—¿Bebé? —Jisoo tocaba la puerta. —¿Puedo entrar?
Habían pasado un par de minutos desde la discusión.
Yo seguía encerrada en la habitación.
Las lágrimas no dejaban de rodar por mis mejillas.
Siento mi corazón roto y no sé qué hacer con todo lo que pasó...
—Bebé, por favor —Escuché al otro lado de la puerta. —Solo quiero hablar
Tan solo un segundo después, la puerta fue abierta.
Jisoo dejó salir un suspiro de alivio.
—Bebé-- —Trató de limpiar mis lágrimas.
—No —La detuve y regresé a la cama.
La tensión en el aire era más que obvia.
Jisoo podía sentirla con cada paso que daba.
—Sé que lo arruiné--
—Gran descubrimiento, Kim —Limpié mi nariz con mi abrigo. —En serio que si
—Lo sé, pero en serio lo siento
—¿En serio piensas que eso arreglará todo? —Suspiré. —¿Cómo reaccionarías si yo te hablara de esa forma? ¿Te gustaría?
Ella se quedó cabizbaja.
Sabía que no era suficiente, ni cerca de serlo.
Pero pensó que era un buen comienzo.
—Sé que me odias justo ahora y entiendo por completo tu rabia —Trató de tomar mi mano. —Sé que un lo siento no es lo mejor pero es mejor que nada, de verdad lo siento mucho, T/n
—Sé que lo sientes, pero no creo que eso sea suficiente
Jisoo desvió la mirada con tristeza.
Yo me levanté y caminé al armario.
De allí saqué una maleta.
—¿Qué haces?
—Me quedaré en casa de algún amigo o algo
—¿Por qué?
—Para pensar, Jisoo
—¿Sobre qué?
—Nosotras —La miré y vi como su labio inferior temblaba. —Porque no sé qué sigue después de esto, de verdad me lastimaste al decir esas cosas que nunca debieron salir de tu boca, solo quiero espacio
Jisoo se sentía devastada ante aquella imagen.
Yo tampoco pensé que algún día me tocaría empacar para irme de nuestra casa.
Ambas teníamos el mismo miedo.
Una vez que salga de aquí, tal vez no regrese...
—No estoy diciendo que terminamos, ¿si? —La miré. —Solo digo que necesito pensar
—E-está bien... —Ella asintió sollozando.
Hubo un corto rato de silencio.
Hasta que Jisoo lo interrumpió.
—Sabes que no me molestas, ¿verdad?
—¿En serio? Porque eso no fue lo que dijiste hace un rato
—Lo que dije no es cierto, lo juro —Suplicó.
—Sea o no cierto, lo dijiste —Terminé la maleta. —Y no sé si quiero quedarme con alguien que me trata de esa forma, no es justo
Ella trató de alejar las lágrimas.
Pero una descendió por su mejilla.
—Te amo —Sollocé. —Lo único que quería era un ratito a tu lado...
—Y lo arruiné, lo siento —Asintió. —Pero, por favor... no me dejes
—Lo pensaré, ¿si? —La miré. —Dame un par de días y te llamaré
—¿Y si mejor vienes a casa?
—Lo pensaré... —Murmuré. —No lo sé aún
Jisoo solo observó en silencio.
La puerta fue cerrada y se tiró a la cama sollozando.
Sentía que su mundo se caía a pedazos.
Y la única culpable era ella misma...