— Antes de leer esto, quiero agradecerles mucho el amor y el apoyo que le dan al libre, si pudiera agradecer de alguna manera seria dando mi corazón a todos ustedes, son lo máximo, disfruten la lectura.
— One shot basado en el primer capítulo del libro hay varios cambios y un nuevo final.
El sol salió entre las montañas para iluminar aquel día, desde muy temprano abandono su casa para ir por las islas hasta llegar a lo mas lejos de la isla naranja para aventurarse a las mazmorras, dungeon y mineria, Juan necesitaba demasiadas cosas para su dulce hogar, bajo el cuidado de Biyin quedó su cerdo, prometiendo pagarle con algo valioso una vez llegara de su exploración.
El problema era que lejos de todo civilización, perdió completamente la señal.
Aquel Híbrido de oso junto a todos los habitantes de ambas islas, creyendo que estos estaban todos, incluyendo Juan, anunció el problema de la luna roja, explicó como era afectado y lo peligroso que se volvía para los híbridos esa noche, Focus afirmó que como Spreen aún era joven no sabría como controlarse, el Híbrido de cuervo les ayudó a todos tomar las medidas, todos sabían, todos se iban a esconder una vez llegara la noche, todos excepto Juan estaban a salvo.
— ¡No me contesta!, ¡No le llegan mis mensajes!. Dijo Ocho preocupado, llamó, envió mensajes, suspiro frustrado.
" El número que está tratando de comunicarse está apagado "
— Chat
- Chat - Auron: " Juan, Spreen es afectado por la luna roja, no te quedes a su vista o te mata"
- Chat - Betra1: "Tengan cuidado con Spreen, pierde el control con la luna, encierrense hasta el día siguiente.
El chat se alboroto ante la falta de comunicación de Juan, aunque quisieran comunicarse o buscarlo, no era opción, Spreen dio reglas.
— No salgan, si lo hicieran no hagan ruido, eviten estar lastimados, puedo oler desde lejos las heridas, Sobre todo.
No se acerquen a mí.
No había mas remedio que esconderse y rezar, ni el profeta o Drako estaban para protegerlos. La noche iba ingresando y el sol se escondía entre ese precioso prado donde iba nuestro protagonista, lastimado, agotado y por suerte no hambriento, estiro sus brazos para bostezar, tanto viaje y pelea le canso, con antorcha en mano alumbró su camino, noto como la Luna iba cambiando de tonalidad de naranja a un profundo carmín.
— que belleza. Murmuró para si mismo, en su camino a los portales noto lo vacío de cada una de las tiendas, aldeas, ni siquiera nada, miró su teléfono y este seguía sin señal alguna, ladeo la cabeza, ni siquiera había mobs pero sin dudas algo había antes, había restos de huesos, arcos, carne de zombie y pólvora.
Siguió su camino con calma, la antorcha se apago y como no tenía para fabricar se aguanto, iba por la calle cantando por lo bajo " Tu mundo ideal "
Repentina escucho unos pasos, detuvo su andar para buscar de donde provenía, una parte suya le decía que continuará, su lado curioso le iba condenando; una silueta se diviso por la arboleda, podía jurar que aquella sombra grande y alta le miraba, trago en saco para retroceder, apretó su bata con algo de miedo de eso.
— ¿Mariana?, ¿Axoxer?, ¿Mayichi?. Mencionó nombres al azar pero no parecía ser ninguno, aún así sentía esa sensación de peligro. — ¿Hola?.
Juan estaba bajo una farola, su cuerpo parecía rígido debido que estaba siendo preso del pánico por otro lado estaba Spreen saliendo entre la oscuridad, a sus ojos aquel muchacho de gafas era una presa, estaba algo sucio, podía oler aquel aroma metálico, un corte en la mejilla y quizás en la pierna por la manera que caminaba no era la mejor, anteriormente olvide mencionar que el hechicero recibió una flecha en el muslo, una de flecha que tenía una poción de pesadez.
— Juan. Ambos se miraron a los ojos, instintivamente se fue acercando, pero el nombrado retrocedió.
— ¿Estás bien?. El pollero no tenia su sombrero, tapabocas o sus lentes, esa mirada parecía matarlo, una mirada frívola y filosa.
— ¿Te parece jugar?.
Debía sacarselo de encima: — Oh, no puedo, es muy tarde y no he alimentado a puerco araña.
— Si yo digo que jugamos, lo haremos. Ese tono le hizo inquietarse. — Tenes 5 segundos ventaja y reza para que no te alcance.
No lo pensó, no perdió tiempo y aún con el dolor de pierna que se iba curando, solo faltaba que se llenará un corazón y listo, comenzó a correr, pedía a los dioses poder flotar, ya sentía la mirada ajena y luego escucho sus rápidos paso a él, repentinamente no sintió el suelo a sus pies, estaba flotando, un alivio apareció en su rostro se giro para ver a Spreen aún siguiéndolo, aunque la lejanía era obvio aún lo tenía detrás suyo.
El oso no era tonto, sacó su arco y una flecha para derribar a Juan y mala puntería no tenía.
— Pelotudo. Murmuró el Híbrido para soltar la flecha en el brazo de Juan provocando su caída, era solo cuestión de tiempo que lo encontrará.
Por su lado el de gafas jadeo ante el dolor, quito la flecha y cayó, sobre su árbol varias ramas lo lastimaron y geito nuevamente al tocar el suelo, sentía sus huesos rotos y de milagro tenía la mitad de un corazón, el sonido sordo en su oreja le aturdio, sabía que no podía quedarse quieto, no había oportunidad de descanso, jadeo agotado para levantarse, ardía cada uno de sus huesos y músculos su brazo no dejaba de sangrar y la pérdida de aquello le estaba aturdiendo, siendo rápido y algo pensante rompió un pedazo de su capa para usar de torniquete y evitar mas su pérdida de sangre, algo encorvado su arrastrando una de sus piernas hasta el local de Barca donde ingreso en busca de refugio.
Spreen llegó al lugar de la caída de Juan, detuvo su andar, había sangre que no estaba seca aún, respiro profundo, como si fuera un sexto sentido vio como un hilo de camino a donde fue el hechicero, sentía que era una invitación, un reto, sonrió un poco por lo divertido de esto, solo fue en busca de Juan.
No había lugar donde esconderse, no sabía que hacer, trato de limpiar la sangre que dejó pero que iba hacer, estaba mareado por la pérdida de sangre, adolorido por la caída, no era su día, se metió dentro de un mueble para ver si al menos lo despistada un poco, guardo silencio en la oscura tienda cuando escucho la puerta ser abierta, dejo de respirar para abrir los ojos a par, no veía nada, solo escuchaba pasos suaves casi inaudibles, aunque su mano estaba llena de su sangre cubrió su boca, cerrando los ojos, quería ser invisible, desaparecer, los sonidos naturales de grillos y búhos, estaban en completo silencio, no escuchaba más nada, supuso que se había ido por lo que abrió lentamente el mueble, asomando su cuerpo para salir, arriba del mueble donde se escondió estaba sentado Spreen, dándole la espalda porque no entendía donde se metió.
Al darse cuenta de eso no dijo nada, mínimo sonido, veía las orejas de estar quietas por la falta de sonido, con lentitud se arrastro, el oso se dio la vuelta para ver si había alguien detrás suyo y no, no había nadie, se encogió de hombros para ir a buscar hacia los demás muebles, Juan estaba chillando en mute detrás de un sofá, no le vio, agradecía tanto eso, por fin pudo respirar lastimosamente esa paz no duró nada cuando algo lo estiro de la capa al suelo, grito desesperado entre dolor y miedo, encima suyo estaba Spreen, parecía molesto, fuera de sí, sus muñecas sobre su cabeza siendo sujetadas por las garras del empresario.
— no me tomes de tonto, Juan.
— Ya eres. Le respondió, se arrepintió puesto que la mano desocupada de Spreen apretaba su cuello con fuerza incluso su manzana. — A-aprieta más fu- ¡mhg! fuerte me qui-quiero morir.
Lo estaba provocando, eso no le gustó para nada, lo dejo respirar, viendo como sus ojos se había llenado de lágrimas se removió inquieto por respirar, estaba aún sentado en el cuerpo ajeno para evitar que escape.
Spreen se inclino a la oreja ajena para murmurar.
— No provoques al diablo.
— ¡Vete a la mierda!, ¡Sueltame ya maldito imbecil!. Gritó luchando por ser liberado pero se quedó quieto y callado cuando una de las filosos garras de él contrario se colocaron en su cuello.
— Sos re adorable. Una sonrisa algo tétrica se dibujo en el rostro ajeno, lamiendo la mejilla donde había un corte, eso causó un escalofrío en el cuerpo ajeno, arqueo la espalda buscando liberarse.
Pudo liberar una de sus piernas y sin pensar lucho por zafarse cosa que logró y cuando pudo le dio una patada en el estómago al otro dejándolo sin aire, corrió con todas sus fuerzas hacia la puerta para salir y huir tan rápido como pudo, su cuerpo pedía a gritos descansar pero su espíritu pedía refugio y sobrevivir.
— Chat de voz activado. Soltó su teléfono de repente.
- Chat - Auron: " Juan, Spreen es afectado por la luna roja, no te quedes a su vista o te mata"
- Chat - Betra1: "Tengan cuidado con Spreen, pierde el control con la luna, encierrense hasta el día siguiente.
Sus pasos se detuvieron de la nada, se encerró, no pensó ni bien cuando un golpe lo dejó inconsciente.
Cargo el cuerpo inconsciente para llevarselo, no pensaba matarlo pero le gustaba la idea de tener a quien tenia por crush cerca suyo, solo seria de él y nada mas.
— Ha pasado una semana que no sabemos de Juan. Dijo Carola a Spreen quien fingió preocupación.
— Lo sé es re extraño, ¿y si se fue a otro lugar con su magia esa de mierda?.
— Espero que este bien, escuche que tenia una relación con Ollie y el pobre alíen sufre.
Los demás se fueron, lo que no sabían era que condenaron al alíen, salió de la polleria para ir a su bunker donde mantenía cautivo al hechicero, seguía dormido luego de haberle dado de comer, seguía recuperándose del daño de la noche de luna roja.
Lo acobijo y acaricio sus mechones, el castaño abrió los ojos y se alejó rápidamente del Híbrido.
— Buenos días, Juan.
— No posee continuación:
Datos a consiguiente del one shot.
— Juan no logró escapar, lo consideraron muerto a los meses.
— A final desarrollo Estocolmo debido a su encarcelamiento y no soportar estar solo (tarde mucho tiempo en soportar la presencia de Spreen).
— Juan aún teme al toque del Híbrido, evita hacerlo enojar.
— Spreen desde hace tiempo estaba enamorado del muchacho, la luna roja solo le dio paso libre a poseerlo, es decir, secuestrarlo.
— Barca jamás vio nada puesto las cámaras estaban rotas, la sangre fue limpiada de todos lados. . . Menos deo mueble.
— Pol es el único que no confía en Spreen, sabe que Juan no está muerto.
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