抖阴社区

                                        

- ¿Qué sugieres? - Preguntó Bogdan.

- No podemos dejar sin protección el bosque del olvido, por lo que deberán permanecer aquí hasta que llegue el momento de la reunión.

La inquietud del joven Renae lo obligó a preguntarle a Percival: - ¿Cómo que "hasta que llegue el momento de la reunión"?

- Quiero que ustedes estén allí, ustedes forman parte de esta guerra que se avecina, y no es opcional mi querido Renae... vendrás con nosotros.

A la mañana siguiente, Percival soltó un ave para cada reino restante y cada una de ellas llevaba sujeto en una de sus patas un tubo con tres estrellas rojas, los días transcurrieron y se convirtieron en semanas, la distancia a cada reino era enorme para las aves, por lo que las respuestas provenientes de los reyes no serían del todo rápidas en recibir; Semanas después las aves comenzaron a llegar de sus destinos y con ellas las respuestas de los reinos eran favorables, cada rey estuvo de acuerdo en asistir a la reunión en el lugar y fecha pactados.

Por siglos el valle de los reyes no había sido asistido por ninguno de ellos, pese al tiempo transcurrido en soledad, la mesa hecha de un enorme tronco aún se encontraba fijamente enraizada al suelo, alrededor de la mesa habían varios troncos convertidos en sillas talladas las cuales se encontraban sujetas al suelo de la misma forma.

Los reyes de los tres reinos, Oxzorm, Gurond y Niiveth comenzaron a llegar a ese valle, cada uno de los señores de los reinos eran escoltados por sus ejércitos de no menos de doscientos hombres, mientras cada uno tomaba su lugar en la mesa de los reyes se les escuchaba intercambiar palabras.

- Henos aquí, reunidos en este reminiscente lugar. - Decía el Rey Lenlod, amo de las profundidades de la tierra.

- Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nuestros antepasados estuvieron reunidos justo aquí. - Dijo el rey Odo, señor de las montañas.

Aseverando a la moción de cada uno de sus iguales, el supremo rey de los mares Stanimir agregó: - Es un gusto verlos de nuevo, aunque me hubiera gustado que las circunstancias fueran otras.

Mientras cada uno se elogiaba y reían el uno del otro, con su inseparable báculo, Percival hizo presencia ante los reyes para discutir los detalles para la gran guerra, una vez reunidos en la mesa de los reyes, comenzaron las preguntas hacia el viejo de Bathar.

- Percival... ¿Qué noticias nos traes?, ¿Qué sabes de la puerta del infierno?, ¿Sabes en donde está la espada negra?, ¿Y los medallones?- Preguntaba cada uno de los reyes a destiempo

- La puerta no aguantará por mucho tiempo, eso deben ya saberlo y por eso estamos aquí reunidos este día, hay muchas preguntas por hacer y pocas respuestas que puedan disipar nuestras dudas pero, lo que si les puedo decir es que lo que suceda a partir de este momento cambiará la historia de los cuatro reinos; Para ello, han venido conmigo quienes pueden ayudarnos a dar fin a esta locura. - Al terminar, Percival hizo una seña con su mano para llamar a sus acompañantes.

Tibo, Bogdan y Renae se acercaron a la mesa de los reyes y no tardó mucho tiempo cuando:

- ¿Bogdan, Que diablos estás haciendo tú aquí? - Preguntó el rey Lenlod. - Las órdenes que te di fueron precisas, ¿Acaso has traicionado a tu rey?, ¿Sabes cómo se paga la traición?

- No he cometido traición alguna mi rey.

Interrumpiendo a Lenlod, Percival le preguntó: - ¿Cuáles han sido sus órdenes su majestad?

- Creo que ya no tiene caso en este momento, ¿No es así Bogdan?

- Su majestad, Bogdan no ha cometido ninguna traición y en todo caso, cada hombre y ser místico será necesario para enfrentar al Dios Negro... Yo sé cuáles fueron sus órdenes las cuales no diré en este momento ya que tenemos un problema mayúsculo por resolver.

La Espada NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora