen, Lysandro y Katharina intentaban, con llamados, frenar a la prensa, pero parecía una tarea casi imposible.
Danielle estaba en la misma sala, cabizbaja. En el momento que aquella noticia del romance explotó, buscó refugió en los ojos ambarinos de su amante, pero estos se le pusieron esquivos. Aemma decidió mirar los ojos verdes de su novia, enfrentadas en una discusión en voz baja, parecía más preocupada por el romance entre Sarah y Jav que por la revelación del romance entre ellas. Y Danielle no mentiría si dijera que eso le dolió, porque lo hizo, de tal manera, que sus inseguridades salieron a la luz.
El sonido de una pisada fuerte llamó la atención de todos, y desde la sala de reuniones, vieron como Aemma salía del ascensor, convertida en un huracán de furia seguida por Jav, quién intentaba retenerla sujetándola del brazo.
—¡Déjame! —gritó Aemma.
—¡No voy a dejarte, tienes que escucharme!
—¡Que te jodan, Jav!
—¡No te comportes como una chiquilla escandalosa! —dijo Jav, molesta—. Tenemos que hablar.
—¡Voy a hacer todo el escándalo que yo quiera! —replicó Aemma, mordaz—. No te quiero escuchar, me dirás mentiras.
—¿Yo? Disculpa, pero creo recordar que no soy la única en que aparentemente tuvo un romance con otra mujer.
Las mejillas de Aemma parecían estar prendidas fuego por el rojo escarlata en ellas. Lanzó un bufido dando media vuelta dirigiéndose a su oficina, situada en dirección contraria de la sala de reuniones.
Una vez allí, Jav cerró la puerta, caminando hacia la computadora que había sobre el escritorio de su novia.
—¿Qué crees que haces con mi portátil? —preguntó Aemma, cruzándose de brazos.
—Para hablar, vamos a necesitarla.
—No entiendo la razón, pero dime ¿Hace cuánto estás con esa modelito?