Advertencia: Contenido Explícito
Please Please Please - Sabrina Carpenter
Cuando mi partido contra Slytherin llegó, Angie se dedicó a ignorarme con la excusa de que no quería decir nada hiriente por la adrenalina del partido que su casa jugaba contra la mía, George simplemente la mantenía distraída hablando de otras cosas que no fueran el partido para mantenerla tranquila y al parecer le estaba funcionando más sólo besarla de repente, ellos estaban en la mesa de Slytherin, pero yo los podía ver desde mi mesa.
Me sorprendió ver a Fred llegar al comedor con mi Jersey puesto, claramente de su talla, la mitad de la cara con los colores de Ravenclaw, unos shorts estilo Adame Sandler y una pancarta en mano haciéndome sonreír mientras se acercaba a sentarse conmigo en mi mesa saludando a todo mi equipo como si nada. Cómo si el próximo partido que jugáramos no fuera contra el otro. Se sentó con las piernas abiertas para dejar el banco 'entre sus piernas' y simplemente viéndome a mi.
-Buenos días, princesa -sonrió ampliamente besando mis labios
-Buenos días, Freddie ¿Y todo esto? -señalé todo en él
-Es para apoyarte, solo espero que te quites del camino de las bludgers a tiempo, no quiero visitar la enfermería o verte herida
-Tranquilo, los golpeadores de Slytherin son demasiado bruscos, necesitan tiempo para preparar el golpe. Harry me habló de ellos hace unos dias, Goyle y Crabbe creo se llaman
-De todas maneras ten cuidado
-No te preocupes Weasley, los caballeros de Ravenclaw cuidaran a nuestra princesa -Ryan, uno de los bateadores, le sonrió
-Mas te vale cuidarla por mí en el campo, Whitman -le advirtió, el nombrado sólo sonrió y asintió-, solo en lo que no es contra mí -eso me lo dijo viéndome a los ojos haciéndome abrir la boca indignada
-Me estás diciendo que eres capaz de mandar a tu novia a enfermería para ganar un partido -pregunté fingiendo indignación
-No tenemos que llegar a enfermería, preciosa. Sólo un roce pequeño
-Bien -interrumpió Davies incómodo-. Siento interrumpir su momento de pareja pero necesitamos discutir las estrategias antes del partido
-Bien -asentí.
Tomé la mano de Fred dejándola en mi vientre y le dejé un beso lento en los labios antes de volver a mirar a mi capitán, unos cuantos minutos más del almuerzo hablemos sobre las estrategias, sentía a Fred abrazarme por el costado y acariciar mi estómago o la curva de mi cadera, yo sólo podía acariciar su brazo, su muslo o su cabello dándole esas pequeñas atenciones mientras estaba concentrada en lo que decía Davies. En un momento Fred colocó su mentón en mi hombro acercándose más hasta tenerme entre sus piernas con mis piernas sobre su pierna derecha dejando un beso lento y un poco húmedo bajo mi oreja, traté de palmear su brazo que quedaba bajo la mesa acariciando mi vientre para evitar que comenzará a hacer algo que no podíamos continuar, pero él sólo tomo mi mano y la colocó en su entrepierna haciéndome tensar al sentir un erección. Aproveche que Davies estaba hablando con los bateadores y miré a Fred con advertencia.
-No puedo evitarlo, preciosa -rió moviendo mi mano para que comenzará a tocarlo sobre la tela-. Te ves muy bien en éste uniforme de quidditch
-Fred, estamos en público -lo regañe mirándolo fijamente
Él sólo sonrió orgulloso y me beso lentamente haciéndome sorprender e inconscientemente apreté mi mano en su erección haciéndolo gemir sobre mis labios ligeramente.
-Rosier -la voz de Cho me sacó de mi trance en el beso y ví a todos poniéndose de pie
-Lo siento -dije poniéndome de pie no sin antes darle otro apretón a la erección de Fred haciéndolo bufar. Me acerqué a su oído para susurrar-, guárdalo para más tarde, guapo. Si ganó puede que te monte como te gusta.
Y sin más me alejé de él dejándolo frustrado, pero eso no era mi problema, era suyo por imaginarse cosas mientras me veía conversar con mis compañeros sabiendo que no me quedaría mucho tiempo. Seguí mi camino con los demás comenzando a concentrarme en cuidar mis protecciones y demás, llegando al vestidor comenzamos a calentar y moví bien mis articulaciones. Cuando estábamos listos comenzamos a repasar más estratégicas en plan B, por si cualquier cosa.
Salimos al campo y en cuanto subimos a las escobas busqué a Fred en las gradas encontrándolo bajo una pancarta ligeramente vergonzosa que decía 'la princesa es mi novia. MÍA' dirán 'tampoco es tan vergonzosa' pues digan eso con una fotografía mía y de Fred qué no sé de dónde sacó después de hacerlo y yo babeando sobre su cuello toda dormida. Sólo se veían nuestros rostros, pero yo sabía por la cara que tiene Fred y la cantidad de chupones en mi cuello y lo poco que se veía de mi hombro cuando la había tomado; después la foto cambio a una en la que estábamos en plena make out en su sala común, yo sobré él y el con sus manos bajó mi falda, no sé quién tomó esa foto pero lo iba a matar además ¿Cómo chingados McGonagall no le decía nada?
Me sonroje bastante y traté de quitar esas imágenes de mi mente para concentrarme en el partido, cuando bufé liberando eso me concentré en mi capitán dándole la mano al capitán de Slytherin y después el silbato sonando. Di todo de mí en el campo luciendome cómo normalmente, cuidando a mis otros cazadores, tratando de ser igual de agresiva que los Slytherin que me daban codazos o esas cosas. En una ocasión sentí cómo el cazador de Slytherin, Montage, con el que estaba peleando por alejar de uno de mis cazadores que tenía la quaffle me tocó el trasero apretándolo y dándome una sonrisa ladina. Yo sólo me enojé más y le dí un codazo en la cara. ¿Cómo mierda había tenido esa oportunidad si lo estaba empujando?
-¡Lindo trasero, Rosier! ¡¿No quisieras tenerlo montando otra cosa?! -me empujó fuertemente haciéndome tambalear
Después el silbato lo sentí más cerca, todo lo había hecho enfrente de Madame Hooch que claramente lo vió.
-¡Eres hombre muerto! -escuché el grito de Fred
-¡Maldito cerdo, Montage! -Lee se quejó- ¡Ni tocas o hablas a una señorita de esa manera! ¡Tarjeta amarilla para Montage! ¡Es lo mínimo que se merece ese cerdo!
-¡Señor Weasley vuelva a su lugar! -McGonagall le gritó quitándole el micrófono a Lee- ¡Señor Montage está suspendido del quidditch para el próximo partido y tendrá un mes de castigo! ¡Alguien tomé al señor Weasley antes de que...!
Todo era un caos y yo sólo seguí el partido enojada, seguí tomando quaffle trás quaffle escuchando cierto alboroto cerca de las gradas, pero no prestando atención hasta ganar el partido. Si ganamos, y en cuanto baje de la escoba me acerqué a Montage y le dí tremenda cachetada que se le volteó la cara, después cómo si no fuera poco le dí un puñetazo en la nariz dejándolo sangrando.
-para que aprendas a respetar a las mujeres -dije en cuanto lo ví mirarme mal-. Y mejor consigue un reajuste de naríz, lo vas a necesitar.
-Maldita zorra, ya...
Y no terminó su oración porque ya tenía a Fred sobre él comenzando a golpearlo sin piedad. Yo sólo me quedé a un lado sonriendo y viendo a Fred cómo la enamorada que era. Al parecer nadie lo pudo detener por mucho tiempo antes de que llegará a meterle la madriza a Montage quién igual comenzó a defenderse, pero de todas maneras quién conectaba más golpes era Fred. Cuando ví que Montage estaba comenzando a perder la conciencia tomé el codo de Fred en un impulso que quería golpearlo de nuevo, me miró enojado y después su mirada se suavizó dejando a Montage en el suelo antes de acercarse a mí y tratar de abrazarme, pero tomé sus manos primero.
-Mira cómo te dejó los nudillos -me quejé y después le miré el rostro acariciando su mejilla haciéndolo sisear-, y mirá cómo te dejó la cara. Ven, vamos a curarte
Tomé su muñeca mientras pasábamos junto a McGonagall y Pomfrey que iban con Montage, le dí las gracias en un asentimiento por no intervenir mientras le daban la madriza de su vida a Montage y está sólo me dió una mirada significativa, pero no dijo nada más. Llevé a Fred a su vestuario para evitar las preguntas de mis compañeros, fuí hasta la mini oficina que tiene para el capitán y saqué un botiquín. Fred sólo me seguía cómo perrito perdido, lo senté en una banca y dejó sus manos en mi cintura haciéndome sonreír.
-Te va a doler un poco -advertí antes de pasar un algodón por la nariz para quitar los residuos de sangre que salía-. Mira cómo te dejó, por esto no me gusta que te pelees, te quedas todo llenó de heridas y no te puedo besar hasta que te tomes una poción. Igual muchas gracias por eso, guapo.
-él se lo buscó -se encogió de hombros-. Nadie puede tocar a mi novia de esa manera más que yo.
-Exactamente -sonreí dejando un beso delicado en su mejilla haciéndolo suspirar. Le extendí una poción que era para eliminar los golpes- tómate ésto mientras sigo limpiando
Me obedeció y rápidamente las heridas comenzaron a cicatrizar rápidamente haciéndome sólo la encargada de limpiar la sangre seca que dejaban. Cuando estuvo completamente curado de rostro y manos sonreí satisfecha subiendome a horcajadas sobre él sintiendo rápidamente sus manos adentrandose al jersey.
-Felicidades por tu partido ganado -dijo sobre mis labios antes de besarme
Yo solo sonreí sobre el beso llevando mis manos a rodear su cuello tratando de acercarlo más a mi mientras movía mis caderas sobre él buscando un alivio.
-Perdoname por dejarte con las ganas hace unas horas -me disculpé cuando sus labios bajaron a dejar besos sobre mi cuello mientras sus manos subían mi jersey cada vez más apretando mis costados con firmeza
-No sabes lo sexy que te veías tan concentrada -gruño-, sin colocarme más atención sólo acariciando mis manos o mi cabello
Me quitó el jersey por completo revelando mi torso desnudo haciéndolo sonreír y bajar sus besos a mis senos amasando uno en la mano cómo sabía que me gustaba mientras sus labios y lengua hacían maravillas en el pezón contrario. Comencé a mover mis caderas con más ganas, apretar su brazo y nuca jugando con sus mechones de cabello sintiéndolo sonreír y soltando gemidos que estaba segura apenas y podía aguantar.
Me tomó con cuidado hasta colocarme de pie, se quitó la camisa y baje mis manos por su pecho y abdomen sintiéndolo contraerse por mi toqué, rápidamente traté de bajar sus pantalones y boxers mientras me arrodillaba, pero me detuvo por los codos haciéndome verlo confundida.
-quítate lo demás -me ordenó
Obedecí lentamente quitándome primero las protecciones y después la ropa cómo tal, cuando quedé desnuda a su disposición el hizo lo mismo con su ropa mientras yo solo lo veía mordiéndome el labio y apretando las piernas buscando algo de alivio. Cuando terminó con mi tortura me tomó de la mano llevándome hasta estar frente a su casillero dándole la espalda a él. Sus manos se apretaron en mi cadera mientras sus besos húmedos volvían a comenzar en mi cuello, inconscientemente llevé mis caderas hacía atrás sintiendo su erección golpear mi espalda baja y cómo jadeo en mi cuello. Sus manos subieron a mis senos amasando y apretando cómo sabía que me gustaba, mis manos de se apretaron sobre la puerta del casillero.
-Quiero hacerte mía en éste lugar... -lo escuché susurrar mientras bajaba los besos por mi espalda- porque aquí pienso en ti antes de un partido... en las ganas que tengo de tenerte desnuda, debajo mío... con esa cara de placer que haces cuando estoy entrando y saliendo de ti, en cuatro, en mi habitación, en el baño, en cualquier lugar que se nos ocurra... pero me gusta más pensarte aquí, para que cada vez que terminó un partido pensar en cómo te comí el coño o cómo te folle hasta el olvido quitándome el estrés de un partido
Cuando mordió mi trasero salté un poco dejando salir un gemido, pero sus manos en mis caderas me impidieron alejarme y al contrario me inclinó un poco. Sentí su sonrisa arrogante pero antes de poder decir algo un gemido alto salió de mi garganta cuando sentí separar mis piernas, sus labios y lengua susccionando mi intimidad cómo su no hubiera un mañana, bajo más adentrando dos dedos de una sola vez en mi hendidura y pasando su lengua rápidamente sobre mi clítoris haciéndome gemir más y más alto, pero sus dedos y lengua no eran lo que quería, tomé su mano en mi cadera tratando se detenerlo.
-Fred -gemí tratando de llamar su atención, cosa que no conseguí
Sentía mis piernas temblando, trataba de sostenerme del casillero, pero el placer era más fuerte, me aferré a su mano en mi cadera mientras movía estás para poder sentir más y más su lengua haciendo maravillas en mi.
-Fred, te necesito dentro. Follame, mi amor -gemí cuando ya no aguantaba más
Inmediatamente se levantó, se alineó y comenzó a embestirme tan fuerte que sólo podía gemir incoherencias mientras él no paraba de hacer que nuestros cuerpos sonaran en el vacío espacio. Su mano bajo entre mis piernas haciendo círculos con su dedo medio en mi clítoris. Me incliné hacía adelante gimiendo, pero Fred subió su otra mano a mi seno para amasarlo cómo me gustaba y atraerme hasta sentir su pecho en mi espalda. Podía sentir el nudo en mi vientre comenzae a tensarse cada vez más, las paredes tensarse cada vez más seguido haciéndome sentir como su erección palpitaba contra mi, mi húmedad creciendo más y los gemidos que salían de mi garganta junto a los gemidos que Fred dejaba en mi oído y el sonido de nuestros cuerpos simplemente me tenían delirando.
-¡Sí! ¡Sí! ¡Justo ahí! ¡Ahí! ¡Más¡ -gemí cuando en una embestida más profunda rozó mi punto dulce tan bien
- ¿Ahí? Oh te ves tan hermosa cuando pides ¿Te gusta cómo te estoy follando, preciosa?
-¡Sí! ¡Sí! ¡Oh! ¡Fred!
-Gime mi nombre para que todo el mundo escuché cómo te hago mía -gruño en mi oído-. Cómo eres mía y de nadie más -comenzó a dar embestidas más rudas y a hablar entre ellas-. Eres. Mía. Solo. Mía
Yo solo sentía el nudo en mi vientre comenzar a ser imposible de retener y simplemente traté de avisarle.
-Fred... Yo... ¡Fred!
-te siento, preciosa. Correrte sobre mi polla -me ordeno
-¡FRED! -Gemí dejando libre el nudo sintiendo los espasmos en mis piernas
Él simplemente me tomó por las caderas para empezar a ir más rápido alejándose del casillero hasta dejarme inclinada en cuatro, podía sentir la potencia de las embestidas tan placenteras que rápidamente estaba formando un segundo orgasmo y estaba segura que Fred podía sentirlo cuando bajo su mano nuevamente a mi clítoris haciendo círculos más rápidos igualando sus embestidas. No me aguanté el orgasmo y me solté sintiéndolo llenarme soltando un gemido tan hermoso que sonreí al saber que yo lo arrastré conmigo. Cuando salió de mí sólo jadee sintiendo nuestros fluidos bajando por mis pliegues hasta mis piernas.
-¡Oh Godric! -exclamó- te ves tan hermosa en está posición con mi semen resbalando entre tus piernas
-Deja de admirarme tanto y ayúdame a caminar, me tiemblan las piernas -me quejé haciéndolo reír
-Lo siento, preciosa -me abrazó fuertemente por detras apretando uno de mis senos en su mano haciéndome reír- ¿Cómo te sientes?
-Muy bien, gran liberador de estrés -suspiré dejando caer mi cabeza en su pecho-, pero necesito cambiarme y tomar un poción antes de que sea tarde y tengamos mini pelirrojos corriendo por ahí
-Eso sería genial -suspiró dejando un beso en mi cabeza-, un mini Alba y un mini Fred corriendo por ahí, tú en un sexy vestido, con los pechos y el trasero más grandes porque estás otra vez embarazada y yo solo me quedo ahí admirandote y tocandote el trasero. Te verías hermosa embarazada.
-Sí, pero no es momento de un bebé, Freddie -reí
Sintiendo un poco más las piernas me alejé de él para tomar mi varita sintiéndolo volver a colcarse detrás de mí haciéndome jadear al sentir el empuje de su cadera contra mi trasero. Lo miré sobre mi hombro enderezandome.
-No me mires así -se defendió-, sabes que si me lo pones enfrente voy a aprovechar cada momento
-Bien, señor oportunista -dije riendo, con un movimiento de varita nos limpié-, a cambiarnos antes de que vengan a buscarnos
Lo escuché quejarse pero le pasé su ropa mientras me reía, nos terminamos de cambiar y salimos juntos hasta mi vestidor, dónde solo tomé mi ropa y dejé mi escoba junto a las demás. Salí y con Fred corrimos hasta mi habitación para que yo me bañara mientras él que parecía no querer separarse de mi se metió también tocándome indebidamente muchas veces justificándose que sólo me ayudaba con el jabón haciéndome reír. Al final del baño nos quedamos abrazados, piel con piel sonriendo y dándonos besitos pequeños que me hacían sentir mariposas en el estómago.