Mi amor solo para avisarte que puedes poner música a preferencia ya que nos adentramos ala parte del lemon diario.
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Sinceramente las reglas de P'Faye eran muy entendibles, quiero decir ella no es una persona normal eso se nota.
Entendia que no podía meterme en sus asuntos, así como entendía sus celos posesivos y la exclusividad al final de cuentas eso era demostración de amor ante mis ojos.
No lo hicimos en el Jet privado ya que según ella debemos empezar nuestra relación de una forma bien y respetada.
-Mujercita traviesa- susurro cuando me pare frente a ella y me agache a recoger mi cartera la cual se me callo accidentalmente.
-No hice nada!!!- me encantaba sus reacciones y ahora sabía perfectamente que podía provocarla aún más de lo pensado.
Sentí como era aplastada contra la pared con su miembro golpeando duramente mi trasero, acaricio mi cabello hasta dejarlo de un lado para morderme la oreja.
-Quieres que te folle acá mismo? Eso buscas? Porque bien puedo hacerlo- trate de separarme Pero era imposible, ella tenía mucha fuerza y me la estaba demostrando.
Apreté mis piernas, queje cuando me arrinconó más ala pared pero la puerta hizo el sonido de apertura, ella tomo mi mano y salimos de ese elevador, camine con una gran sonrisa.
Pensé que estaríamos solas en ese Penthouse pero erróneamente... Había una sirvienta en la puerta con una sonrisa.
-Mi mujer y yo queremos privacidad, no suban ni bajen sin mi permiso, se quedarán 3 guardias vigilando el elevador para este piso- La mujer se sorprendió ante el comentario de Faye, yo solo podía verla mientras tenía una sonrisa traviesa en mi rostro.
Cuando era pequeña me encantaba presumir mis cosas y para eso usaba un típica carita, esa misma carita la seguí usando hasta ahora.
-Si señora- La chica reverencia a P'Faye, ella solo les hizo una seña a los hombres y abrió la puerta dejándome entrar.
La habitación era lujosa y glamurosa, una mezcla de elegancia y modernismo. Me encantaba!!!!
-Te gusta?- Asentí felizmente, no había estado en una casa así.
Camine aún más hasta la habitación, solo había una habitación así que hoy sería el día sin duda alguna, tomo mi cintura y con el mismo movimiento froto su erección con mi trasero.
-Déjame ayudarte- empecé a dar circulos ante el, se sentía increíblemente bien.
Faye era una mujer de elegancia, ella amaba a las mujeres y al sexo, claramente combinarlas era su mayor afición.
Pero para su suerte yo también era una ninfómana aunque no me acostaba con cualquiera, de mi parte era diferente, a mi me tenia que gustar demasiado alguien lo cual no sucede muy seguido así que solo he tenido sexo 5 veces y miles con juguetitos.
-Es tu primera vez?- Pregunto sin rodeos alguno me preguntó que era capaz de hacer, talvez quería a una virgen?
-Eso importa?- Quite mi chaqueta y la recosté en esa cama, nosé porque quería dominar cuando era obvio que no podría.
Ella me dió la vuelta, me hizo ponerme en cuatro me sentía expuesta a pensar de llevar vestido, paso sus manos por mis glúteos y no podía parará de gemir a su toque.
-No lo eres, no me molesta porque puedo hacerlo sin temor- sentí como desabrochaba su pantalón, esto no me estaba gustando.
De verdad me quería agarrar como una muñeca??
-Asi no!!!!- Me levanté, me giré apesar de sus gruñidos, pude ver ese boxer apretado casi a reventar por la erección que traía
-Quieres hacerlo romántico? Bien ven- Tomo mis mejillas y me dió beso húmedo el cual me hizo explorar toda su lengua.
Sus manos expertas bajaban hasta mi vestido tratando de subirlo, me encantaba que sus manos pudieron rodear mis muslos sin niun problema.
-Me gustara más si me reclamaras como tuya- Me gustaba jugar con ella, pero también queria ver a dónde llegaría, queria ponerla al limite.
-Poco a poco, me adentrarse en tu piel, corazón y alma que tu vida va a girar alrededor de mi- Con esas palabras en un tono frio y seductor termino arrancando el vestido .
Eso me dolió y no sentimentalmente, realmente eso dolió!!!! la tela si dolía si era ara cada tan bruscamente eso lo acabo de comprobar De una forma muy buena pero seguramente tendría marca para mañana.
Volvió a besarme, como explicar cuando una persona que si es experimentada te besa?
La sensación de su lengua invadir a la mía era muy grata, Pero algo que me volvía loca era el movimiento de sus labios tan grandes, ella succionaba pero al mismo tiempo abría mi boca me estaba devorando literalmente me estaba comiendo.
Igual, succionaba y jugueteaba con su lengua en cada parte de mi piel agregando sus dientes en algunas mordidas, llegó a mi top era negro, digo era porque en menos de 5 segundos ella lo había roto y comenzaba a darle atención a mi semo derecho.
-Sabes??? He soñado esto- Abrace su cuerpo contra el mío quería tenerla y sentirla.
Escuché su risa mientras jugaba con mi abdomen, su lengua parecía tan experta que mi espalda queria arquearse aunque me pegaba mentalmente para que no sucediera.
-Mujercita calmate- Se había separado de mi, la ausencia de su toque y calidez dejaba un hielo todo mi cuerpo.
Se paró y se empezó a quitar la camisa, no aguanté más ella tenía un cuerpo de dioses ese abdomen tan tonificado y sus vigorosos pechos sobresalían enormemente en su cuerpo.
-Tu mirada es exitante- Me pare quitando las prendas rotas que me habían quedado, tomo mi cintura y me subió arriba de ella besando mi cuello de una forma tan húmeda
Se sentó en la cama pasando sus manos ahora en mis caderas, mis manos por el contrario se posaban en sus senos, yo también quería tocarla además que sentía su emoción bajo de mi. Sus manos se deslizaron desde mis caderas hasta mi ropa interior, jugando sus dedos con mi clítoris.
-Estas muy húmeda- gemi al sentir su contacto directo entre sus dedos y mi centro
Volvió a besarme, me estaba desesperando cuando sentir el desliz de sus dedos entre mi centro.
-Ahhhhh P'Fayyyy- Rompí el beso pero al parecer eso la exito aún más porque doblo sus dedos haciendo que pegara un salto.
-Traviesa- susurro dejándome una nalgada.
Faye tenía experiencia y me lo demostró en el primer minuto con el beso, pero sentir sus dedos contraerse dentro de mi mientras movía en forma circular, apreté mi agarre.
Subía y bajaba quisiera decir que mi respiración pero no, era mi cuerpo quien parecía colapsar, Faye no tenía piedad de mi mientras me penetraba sentía en mi interior mis propios órganos removerse violentamente y esos que estaba usando sus manos.
Solo sus manos causaban ese alboroto en mi cuerpo al punto de retorcerme sin duda alguna.
Termine corriéndome en su mano, sentía como salía y lamía sus dedos frente a mi, me guiño el ojo y enterró su rostro en mi centro provocando más gemidos en mi ser.
No aguanté más, lleve mis manos de forma desesperada a su denso cabello para que aumentará el ritmo.
El sonido de un celular me había despertado, la Vi parada frente a mi con ese celular negro.
Daba vueltas, se miraba furiosa así que no dije nada solo me recosté disfrutando de la vista que me daba vergüenza esos abdominales.
-Llegare a tiempo- Colgó y se volteo a verme, solo le di una sonrisa tímida
-Sube la mirada mujercita, que arriba tengo los ojos- Subí mi mirada no sin antes grabarme cada abdominal que tenía, le di una sonrisa traviesa dejando caer la sábana.
-Pero me interesa más que encuentro abajo- la escuché reír, camino directamente hacia mi yo estaba desnuda a su vista.
Me tomo de la cintura robándome un beso con paso a segundas intenciones, Pero me volvió a bajar mirando directamente hacia mi busto totalmente desnudo.
-Necesito salir, quedate en el hotel y compra lo que quieras- Me entrego una tarjeta y se puso una camisa negra, mis ojos seguían perdidos en su cuerpo.
-Me dejaras sola?- Pregunté parándome y al momento mis piernas se debilitaron.
-Dejame despedirme.
Me volvió a recostar y poso mis piernas en su cuello, las abrió y devoro sin aviso alguno mi sexo, como podía ser que su lengua provocará tantos estragos. Solo unas lamidas, unas mordidas y ya me había venido en su rostro.
-Sigues sensible- Se limpio la cara con su dedo lamiendo cada parte que fue manchada
-Mucho, pero desearía conocerte a fondo- ella sabía que no me refería a gustos, me refería al echo que solo uso sus dedos y su lengua.
-Mas después, ahora vístete bonita que hoy te llevaré a cenar- Asentí feliz, ella se metió al baño y salió con el cabello húmedo, seguramente se baño.
Pensé que sería genial ir de comprar pero lamentablemente no podía salir, busque ropa Pero no habia nada mas que un saco y un pantalón de ella, era su ropa de la noche anterior.
Termine poniéndome su ropa y caminando por el centro comercial, me di cuenta que no había desayunado y de verdad no tenía ganas de cocinar.
De echo no sabía porque andaba caminando si me dolían las piernas y parte de mi estómago.
Mire un restaurante elegante y no dude en entrar, pedí una ensalada y comía tan amablemente cuando noté que varios hombres de negro ingresaron.
-Señorita le pedimos que se retire- uno de ellos camino hacia mi, mire más ala puerta y Vi a P'Faye caminar a paso decidido.
-Quiero ir con ella- señale, mala idea ya que el hombre abrió su saco mostrando una pistola
-No quiero muertos señorita, vallase ahora!!!
Como se atrevía hablarme así? En ese momento dos guardias me sacaron ala fuerza, giré y Vi a un joven entrar con dos mujeres alado.
Espíe y se sentaron justo en la mesa de mi mujer, saque mi celular estaba dispuesta a crear un gran drama hasta que recordé que no tenía su número.
Que podía hacer?
Espere unas dos horas ahí, estaba en el estacionamiento así que busque el coche más elegante que estuviera blindado y me recosté a esperar.
Efectivamente ahí llegó P'Faye, traía una gran sonrisa y venía del brazo con una de las mujeres anteriores, salí de mi escondite y me recargue en una moto cercana.
-Bonito encuentro- Exclamé altamente, tuve su atención en segundos.
-Mujercita? Que haces aquí?- Soltó ala chica, pobre la había encontrado con evidencia
-Tenia hambre Pero me sacaron ala fuerza y espero reclamar a quien sea el autor- La chica nos miraba algo rara, camine hacia ella y tome su mano con posesividad.
-Porque usas mi ropa?
-Porque me destrozaste la mía?- ella se carcajeo, al parecer no recordaba eso.
-Te presento ala señorita Pleg es la presidenta de industrias Peraya de europa- Le hice una pequeña reverencia -Pleg ella es mi mujer
Ya no estaba enojada con ella, me había llamado su mujer frente a la chica y como debía ser, le sonreí con mi mirada presumida.
Desde pequeña hacia esa mirada cuando quería algo y lo conseguía, este no era la excepción.
-Señora Malisorn, discúlpeme pero debo retirarme- ella prácticamente salió corriendo y fui acorralada por sus manos y la camioneta.
Un "click" sonó y la puerta se abrió, me metió directamente hacia el asiento y bajo mis pantalones.
-P'Faye hay personas- Gemi al sentir el contacto de sus dedos entrar en mi.
No había niuna dificultad ya que no traía ropa interior, ella la rago toda.
Me sujetaba de los sillones, mordí mi propia mano para que no viniera tan alto.
Ella saco sus dedos antes de correrme y metió su lengua.
-Ahhhh...Fay- mordí mis labios, no podía permitir que nos escucharán sería demasiado vergonzoso.
Seguía sensible ante sus lamidas, ella volvió a morder y en ese momento me vine justamente como antes.
Lamió todo de mi y mientras me ponía los pantalones noté que ella limpiaba su rostro.
-Ve a comprar ropa, tengo una visita- abrió la puerta y se acomodo el traje, ví a los hombres de espaldas cuidando el carro.
Tráigame tierra.
Salí acomodando l pantalón y dándole una sonrisa por la forma en la cual me recalcó que ahora yo era su mujer.
-Señora, el señor Chet la espera en el club- Uno de ellos hablo aún sin mirarnos, fue P'Faye quien tosió y al momento el hombre se volteo
-Ese idiota seguro pedirá dinero- Exclamó mientras sostenía la tablet que le entregaba el hombre a su disposición
-Bien es un idiota entonces acompáñame a comprar- Me queje tomando su brazo
-No puedes interferir en mis planes mujercita
-No será exitante verme probar ropa?- le susurré poniéndome de puntitas para que me escuchará
-Dile al idiota que nos vemos mañana.
Compramos mucha ropa sin mencionar el oral que me dió Faye en los vestidores, una de las empleadas lo vio todo pero no se resistio cuando Faye le dió una buena propina.
Eran las 5 pm cuando su celular volvió a sonar, pidió permiso y salió a contestar, ahora traía un vestido a mi talla, me quedé esperando la ya que tardo bastante para mí propio gusto.
Cuando salimos me confesó que el auto en el cual me tomo no era de ella, era el uno de los autos que usaban sus hombres ya que ella llegó en un Mercedes y no en esa camioneta.