El cáncer es definitivamente una enfermedad muy dura, poco a poco te vas apagando.
Tomioka Giyuu de 21 a?os sufre de Leucemia, su destino ya está escrito.
Su ángel guardián, Tanjiro, se ha ofrecido a cuidar de él y darle el mejor a?o de su vida, su...
Giyuu levantó su mano izquierda extrañándose ante aquellas curiosas palabras pues llevaba puesto guantes para el frío.
— Si, hace exactamente un año.
— ¿Es de compromiso?
El azabache negó sin dejar de lado su tranquila sonrisa.
— Es de promesa, pronto lo cambiaremos a uno de compromiso y luego...
— Matrimonio. — Completó el ángel quien no podía ocultar su emoción.
Le alegraba tanto que Giyuu tuviera apoyo de Sabito... Pero aún seguía un poco incómodo pues él y Makomo eran los únicos que sabían que aquel joven de la cicatriz en su mejilla planeaba dejarlo.
Si no se enteraba que tenía cáncer... Se hubiera ido dejándolo solo.
Tanjiro por mala suerte, no era bueno ocultando su estado de ánimo, era bastante transparente.
— ¿Te molesta algo? — Giyuu metió una de sus manos en el bolsillo de su abrigo para guardar mejor el calor.
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— A-ah, es que estaba pensando y fue un poco molesto. — Confesó tratando de ignorar la mirada de preocupación del azabache.
— Lo imagino, a veces también me pierdo en mis pensamientos, pero es algo normal, no pienses que soy raro.
— No lo pienso, yo pienso que usted es una persona muy interesante.
— ¿Será que me estás coqueteando?
Tanjiro rio por lo que su humano dijo.
— Estoy siendo amable, ¿Es demasiado para usted?
— ¿No soy de tu tipo acaso? Eso sonó a rechazo total. — Aquello lo dijo para seguir bromeando con el chico.
— Claro que es mi tipo, Giyuu-san me agrada mucho.
— Oh, solo agradar... No es suficiente.
— ¿Por qué? No veo razón para decir que no lo es, usted me agrada y quiero cuidarlo hasta que...
De inmediato y sin dejar escapar más palabras, cubrió su boca mordiéndose su propia lengua en el proceso.
— ¿Hasta que...? — Giyuu volteó a mirarlo notando que el chico retiró sus manos bastante rápido.
— H-Hasta... Hasta que...
— Entiendo lo que quieres decir. — No lo dejó terminar, el angel agradeció esto, no podía mentir y aquello tampoco lo podía revelar.
Tenía que comenzar a medir sus palabras o buscar formas de evadir preguntas sin mentir si no quería exponerse.
— Yo no esperó llegar al próximo año. — Miró hacia el nublado cielo. — No sé cuánto tiempo me quede, incluso... Me cuestiono ¿El tratamiento funcionará? No lo sé, pero en todo caso, debo de intentar.