En algún momento durante su camino a casa desde el gimnasio, Felix había aceptado que Hyunjin pasara la noche con él.
"Mis padres están fuera por un mes", dijo inconscientemente, haciendo que Hyunjin entrara en un frenesí para quedarse hasta que Felix dijera que sí. Normalmente habría estado rojo de irritación por el sonido de una persistencia tan molesta, pero la sonrisa que daba la cara de Hyunjin cada vez que aceptaba algo haría que Felix olvidara todo lo frustrado que estaba.
Entró a su casa con Hyunjin en cuestión de minutos, después de haber caminado más rápido de lo habitual. Afuera, el enfermo tembló como un animal recién nacido, incluso con la chaqueta extra que Felix le había ofrecido.
"Hace calor-" Hyunjin exhaló y se estremeció una vez que estuvo adentro, quitándose los zapatos.
Felix entró y giró la cabeza. "Eso espero." Él se adelantó. "Mi habitación es por allá".
Hyunjin lo siguió enérgicamente. Observó su entorno una vez más, fascinado por el interior de la casa de otra persona. Todo estaba ordenado y colocado perfectamente aquí y allá, dándole a la casa de el rubio un ambiente cálido. Le recordaba a su hogar...
Hyunjin casi chocó con Felix cuando se detuvo para entrar a su habitación.
"Puedes sentarte en cualquier lugar". Se metió en la cama y dobló una pierna, sacando su computadora portátil para encenderla.
"¿Está bien tu cama?" Hyunjin se quitó la chaqueta de Felix.
"Dije en cualquier parte".
Hyunjin se dejó caer sobre el colchón justo después de esas palabras, golpeándose la cabeza contra el hombro de Felix. Él retrocedió con un gruñido.
"Cuidado." Felix se movió hacia un lado para darle más espacio a su visita. A pesar de esto, Hyunjin todavía estaba lo suficientemente cerca como para que sus brazos se tocaran. Felix suspiró y perezosamente arrastró su dedo por el mouse. "¿Quieres ver una pelicula?"
Hyunjin se acurrucó sobre sí mismo y metió las manos en el bolsillo de su capucha. "Sí. Cualquier cosa está bien". Sus ojos negros miraban fijamente la pantalla.
"Bueno." Felix abrió la primera película que tenía en la memoria de su computadora. Apartó el portátil y presionó play.
"¿Cómo se llama?" Confundido, Hyunjin lo miró.
"El Atlas de las Nubes."
"¿Cuánto tiempo dura?"
"Alrededor de tres horas". Sacó las piernas de la cama y cruzó su habitación para agarrar una manta gruesa que estaba en una silla. Luego se lo arrojó a Hyunjin una vez que estuvo lo suficientemente cerca. "Has estado temblando. Úsalo".
Hyunjin recogió la manta azul marino en sus brazos y se la echó con cuidado sobre los hombros. Era suave. "Gracias." Mantuvo sus ojos en la pantalla. "Solía manejar el frío mejor que esto". Una risita avergonzada se le escapó.
Exhalando por la nariz, Felix recuperó su asiento en la cama, cruzando las piernas. "Las cosas pasan."
"Si..."
Afuera, el cielo se oscureció a medida que las nubes entraban. Hyunjin se calmó, se acurrucó y observó como comenzaba la película.
El sonido de la lluvia golpeando contra la ventana hizo que Felix volviera a la realidad. Miró a su alrededor con prisa, pero se calmó rápidamente una vez que su memoria volvió a él. Se había quedado dormido por un breve momento, con los brazos cruzados y la cabeza apoyada sobre algunas almohadas. Con mucho esfuerzo, se sentó para mirar a Hyunjin.
La película estaba amás de dos horas de haber comenzado, casi llegando a su fin, y Hyunjin yacía de lado, acurrucado y agarrando la manta con la poca fuerza que le quedaba. Sus ojos estaban entrecerrados y pegados a la pantalla, su rostro carente de emoción. Casi parecía que estaba dormido.
"¿Hyunjin?" La voz de Felix era atontada.
Lentamente, sus ojos negros se desplazaron hacia un lado para captar la mirada de Felix. Voltió la cabeza débilmente y su cuerpo junto con él.
"Lo siento. He visto esta película tantas veces que en realidad me quedé dormido". Felix se pasó una mano por la cara.
"No lo lamentes". Hyunjin se encontró sonriendo. "Es tu casa. Duerme si quieres".
"No si tengo visita".
"Está bien. No soy solo visita, después de todo. Somos amigos". La cabeza de Hyunjin se inclinó hacia un lado, volviendo su atención a la película. "Estuviste dormido por alrededor de una hora".
Felix solo suspiró y se frotó la nuca.
"Te envidio. Ojalá pudiera dormir así de nuevo".
La culpa burbujeó dentro de Felix. Se había dado cuenta de lo grosero que era eso, quedarse dormido tan fácilmente frente a una persona cuya mayor lucha era solo eso.
"Que... insensible de mi parte..." Frunció el ceño, reprendiéndose mentalmente.
"No llores por eso". Hyunjin se movió mientras se recostaba, sacando una pierna para acomodarse junto a Felix. "La película me hizo compañía. Es muy buena. Un poco confusa, pero buena. Tendré que volver a verla".
Extraño. Hyunjin era tan extraño. Parecía que no le molestaban muchas cosas, y hablaba abiertamente de otras, soltando frases que no parecían haber pensado mucho en ellas. Felix dudaba que alguna vez volviera a tener a Hyunjin, así que escucharlo decir 'tendré que verla de nuevo' no le sentó muy bien.
Felix torció sus labios a un lado y decidió decir algo más. "¿Estás cansado?"
"Agotado." Hyunjin respondió honestamente.
"Cierra los ojos por el momento". Felix sacó sus piernas fuera de la cama con mucho esfuerzo y se puso de pie. "Traeré un poco de agua". Salió de la habitación rápidamente, dejando a Hyunjin solo.
Después de varios segundos, regresó para ver que Hyunjin había cambiado por completo su posición en la cama. Se tumbó boca arriba, con la cabeza sobre algunas de las almohadas de Felix. Sus manos descansaban sobre su estómago, la manta oscura lo rodeaba por detrás, pero se resbalaba lo suficiente para que su torso quedara expuesto. Su cabeza descansaba contra la cama, se dejó caer a un lado, alejándose de Felix.
De nuevo, si no hubiera sabido nada mejor, Felix habría imaginado que Hyunjin ya estaba profundamente dormido. Se acercó a su cama en silencio. La habitación estaba oscura, aparte del suave resplandor naranja que emitía su lámpara.
Dejó las bebidas y se arrastró a la cama, como si tratara de no despertar al otro. Acostado sobre su espalda, miró al techo.
No se intercambiaron palabras por lo que pareció una eternidad antes de que Felix hablara.
"¿Cómo se siente? ¿No poder dormir?"
La respuesta de Hyunjin se retrasó. "Horrible." Voltió la cabeza en la dirección opuesta, mirando a Felix ahora. "Apenas puedo mantener los ojos abiertos durante el día, y apenas puedo mantenerlos cerrados por la noche". Él rio.
"¿Te frustra?"
"Lo era al principio, cuando no entendía por qué. Pero ahora lo entiendo mejor". Su mano se levantó para acomodar sus cabellos desordenados. "Aún así lo extraño. Dormir. Soñar".
Felix miraba a Hyunjin, escuchando cada palabra que decía.
"También solía tener algunos sueños locos. Especialmente antes de ciertos partidos de básquetbol". Se rio de nuevo, esta vez más fuerte. "Soñaba que me equivocaba durante un lanzamiento, y luego me despertaba frustrado, y constantemente me decía a mi mismo que era el mejor".
"¿Todavía piensas que eres el mejor?" Los ojos esmeralda buscaron los de Hyunjin en busca de una respuesta honesta.
Suspiró su respuesta con una sonrisa. "Si." Hyunjin cerró los ojos después de eso, con una mano apoyada en el costado de su cabeza. Obviamente estaba cansado, mostrando signos de agotamiento con cada pequeño movimiento que hacía.
Felix guardó silencio y juntó los dedos sobre su estómago, su cabeza se relajó sobre la almohada. Los dos no intercambiaron ninguna palabra después de eso, terminando la conversación tan repentinamente como había comenzado.
Habían pasado dos horas desde sus últimas palabras el uno con el otro, sin embargo, Felix seguía despierto en la cama. Intrigado para Hyunjin, lo observó en silencio a través de los párpados casi cerrados, sus gruesas pestañas fueron suficientes para ocultar el hecho de que todavía estaba despierto. Cansado, pero despierto.
Felix no podía dormir, pero no fue por no conocer mucho a Hyunjin lo que causó esto. No podía dormir debido a su sincera fascinación con él.
Hyunjin podía quedarse quieto durante bastante tiempo, con la cabeza inclinada hacia un lado, con una mano sobre el estómago y la otra a un lado. Cuando estaba así, Felix pensaría que estaba descansando, y casi lo creería hasta que Hyunjin se despertara de nuevo, su cuerpo lo sacudía con la mínima relajación que intentara lograr.
Al principio, Felix no pensó en ello. Hyunjin haría una mueca y volvería a la realidad como lo haría alguien cuando soñaba que estaba cayendo. Pero Felix sabía muy bien que tal cosa no era posible con la condición de Hyunjin. El menor se compadecía de él.
Tres veces, Hyunjin se despertó involuntariamente y, tres veces, se cubrió los ojos con el antebrazo y soltó un suspiro tranquilo. Felix se negó a reaccionar a esos momentos, con la esperanza de evitarle a su visita la vergüenza de haberlo visto. Tenía la intención de cerrar los ojos y quedarse dormido de verdad luego, pero después de sentir que su colchón se sacudía por cuarta vez, abrió los ojos.
Felix se levantó sobre sus codos. "Hyunjin", susurró.
Alarmado, se giró rápidamente. Su rostro parecía tanto sorprendido como exhausto al mismo tiempo. "¿Felix? Lo–"
"No lo hagas". Murmulló, Felix se acercó a Hyunjin, luego continuó recostándose sobre su espalda, su cabeza ligeramente elevada con las almohadas que se sentaban detrás de él. "No te disculpes".
Ligeramente avergonzado, Hyunjin miró hacia otro lado y se frotó los brazos.
"Ven." Felix hizo señas a su visita.
Volviendo su atención a él, Hyunjin se encontró con la mirada de Felix. Tenía una expresión confusa, preguntándose qué había querido decir el otro con esa palabra.
"Dije que vengas". Hizo un gesto a Hyunjin para que se acercara. "Ven aquí." Cuando Felix dijo esto, extendió un brazo, como si se estuviera preparando para algún tipo de abrazo.
Obedeciendo con vacilación, Hyunjin se movió hacia Felix y se recostó contra él, acomodándose en la curva de su brazo. No cabía duda de que era más grande que Felix, pero eso no le impidió encajar perfectamente.
La cabeza de Hyunjin descansaba sobre el hombro de Felix. El brazo de el rubio se envolvió con cautela alrededor de los anchos hombros de Hyunjin.
Ninguno de los dos dijo una palabra.
Pasaron los minutos y, a tiempo, Felix pudo sentir a Hyunjin relajándose contra él, los signos de fatiga finalmente lo desgastaban. Su cabeza cayó sobre su hombro, y sus dos manos descansaban sobre su estómago. El estaba intentando. Intentando aprovechar tanto esa pequeña cantidad de sueño que lo ayudaría a pasar el día siguiente, y Felix quería ayudar.
Por mucho que no quisiera creerlo, Felix tenía tantas ganas de ayudarlo.
¿Por qué?
Felix vio como una de las manos de Hyunjin se movía involuntariamente, y para su consternación, no se detuvo. Lentamente, extendió una mano y temblorosamente la cerró sobre la de Felix, sus dedos encajaron en la palma de Hyunjin. En segundos, su mano volvió a la calma.
Felix inhaló en silencio. Vio cómo el pecho de Hyunjin subía y bajaba con cada respiración que lo mantenía con vida. Su respiración estaba controlada, muy parecida a la de una persona que en realidad estaba dormida. Frunciendo los labios, Felix dejó caer la cabeza sobre las almohadas. Giró la cabeza hacia un lado, al de Hyunjin. Podía oler su leve aroma. Olía como a un hospital...