Nubes Grises
-¿A dónde vamos?- Pregunté confundida debido a que habíamos pasado mi casa.
-Te voy a llevar a cenar- Respondió sin apartar la vista del camino.
-Pero… es un poco temprano para eso ¿no?- Dije mirándola casi obnubilada.
-Nos demoramos un poco en llegar, el tráfico está horrible, así que llegaremos en tiempo, no te preocupes- Dijo dirigiendo su mirada hacia mí.
Nos demoramos unos 40 minutos en llegar, en verdad el tráfico estaba verdaderamente horrible, es a la hora que casi todo el mundo sale de su trabajo, así que era algo normal, además nos había cogido la noche en la oficina, así que sí, Lisa tenía razón, llegaríamos a la hora exacta para cenar. Confieso que estaba un poco nerviosa, ¿A dónde sería que me llevaría?, creo que me suena esta zona… espera, creo que ya sé dónde estamos:
-Para el coche- Ordené tomando su mano.
-¿Por qué? ¿Qué pasa?- Preguntó estacionándose a un lado de la carretera.
-¿Por qué me trajiste aquí?- Pregunte un poco enojada.
-Es mi restaurante favorito- Respondió girándose completamente en mi dirección.
-Es el restaurante más caro que tiene toda la cuidad, aquí no vamos a cenar- Dije girándome hacia al frente.
-Pero, ¿Qué tiene de malo? Es muy bonito, además te dije que yo invitaba- Dijo tratando de convencerme.
-Un plato de este lugar cuesta lo mismo que un mes de trabajo… vámonos, aquí no vamos a comer Lisa- Reafirmé mirándola a los ojos, mi rabia se podía notar a simple vista.
-Está bien, te llevaré a casa- Dijo al ver que yo no cambiaba de opinión.
Condujo por aproximadamente unos 20 minutos, el tráfico estaba mucho más tranquilo. Ninguna de las dos dijo ni una sola palabra, hasta que paramos en el último semáforo que había antes de llegar a mi casa. Lisa se estacionó a un lado para no impedir que los demás carros pasaran, puso el freno de manos, se giró hacia mí y me dijo:
-¿Me vas a contar el verdadero motivo por el que no quisiste cenar conmigo en el restaurante?- Preguntó girándose en mi dirección.
-Ya te dije porque- Respondí sin moverme de mi posición.
-Te avergüenzas de mi ¿verdad?- Preguntó tomando mi mano.
-No, nunca, no vuelvas a decir eso- Respondí girándome para mirarla a los ojos.
-¿Entonces?- Preguntó soltando mi mano.
-Lisa hace menos de una semana que trabajo contigo, y si nos ponemos a analizarlo, solo hemos tenido algo de cercanía hace solo 3 días, si alguien nos viera, no sería bueno ni para ti ni para mí. Lo hago por no dañar tu reputación, entiende, no te lo tomes a mal- Dije tomando yo su mano esta vez.
-¿Entonces, no te avergüenza que te vean conmigo?- Preguntó bajando la cabeza.
-Pero, ¿Por qué me iba a dar vergüenza? En todo caso quien debería sentirse así eres tú, no yo- Dije tratando de sacarle una sonrisa.
-Está bien, entiendo tu punto de vista. Espérame aquí, ahora vengo- Dijo soltando su cinturón de seguridad y bajando del coche.
Habían pasado unos 15 minutos desde que Lisa se había ido, no tenía ni la menor idea a donde había ido, pero menos mal que lo entendió, me sentiría muy mal si ella llegará a malinterpretar mis acciones. Al rato de estar pensando un poco en todo, Lisa apareció con bolsas en la mano, parecía comida rápida pero no estaba segura, hasta que entró al coche y pude ver bien que era:
-¿Y esto?- Pregunté sonriéndole.
-Nuestra cena… ahora si podemos irnos- Dijo colocando las bolsas en mis piernas.
Nos fuimos de aquel lugar directo a mi casa. Estaba muy emocionada, yo soy una persona muy humilde, este tipo de cosas me ponen más feliz que ir a cenar a un lujoso restaurante. Al llegar a la casa, veo a alguien salir de mi edificio, no logro ver bien quién era, yo estaba del lado derecho y mi edificio quedaba de lado contrario. Quien si logra ver quién estaba allí había sido Lisa:
-Mira, te vinieron a visitar- Dijo mirando por la ventanilla.
-¿Quién es? No logro ver bien- Dije entrecerrando los ojos.
-Es tu ex…- Dijo volviendo a mirarla.
-¿Es Jisoo?... ven, las voy a presentar- Dije soltando mi cinturón y soltando el de Lisa también para que se bajara del carro. Al cruzar la calle, llamo a Jisoo para que se detenga, dado que ya se iba:
-Jisoo, espera, estoy aquí- Grité adelantándome para que me pudiera ver, Lisa venía detrás de mí.
-Hola Jennie, pasaba a ver cómo seguías pero no estabas en casa, así que ya me iba- Dijo deteniéndose delante de mí.
-Es que fui a buscar algunas cosas para cenar. Mira, ella es Lisa… Lisa ella es Jisoo- Dije señalándole a Lisa.
-Oh… ¿Tú eres la famosa Lisa? Un gusto conocerte al fin- Dijo Jisoo estirando su mano para saludarla.
-¿Famosa?- Preguntó Lisa devolviéndole el gesto con cara de confusión.
-Si, Jennie nunca para de hablar de ti, incluso en nuestro cuarto tenía un póster tuyo, se lo compré el día de la conferencia- Dijo Jisoo sonriendo mientras me dejaba a mí en vergüenza delante de mi Jefa.
-¿Así?- Preguntó Lisa mirando mi cara toda roja.
-Jisoo ¿Tú no te ibas?- Pregunté haciéndole señas para que se fuera.
-Ah sí, verdad… bueno, las dejo para que cenen tranquilas, un gusto conocerte- Dijo Jisoo alejándose poco a poco de nosotras.
-Vamos a subir, que se nos va a enfriar la comida- Dije abriendo la puerta y subiendo las escaleras para evitar mirar a Lisa a la cara.
Subimos a mi departamento, Lisa ya sabía dónde estaba la cocina, así que se dirigió hasta allí para coger unos platos y llevarlos a mesa, parece que la última vez que estuvo analizó cada detalle, porque yo no le había dicho donde estaban las cosas. Cuando ya estaba todo listo nos sentamos a la mesa y empezamos a cenar lo que había comprado. Ninguno de lass dos decíamos nada, ella por educación y yo por pena. Cada rato intercambiábamos miradas y risas, no decíamos nada, pero nuestras miradas lo decían todo. Una vez habíamos terminado, recogí los platos y los lleve a la cocina. Me puse a lavarlos para no tener que hacerlo mañana. Lisa se colocó justo al lado de mío y entre risas me preguntó:
-¿Entonces, tenías un póster mío en tu cuarto?- Preguntó soltando una pequeña risa nasal.
-En el póster estaba una frase motivacional que habías dicho en una de tu conferencia, y al lado obviamente estaba la persona que lo había dicho, nada más- Dije sin despegar la vista de lo que estaba haciendo.
-Qué tu novia te haya comprado un póster de otra mujer me deja mucho que pensar de su relación. ¿Estás segura que no se acabó por mi culpa?- Preguntó acercándose a mí.
-Sí, estoy segura. Cuando pasó eso, ya ella y yo no estábamos juntas, vivíamos juntas porque su casa quedaba cerca de la universidad, pero ya no éramos más que amigas- Respondí mirándola de reojo.
-Ah...pues entonces sí que se llevaban bien- Dijo muy cerca de mí, se podía sentir su respiración en mi hombro. Yo llevaba puesta la camiseta que siempre me pongo debajo de la camisa del trabajo, no me había cambiado.
-Sí, nos llevamos muy bien, así que no tienes por qué tener celos de ella, puedes celarme de cualquiera, menos de ella- Dije pegando mi cara a la suya.
-Ya te dije que yo no estoy celosa de nadie...
No la dejé terminar de hablar, sellé nuestros labios con un beso apasionado. Solté lo que estaba haciendo y con las manos mojadas la tomé de la cintura y la atraje hacia mí. Mis manos recorrían todo su cuerpo hasta llegar a su cabello lacio. Poco a poco sentía que me faltaba la respiración debido a la excitación que se estaba produciendo en mí en esos momentos. No me estaba sintiendo bien, así que la separé de mi de un momento a otro. Ella me miró con cara de sorpresa. No entendía lo que estaba pasando, y la verdad es que yo tampoco:
-¿Estás bien?- Preguntó mirando mi rostro reflejando una mirada de preocupación.
-Sí, estoy bien, tranquila- Respondí tomando aire con rapidez.
-¿Segura? ¿Necesitas que te lleve al médico?- Preguntó tomando su teléfono celular.
-No, no pasa nada, se me quitará- Dije impidiendo que lo hiciera.
-¿Esto te había pasado antes?- Preguntó llevándome a unas sillas que había en la cocina.
-No, nunca me había pasado- Contesté mirando hacia el suelo.
-Me iba a ir, pero no sé si sea una buena idea dejarte así- Dijo pasando su mano por mi rostro.
-Tranquila, ya estoy mejor, solo me empezó a faltar el aire, pero ya estoy bien- Dije tomando su mano para calmarla.
-No me voy a ir, así tenga que dormir en el sofá- Dijo tomando su teléfono celular para ver la hora -Además ya es un poco tarde para conducir por ahí.
-Está bien, pero no vas a dormir en el sofá, yo dormiré en el- Dije levantándome para terminar de recoger lo que había en la cocina.
-No, no vas a dormir en el sofá, duerme en la cama, yo dormiré contigo entonces- Dijo levantándose detrás de mí.
Yo solo la miré y asentí con la cabeza. Cuando ya había terminado, fui a al cuarto para cambiarme de ropa y buscarle el mismo pulóver a Lisa para que durmiera. Esto iba a ser un poco complicado, porque tenía pulóver, pero no tenía nada para que se pusiera en la parte de abajo. Fui a la sala para decirle lo que pasaba, pero sin darme cuenta salí sin camiseta, solamente con un top deportivo:
-Lisa, no tengo nada para que te pongas en la parte de abajo, solo tengo este pulóver para ti- Dije mirándola a los ojos.
-No te preocupes no pasa nada, pero… si no tienes pulóver para ponerte, ponte ese que me quieres dar, creo que será lo mejor- Dijo mirando mi pecho descubierto.
-Perdón, es que salí rápido al ver que no tenía nada para darte, pero yo sí tengo ahora mismo me lo pongo. Salgo y entras para ponerte lo que te dejaré sobre la cama, cuando ya estés bajo las sábanas me avisas para yo ir y así no veré de más- Dije entrando otra vez al cuarto.
Puse el pulóver de Lisa encima de la cama y yo me puse el mío para poder salir. Una vez Lisa me vio salir del cuarto, ella entró rosando su cuerpo con el mío, esa sensación de falta de aire se volvió a apoderar de mí, pero esta vez era más leve. Al rato siento la voz de Lisa, me estaba llamando para que fuera al cuarto. Me aseguré de apagar todas las luces, menos la del baño, siempre la dejo encendida por si tengo que levantarme de madrugada. Al llegar a la habitación, Lisa estaba tapada hasta la cintura, tal y como le había dicho, menos mal, porque no sé qué pasaría si no lo estuviera. Al entrar, cerré puerta del cuarto y dejé la del baño abierta, no da tanta luz al cuarto pero si la suficiente para poder tener una guía en la noche. Camino muy despacio hasta la cama y me meto bajo las sábanas sin decir una sola palabra. Lisa tampoco dijo nada, solo se acomodó para acostarse y yo hice lo mismo en dirección contraria a ella para poder darle la espalda y ser lo más respetuosa posible, no quiero que se de cuenta de mi pequeño secreto todavía, aunque me imagino que ya lo debe saber al haberme visto en bóxers. Todavía no entiendo está sensación que tengo dentro de mí, no sé a qué se debe. Yo no soy virgen, he estado con muchas mujeres y nunca me había pasado esto, era algo extraño para mí. Pasé un buen rato dándole vueltas a la cabeza hasta que el sueño al fin me venció y logré quedarme profundamente dormida.
Nota: Un disculpa, no pensé que tuviera que aclarar en el título que está historia es G!P, perdón una vez más, soy nuevo en esto... gracias a los que están leyendo está historia...
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