How to lose a guy in 10 days -Markhyuck-

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—No tenemos... hijos— dije mirándolo fijo.

El se sentó en la mesa dándome la espalda, al rato empiezo a escuchar sollozos. Soy el único cuerdo aquí?

—Te odio— dijo llorando. Agarre al perro y fui hacia el.

—¿Sabes que? Lo siento. No lo quería decir de esa forma. Muéstrame. Por favor, muéstrame— dije sentándome a su lado.

—"¡No tenemos hijos!"— dijo imitándome sin dejar de llorar.

—Creí que te referías a... Krull— dije dudoso— ¿Me lo puede mostrar?— dije viéndolo cariñosamente

—Tu ni los quieres ver— dijo agarrando el álbum y poniéndolo contra su pecho.

—Si quiero. Por favor, muéstramelos. En realidad quiero verlos— no, no quería pero, quería que deje de llorar por favor.

—¿Quieres?— preguntó mirándome

—Si— dije dudoso

—Bueno— y abrió el álbum, sáquenme de aquí. —Esa es nuestra boda— dijo mostrándome una foto de dos personas casándose y sobre sus caras habían fotos nuestras— Y ese es nuestro primer hijo, Mark Junior— continuó

—Si— dije mirando la foto atentamente.

—Oh! Esos somos nosotros en nuestras vacaciones de Hawái, el pequeño Haechan está en mis hombros y Mark en los tuyos— dijo sonriente.— Ahí está otra vez Haechan. Y los niños en Suiza, cantando.

—Nuestros hijos son muy... atractivos— dije sonriendo forzado. En eso sonó el teléfono, gracias a dios.— Si!, oh! Hola mamá. Si, estoy bien. Si, está aquí. Un momento.— dije sacándome el teléfono del oído— Es para ti— dije pasándole el teléfono a Donghyuck.

—Oh! Maravilloso— dijo agarrándolo— Hola Suegra— dijo animado.

—¿Por que te estas llamando mi mamá?— pregunté desconcertado, ganándome un "sh" por parte de él.

—Se lo acabo de mostrar— dijo contestando la pregunta de la otra línea— Si, bueno, piensa que nuestros hijos van a ser muy atractivos— siguió diciendo— Oh no!, está bien, sigue cocinando, llámame más tarde, mañana!!— termino cortando el teléfono.— Gracias amor— dijo pasándome el teléfono.

—Si, de nada— que carajos fue eso, por qué habla con mi madre, desde cuando conoce a mi madre. —Así que, tu y mi mamá,  hablan ¿eh?— pregunté

—Si!, la llame para conseguir algunas fotos de tu de bebé— dijo sonriendo— Oye, nunca me contaste que usaste pañales hasta los cinco años— dijo provocando que me atraganté con la cerveza

—¿Sabes que?. Tengo que ir a...— ni pude terminar la oración porque le maldito perro, hizo otra vez pis en la mesa de póker que tengo en mi casa. —Oh no! No otra vez— dije frustrado.

—Piensas que puede ser que piense que de pronto la felpa de la mesa sea pasto?— pregunto mirándome— ya sabes porque, ambos son verde— dijo sonriendo.

Ok necesitaba ir al baño y relajarme, lavarme la cara hacer algo.

Me moje un poco la cara y me seque con la toalla, al sacar la cara de la toalla me dije mejor esta. Era rosa, por qué era rosa?, si yo no tengo toallas rosas, nunca compre.

En el mueble de mi baño había un vaso con dos cepillos de dientes, dos, por qué dos, si vivo yo solo aquí.

Salí del baño espantado, que carajos hacen todas esas cosas ahí, quién carajo las pus... oh, ya se quien.

—Maku, ¿tienes planes para esta noche?— pregunto sentado en mi cama.

—¿Está noche?— pregunte

—Si, tengo otra sorpresa para vos— dijo sonriente.

—Ah... ¿sabes que?— comencé— Hoy no, tengo que trabajar— dije

—Oh no!— dijo triste

—Si, lo se, el partido de los Knicks, había planeado un guiso de brócoli con espárragos para vos y yo ahí pero no puedo hacerlo, porque debo trabajar— termine sonriendo.

—Eso es una pena!— comenzó — Porque tengo entradas para el juego de hoy!— una mirada triste fue visible en su rostro. Lo mire sorprendido, sentí como los ojos casi se me caen de la cara.

—Entradas?— pregunte

—Maravilloras entradas, asientos en primera fila. Es decir, ahí puede oler... el sudor— dijo

—Supongo que... no es una obligación. Llamaré a Johnny para que me reemplace— dije mirándolo sonriente.

—Maravilloso!— dijo contento

—Si, ¡Gracias!— le dije mirándolo a los ojos.

—Amor, no hay de que— me dio un beso en los labios.

—Si!— festeje. —Mira la hora que es, es tarde— mire mi reloj.

—Está es una oportunidad única y la voy a compartir contigo.— dijo sonriente. Sonreí acercándome a el para darle otro beso sobre los labios.