Siento que es la primera vez que estoy con él, finalmente dejo que todos los recuerdos revivan.
Bruno causa revoluciones en mi cabeza y en mi corazón cada vez que me besa.
—Lo siento, chico apuesto,—Le digo cuando se separa de mí y me permito recargar mi cabeza en su pecho. Bruno con su brazo derecho me abraza.
—También lo siento, cada día que estuve allá, no dejaba de pensar que había sido un error irme.
—Era un sueño que tenías, no fue todo tan malo.
—Lo sé, pero, no me sentía completo, cada día deseaba que estuvieras conmigo, siempre pensaba en tí,—Bruno me da un pequeño beso en la frente.
—Es gracioso, sabes, en algún punto pensé que habías hecho tu vida con alguien más.
Se aleja un poco de mí y me mira sarcástico.—¿Estas tonto o qué te ocurre?,—Toma mi mentón y me da un beso.
—Claro que no, pero, eres muy guapo, y no dudaría ni tantito que tuvieras chicos detrás de tí,—Ambos reímos un poco.
—No estaría con nadie, menos si no te he sacado de mi cabeza.
Recargo mi cabeza en su pecho de nuevo, y disfruto mucho de este momento.
—Ni aunque hubiera alguien igual a tí, sé que en el fondo no es lo mismo. Aunque alguien parece que no piensa así,—Añade y me mira juguetón.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando?
—David,—Dice cortante y desvía su mirada a sus manos.
—David es mi amigo, solamente,—Me acerco a él y tomo una de sus manos.
—Sé nota que él te quiere y bueno, por todo lo que me han contado los chicos, parece una buena persona.
—Es una buena persona y un gran amigo, pero sólo lo veo como eso, mi amigo,—Reafirmo un par de veces.
—¿Tú no lo quieres?, Lo digo porque tal vez esté mal que estés así conmigo.
Me siento extraño por dentro, no sé cómo explicar la "nostalgia" que siento, suspiro un poco y siento que puedo hablar.
—Él es muy lindo y claro que lo quiero mucho, chico apuesto, pero no lo amo.
Ni aunque estuvieras a millas de distancia podría amarlo.Bruno me toma desprevenido y me besa por unos segundos.
—¿Eso a que se debe?,—Sonrío y Bruno me mira lleno de ternura.
—Mi corazón se alegro al escuchar eso,—Acaricia mi mejilla con su dedo índice.
—Eres un tonto.
—Un tonto al cual quieres,—Dice juguetón y me da un beso breve, me es imposible no sonreír.
—Bueno, y, ¿Cómo lo conociste?,—Pregunta lleno de curiosidad y según mis ideas, le encanta que le diga que no hay nadie más que él.
—Días después de que te fuiste, fui a un bar, ya sabes a tratar de olvidar todo, sobre todo el dolor que sentía, y vi a David esa noche, cruzamos un par de palabras y bueno, él me besó,—Me da un poco de pena recordar ese momento, mis mejillas se ponen un poco rojas pero no siento la suficiente pena para no aguantar la mirada de Bruno.
Él arquea una ceja y su boca está entreabierta.
—Me sorprende, así que él no perdió el tiempo y te besó, interesante.
—No me veas así,—Golpeo ligeramente su brazo.
—Bueno, bueno, ¿Y después?
—Tomamos un poco, hablamos de cualquier cosa y después me llevó a casa. La verdad me ayudó mucho, durante siete meses me ayudó, me apoyó, salíamos a comer, al cine, me ayudaba a distraerme, pasábamos rato con los chicos, íbamos a los ensayos de la banda. Se portó muy bien conmigo, pero fui claro desde el principio y bueno, ahora estoy aquí contigo.

EST?S LEYENDO
Un magnífico error
Teen FictionNo podemos forzar a alguien a que se quede con nosotros, no podemos obligar a otra persona a que nos ame. Lo único que podemos hacer es darle un pedazo de nosotros y esperar que haga lo mismo, sin rompernos en mil pedazos, pero sin importar que pase...