provocar: 1. tr. producir cierto estado o sentimiento en una persona o cierto estado en una cosa.
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╚CAPÍTULO DIEZ╝
PASÓ BASTANTE TIEMPO HASTA QUE THOMAS LOGRÓ RALENTIZAR SU RESPIRACIÓN, el amanecer comenzaba a asomarse como una gran broma tiñendo el cielo de rojo alheña e iluminando pobremente a los presentes. Su mente estaba en blanco y los gritos de Alexia fueron los que lo arrastraron de nuevo a la realidad.
— ¡Minho! ¡Despierta, maldita sea!
La muchacha estaba de rodillas al lado del cuerpo de su amigo quien estaba completamente inmóvil. Theo estaba no muy lejos, quitándose una capa de sudor de la frente. También, localizó a su hermano, sentado contra la pared mirando la escena con ojos impasibles.
Newt estuvo al lado de Minho en un segundo cuando se dio cuenta lo que le había pasado. Thomas gateó hacía el Encargado de los Corredores, si sus músculos le dolían, no podía imaginar lo que debería estar sintiendo Minho en ese momento.
— ¿Qué diablos le pasó?
—Le cayó un rayo encima y le prendió fuego la ropa —le respondió Theo a Newt—. Tuvo suerte de que justo lo vimos, con una tormenta como esa era muy fácil perderse.
Alexia pareció ignorar a todo el mundo, y lo único que hacía era sacudir al chico, desesperada. — ¡Minho, maldito estúpido! ¡Abre los ojos!
Los improperios de Alexia parecieron dar resultado cuando el muchacho largó un quejido, frunciendo el ceño. —Ay.
En la cara de Alexia pareció dominar una expresión de alivio, Newt sonrió calmado. —Minho, oye viejo... ¿cómo te sientes?
—Estoy destruido, shank —gruñe y se trata de incorporar. Su cabello negro y sucio estaba disparado hacia todos lados, pero lo tenía. Su ropa estaba andrajosa y quemada, seguramente tendría ampollas en algún lugar de su cuerpo al haber sido víctima del fuego de esa magnitud.
—Bueno, no fue tan malo si te pudiste levantar—remarca Thomas.
—Shank, soy duro como una roca. Aún todo machucado podría patear ese trasero de poni que tienes —contesta Minho.
—Amo los ponis. Si tuviera uno ahora mismo, me lo comería.
—Joder, ¿escucharon eso? El cara larga de Thomas está intentando hacer una broma.
Thomas le sonrió falsamente. —Soy un tipo gracioso.
—Ya, déjense de estupideces —reprende Alexia—. Es la última vez que me haces esto, Minho. Maldito inconsciente.
Minho alzó los brazos en defensa no sin antes largar otro quejido. —Oye, no puedo controlar el clima.
—Tienes suerte de que Theo y Thomas arrastraron tu sucio trasero hasta aquí.
Minho le dio una mirada rápida a Theo y sólo asintió. Un gesto simple de agradecimiento, el muchacho solamente se encogió de hombros sabiendo que no podía esperar mucho de Minho.
— ¿Cuántos quedan?
La mirada de Thomas se pasó por alrededor y los resultados fueron trágicos. Once, sin contarse a él mismo.
—Mierda... —masculló Newt con tristeza.
—Entonces, ¿Cuántos murieron en la tormenta? ¿Siete? —pregunta Minho—. ¿Cómo diablos vamos a pasar el Desierto con once personas?
Newt miró a Minho, completamente ofendido y con enojo en su tono de voz. —SÍ, SIETE. Siete personas que murieron, no veo a Tim por ningún lado; tampoco a Sam o Winston. Personas. ¿Eso es en lo único que puedes pensar?
Minho frunció el ceño. —Cálmate, hermano. No pedí ser el maldito líder. Lamento informarte que un líder no tiene tiempo para sentarse a llorar, simplemente seguir adelante y si tú quieres hacerlo, pues hazlo.
Las palabras de Minho sonaron tan duras que el silencio reinó unos cuantos segundos. Las mejillas de Newt estaban en llamas, muy avergonzado al darse cuenta que Minho tenía razón; sin embargo cuando estaba a punto de disculparse, Ethan habló.
—Un buen líder cuida las espaldas de sus compañeros, y trata de minimizar los daños colaterales que se puedan llegar a causar. Un buen líder no significa solamente guiar a la gente, porque si ese es tu concepto, pues, estás muy equivocado. Además, ¿esos los que murieron no fueron tus amigos?
—Jesus, Ethan... —masculló Theo tan bajo que solo Thomas y Abraham pudieron escucharlo.
Minho ya estaba rumbo hacia Ethan, Thomas no podía verlo pero estaba seguro que la mirada en los ojos de su amigo era matadora, y que estaba completamente enojado gracias la postura rígida que tenia.
— ¿Qué diablos estás diciendo, shank?
Ethan se incorporó, era igual de alto que Minho y la mirada divertida en sus ojos que solo duró unos segundos, logró desconcertar a Thomas. —Tus amigos murieron, ¿y así reaccionas? Espero que mi hermana no haya sido tu amiga, entonces. De seguro, estabas aliviado cuando murió, una boca menos que alimentar y convengamos que el carácter de Emma no era el mejor así que--
Ethan tocó el suelo de inmediato cuando Minho le propinó un puñetazo. Newt y Theo se acercaron de inmediato al líder para tratar de separarlo pero Minho parecía imparable; los puños de Minho no tenían piedad, Ethan no hacía nada para defenderse.
Thomas tuvo que unirse a Newt y Theo una vez que salió del trance que las palabras que su hermano había provocado.
Porque recordó a Emma en ese momento, junto a él y Chuck mientras le contaba una divertida anécdota en el Laberinto. También la imagen de ella en sus brazos, diciendo sus últimas palabras.
— ¡Tú no sabes nada, maldito hijo de perra! —exclamó Minho y forcejeaba contra Theo que era el que lo podría sostener más—. ¡Suéltenme!
—Debes calmarte —le murmuró Theo al oído—. Él solo quiere hacerte enojar.
Cuando Minho calmó su respiración y relajó sus músculos, sus amigos lo soltaron. Sorprendentemente, Alexia se acercó a Ethan , quién aun estaba en el suelo y lo pateó en la pierna.
— ¿Quién diablos te crees que eres?
Ethan no tenía ninguna expresión que dejase ver lo que sentía. Alexia parecía furiosa delante de él, con las manos en las caderas y el ceño fruncido, esperando una explicación.
Ethan se reincorpora y Alexia trata de no retroceder al ver lo intimidante que era el chico cuando no se lo veía desde el suelo. Le llevaba unos cuantos centímetros y su figura parecía pequeña al lado del cuerpo fórnido de él.
—Tu novio no parece llevar bien las críticas. Así que me disculpo... por haber herido su ego —esto último lo dijo soltando una sonrisa. Alexia le propinó una bofetada que resonó en todo el recinto, escuchó a Chuck ahogando un grito y como todo se sumía de nuevo en un completo silencio.
Ella estaba esperando algún movimiento por parte de él, quien estaba con la cara ladeada y su sonrisa burlona se había transformado en una expresión de sorpresa, pero no hizo nada.
—No es a lo que me refiero. Es la última vez que traes a Emma a la conversación solamente para tu juego de macho, ¿te quedó claro? Puedes ser su hermano pero no tienes derecho a juzgar ni a interpretar la relación que tuvo con nosotros.
—Todos tienen que relajarse ahora mismo —dijo Abraham—. Pelear entre nosotros, no va a resolver nada. CRUEL es nuestro enemigo, ¿recuerdan?
Otro silencio colmó la habitación ante las palabras sabias del muchacho. Thomas sabía que tenía razón, se estaban distrayendo del verdadero motivo por el cual pelear. Sobrevivir y pasar esas pruebas. No quiso llegar a la conclusión que cada uno se miraría el propio ombligo a fin de cuentas.
Thomas no dejaría a ningún de sus amigos detrás.
No otra vez.
Aris se acercó a ellos, con una expresión de incomodidad, decidió cambiar de tema. — ¿Han visto esa clase de tormenta antes?
—Desde ya les digo, si esto es algo recurrente, entonces las cosas están muy jodidas aquí afuera. Más de lo que pensábamos, ¿enfermos que te quieren comer la cabeza? Bien. Pero, ¿tormentas salvajes con rayos que te quieren freír el cerebro? No, gracias —suspira Blake.
Newt se inclinó a ver por una de las ventanas rotas. —Al menos ya terminó, ahora tenemos que ver qué diablos vamos a hacer.
— ¿Ves? Eres tan despiadado como yo —dice Minho—. Y tienes razón.
Chuck se aclara la garganta, su aspecto era desastroso. Estaba pálido, aunque el carmín en sus mejillas perduraba por todo lo que había corrido, su ropa estaba andrajosa y los rulos que tenía se le habían pegado a la frente gracias al sudor.
—Tenemos que conseguir más comida, ya casi nos quedamos sin nada.
—Chuck tiene razón —asiente Alexia—. Sin comida, por más de que escapemos, no vamos a sobrevivir este clima
Abraham se da la vuelta bruscamente, clavando a los ojos en área sin iluminar. — ¿Escucharon eso?
— ¿Qué cosa?
El muchacho siguió el sonido, llamando la atención de los demás.
—Oye, ¿a dónde crees que vas? —inquiere Theo.
Abraham aprieta la mirada. —Solo... —y todo sucedió rápido. Un crank se le tiró encima haciendo que cayera al suelo, fue astuto en alejarse con ayuda de sus codos logrando que el enfermo solo lograra rasguñar su brazo.
Theo y Blake lo ayudaron a levantarse, este último observando a la criatura con miedo que estaba restringida por una cadena al cuello.
— ¿Estás bien, Abraham? —le inquirió Blake con desesperación en su voz.
—Sí —dijo mirando su herida, un rasguño comenzando desde debajo del codo hasta la muñeca—. Solo ha alcanzado a rasguñarme, nada grave.
—Es un maldito crank... —masculla Newt.
Thomas observaba horrorizado y lo suficientemente alejado al crank que parecía querer atacarlos de cualquier manera, su aspecto inhumano le dio un escalofrío. ¿Acaso él iba a terminar así?
—Veo que han conocido a nuestros perros guardianes —una figura femenina ajena emergió de la oscuridad, pasando por al lado de la criatura no lo suficientemente lejos para el gusto de Thomas. Caucásica de cabello corto negro y contextura delgada, realmente bella. Nadie se atrevió a decirle nada, todos conteniendo el aliento como ella fuera a asesinarlos en ese momento. Sus ojos oscuros escudriñando a todos los Habitantes—. Lucen como porquería.
— ¿Quién eres? —preguntó Minho bruscamente.
Brenda inclino su cabeza hacia un costado. —Soy Brenda —dijo, y Thomas no creyendo por un segundo que se hubiera presentado tan simplemente y sin ganas de atacarlos. La chica se dio media vuelta—. A Jorge les gustaría conocerlos, vamos.
— ¿Qué te hace pensar que vamos a seguirte? ¿Quién diablos es Jorge? —inquiere Alexia alzando una ceja, sin sentirse intimidada por la muchacha.
—Si quieren sobrevivir, van a ser inteligentes y van a seguirme. ¿Acaso no estaban cacareando como cranks idos sobre la comida? Y tranquilos, todavía no quiero comerles los ojos.
—No me has respondido —insiste Alexia—. ¿Quién es Jorge?
Brenda la mira y le sonríe. —El que decide si se quedan o se van. Vamos.
Sorprendentemente, Ethan fue el primero en seguirla. No supo por qué los pies de Thomas comenzaron a moverse solos, y siguió a su hermano. Fue detenido por el agarre brusco de Minho.
— ¿Qué se supone que haces?
Thomas se encoje de hombros. —No tenemos muchas opciones, hay que ver quién es esta chica y si nos puede ayudar. ¿Te quieres quedar aquí con nuestro amigo? —y señala al crank que todavía luchaba contra el agarre de la cadena.
—Thomas tiene razón —dice Abraham, respaldándolo—. Hay que ver qué es lo quiere, recuerden que la comida no alcanza para todos.
—No creo que sea peligrosa —murmura Chuck mirando al cielo.
Alexia le pone una mano en el hombro al pequeño. —Esperemos que no.
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Thomas no podía evitar arrugar la nariz, el edificio olía a moho y algo pudriéndose, y ahora que estaba completamente iluminado, se dio cuenta de la cantidad de gente que había allí. Gente con aspecto decadente, desde ancianos hasta niños en su mayoría completamente delgados y con ojos grandes.
Algunos hombres le daban una mirada hostil que hizo que Thomas desviara la mirada rápidamente. Llegó a la conclusión que esos hombres buscarían cualquier motivo para pelear y Thomas ya había tenido suficientes peleas por hoy.
Brenda había llegado hasta el final del edificio, abriendo una puerta y entrando sin permiso. Thomas se mantuvo al frente con su hermano al lado, Minho, Theo y Alexia cerca.
Era como una oficina mediocre pero el tal Jorge parecía cómodo en ella. No les regaló ninguna mirada, seguía concentrado en tratar de arreglar una radio. Brenda optó por tirarse en un sillón grande que estaba allí, con total confianza.
—Los encontré en el frente —dijo la muchacha simplemente.
Jorge era un hombre alto, su piel era como café con leche y no lucía más de cuarenta años. El hombre suspira, dejando las herramientas a un lado, poniendo las manos en su cintura y finalmente prestándoles atención. — ¿Alguna vez sienten que el mundo se pone en contra de ustedes? —nadie contestó, Thomas intercambió miradas con Minho—. Bueno, solamente tengo tres preguntas: ¿De dónde vienen? ¿Hacia dónde se dirigen? ¿Cómo me beneficia?
La voz firme de Theo se hizo escuchar. —Tenemos que llegar sanos y salvos a un lugar y para ello tenemos que atravesar el Desierto. La tormenta vino de golpe y no solo perdimos gente, pero también nuestros suministros.
— ¿Tú eres el líder? —inquiere Jorge alzando una ceja.
—No —dice meneando la cabeza, y luego señala a Thomas—. Es él.
Thomas lo observó atónito, una vez ganándose la mirada de los demás. Quería que la tierra lo tragara, ¿por qué Theo dijo semejante cosa sabiendo que Minho era el que manejaba todo?
Thomas se aclara la garganta. —En realidad, es él —y señala a Minho con cabeza—. Igual, es irrelevante. Solo nos preguntábamos si podían ayudarnos a restablecer nuestros suministros.
—Y además —agrega Theo—. Necesitamos a alguien con experiencia que nos ayude a atravesar el Desierto. Tu gente y tú parecen parecen saber acerca de todo el terreno.
Todos parecieron mirar mal a Theo en ese momento y Thomas se dio cuenta de ello. ¿Acaso se estaba escuchando? Observó a Ethan que parecía estar divirtiéndose de la situación, su mirada volviéndose a iluminar con sorna.
Jorge se empieza a reír, causando que Brenda sonría. —Estos tipos son muy divertidos, ¿o no, Bren?
—Sí.
El hombre dejó de reír repentinamente. —Vienen aquí, diciendo todo lo que necesitan, sin responder todas mis preguntan... ¿acaso piensan que todo es gratis aquí o qué?
—No dijimos eso —aclara Theo—. Es obvio que te daremos algo a cambio y creo saber qué
Jorge alza una ceja, y se le acerca, desafiante. Si Theo se sentía intimidado, no hizo nada para demostrarlo. Mantuvo contacto visual y la barbilla en alto. — ¿Y qué es eso que crees que necesito, hermano?
—Tiempo. Y te diremos todo lo que necesitas saber, él te lo dirá —vuelve a señalar a Thomas—. Y mientras decides si matarnos o no, ¿podrías por lo menos darnos algo de comer? Tenemos a una chica embarazada aquí.
Todo el mundo mira a Alexia, quien se pone rígida. Acto seguido, se pone la mano en el estómago. —Dos semanas. Una sorpresa.
Jorge sonríe. —Yo les diré que vamos a hacer. Mientras decido si hacerlos comida para mis perros guardianes, el muchacho y yo tendremos una conversación. Brenda aquí los vigilará, un movimiento por parte mía y les dispara a uno de ustedes en el brazo —dijo, y ante esto, Brenda sacó un arma de su cintura y les apuntó mientras se cruzaba de piernas en el sillón—. Como verán, no soy un desalmado, así que le daré comida solamente a la muchacha embarazada y al niño.
Chuck se tensionó y miró hacia Alexia quien le sonrió. La voz de Thomas sonó decidida. —Solo necesito diez minutos.
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Thomas siguió a Jorge hacia otra habitación, pero en vez de quedarse en ella, lo guió hasta un balcón. El aire caliente del sol elevándose ya era una molestia pero soportable. Thomas se sintió en paz por unos segundos al ser testigo de un silencio que por primera vez en tanto tiempo no estaba lleno de completo peligro.
Aun sabiendo que lo que diría podría condenar a él y sus amigos.
—Y bien, hermano... te escucho.
Thomas le contó la pura verdad. Incluido todo lo de Emma y pero no agregando la participación de Teresa porque lo veía como irrelevante. Podría haber sonado como un loco, pero fue honesto.
Y Jorge se había dado cuenta de ello.
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— ¿Podrías, por lo menos, tratar de no apuntarnos? —inquiere Minho escuetamente.
Brenda no le hace caso, le apunta directamente a él haciendo que el muchacho la fulmine con la mirada y todo su cuerpo se ponga rígido.
— ¿Saben? Espero que no tengan nada que ver con la perra inglesa que vino a robarnos la otra noche, porque ahí sí no importará lo que Jorge diga, les patearé el trasero.
— ¿Perra inglesa? —habla Newt por primera vez.
Brenda lo observa, impasible. —Sí. Era muy buena actriz, la malnacida.
— ¿Cómo era ella? —le pregunta Ethan, curiosidad en su tono de voz que se pudo notar.
— ¿Acaso tengo razón y la conocen? Genial, tenía ganas de una pelea desde hace tanto tiempo.
—No me respondiste, ¿cómo lucía? —le insiste.
La puerta se abrió en ese mismo momento, revelando a Jorge y a Thomas. Una sola mirada del hombre bastó para saber su decisión y Brenda bajó el arma.
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Se habían reencontrado con Chuck y Alexia una vez que Jorge decidió que los ayudaría. El niño y la muchacha habían sido llevados aparte para comer—a pesar de las protestas de Minho quien no quería que Alexia saliera de su campo visual—, los suministros habían consistido en latas de frijoles enlatados con algún tipo de salchicha.
Quizás no era la comida más deliciosa pero nadie decía nada, todos estaban ocupados en engullir la lata y su contenido. Los únicos sonidos al momento eran sorbos y gente tragando.
Brenda se sentó frente a Thomas, y le dejó caer una mochila con más latas de suministros.
—Esa es para ti.
—Gracias —dijo mientras comía—. De verdad.
— ¿Sabe bien?
—Empujaría mi propia madre por las escaleras para comer esto, si tuviera madre... claro —bromea, haciendo que Brenda le sonría.
—Te enfermarás rápido, no tenemos muchas opciones. Conseguirla es toda una estrategia.
— ¿Cuántas les queda? —inquirió, comiendo su última cucharada y listo para ser Thomas de nuevo, lo que le llevaba a hacer muchas preguntas.
—Esta ciudad, aunque no lo creas, es pequeña comparada con las otras y antes de que todo que se fuera al infierno, tenía muchas plantas de cosecha y fabricación de alimentos. CRUEL envía muchos cranks por estos lados, aunque también recogen Munis.
— ¿Munis? ¿Qué son Munis?
Brenda suspira, dispuesta a explicarle, y luego paró en seco, mirando hacia el techo. —Espera, algo anda mal.
Nadie se había dado cuenta de ello, pero Jorge ya estaba al lado de Brenda susurrándole algo en el oído. Y lo siguiente fue caos, una explosión al final del pasillo provocando que todo tiemble debajo de ellos lo que conllevó que los Habitantes comenzaran a correr con Jorge rápidamente guiándolos a la salida más rápida. Thomas se dio cuenta que se había alejado mucho de sus amigos, y solamente logró hacer contacto visual con Alexia.
— ¡Thomas! —gritó la chica.
Toda la sección del techo se vino abajo bloqueando el único camino que era visible para Thomas haciendo que ahogue un grito. El sonido le aturdió los oídos y lo único que sintió luego fue a Brenda jalándole del brazo.
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Multimedia: Alexia y Thomas haciendo contacto visual.
Gif I: Ethan sacando de quicio a todo el mundo.
Gif II: Jorge
¡Hola larchas! Espero que les haya gustado el capítulo, mis exámenes han terminado y aquí estoy finalmente actualizando. Si Te Vas acaba de llegar a 50K y les agradezco muchísimo por eso, ojala amen a Newt y Emma tanto como yo.
¿QUÉ PARTE LES GUSTÓ MÁS?
¿QUÉ PIENSAN DE ETHAN?
¿QUÉ PIENSAN DE THEO?
¿QUÉ CREEN QUE PASARÁ EL PRÓXIMO CAPÍTULO?
PEQUEÑA PISTA, LES VA A ENCANTAR ;)
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Nos vemos :)
Your loving Camila.
PD. ¡¿DÓNDE ESTÁ EMMA?!