Antes que nada, perdón por las faltas de ortografía y si, lo volví a subir si a alguien le interesaba ;^;
Le cambié la mayoría de cosas como la narración, un poco de la historia, etc..
Bueno, más bien, le cambié todo alv. Pero la trama sigue siendo la misma, así que ya dicho todo eso; ¡disfruta!
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—¡T-Tae!
Las personas que estaban alrededor de aquellos chicos; se sentían aterrorizadas, sin palabras por lo que estaba pasando delante de sus ojos.
Pero, ¿cómo no debían de estarlo?
Ahí estaba, un chico yacido en el suelo, con sangre alrededor pero con una sonrisa débil a pesar de todo lo que sucedía; mientras su querido novio, lloraba desenfrenadamente.
—N-No me dejes.
[•••]
El chico se había despertado de golpe, nuevamente tenía ese sueño. Por todo su rostro resbalaban gotas de sudor; una tras otra.
Cada día tenía el mismo sueño, con la misma persona, en el mismo escenario.
Un pequeño suspiro de parte del moreno se escuchó por el silencioso cuarto. No decía ni una palabra, solamente fue al baño a refrescarse; siempre era la misma rutina.
Era una mañana soleada, los rayos del sol salían por pequeños huecos que no cubrían de todo las cortinas.
Pero todavía seguía impregnado el olor a humedad después del diluvio que había pasado la noche anterior; amaba ese olor.
Para Namjoon ya era normal que seguido de despertar, era tratar de recordar si tal vez, había visto a ese chico antes en su vida. Ya era normal pensar en el; hasta había tomado un gusto con aquel chico y eso lo atormentaba.
Ahí estaba el, viendo por décima ves el reflejo de su rostro, era un desastare.
—¡Namjoonie, hijo! Ayúdame a desempacar las cosas que faltan, por favor. — gritó su madre mientras entre sus brazos, cargaba una de las tantas cajas que estaba alrededor de ella.
—¡Voy! — dijo cansado.
—Espera — dijo en seco — Hoy es tu primer día, ¿cierto, hijo? — Namjoon no dijo ni una palabra.
Demonios, lo había recordado.
Se habían mudado después de que sus padres se habían divorciado. La señora recordando lo sucedido anteriormente con su ex esposo, inmediatamente se esfumó la sonrisa que poseía en ese instante. Le dolía, y joder, le dolía mucho. Había perdido al amor de su vida, pero el, él solamente la dejó por una mujer más joven. Había dejado a una maravillosa esposa.
—Cariño, estarás bien. El primer día no te va a matar. — dijo posando sus labios en la mejilla de su hijo — Además, es tu último año de preparatoria, y quiero que salgas excelente en tus calificaciones, ¿entendido?
—Bueno, lo intentaré. — sonrió. — Bueno, me visto y me voy, ¿si?
—Si, pero que no se te olvide comer algo en la escuela. Lamento no hacerte nada para llevar pero, todavía no tenemos cocina y pues, ¿entiendes?
—No te preocupes, prometo comprar algo allá.
Namjoon era buen hijo, o bueno, eso pensaba el. Él hacía todo lo que quería su madre, y esta vez no sería la excepción. La amaba tanto que no podía pronunciar un "no" en frente de ella. Siempre tenía que obedecer para que su madre siguiera sonriendo, aún que fuera él peor de los casos.
Por qué, a pesar de todo, ella era su única familia.
[•••]
Por otro lado, ahí estaba un chico castaño yacido en su cama; apenas se despertaba. Él había soñado eso de nuevo, ¿quien era ese chico que gritaba por el? ¿Y por qué lo hacía?
Bajaba las escaleras mientras trataba de ordenar sus pensamientos, y su cabello.
Pero ahí la vio, a su querido abuela, el ser más hermoso de este universo.
—¡Hey abuela, buenos días! — saludo corriendo a la señora ya antes mencionada, a darle un fuerte y cálido abrazo de parte de su nieto.
—¿Cómo amaneció el niño más bonito?
—¡Abuela! Ya no soy un niño, ya seré mayor de edad, ¿si? — decía mientras hacía un adorable puchero para la abuela.
—Bueno, bueno. ¿Hoy es tu primer día de clases?
—Si, así qu...— lo interrumpió.
—En ese caso, ya vete, te haré tu almuerzo.
No dijo nada.
Antes de irse a vestirse fue a darle nuevamente un abrazo a la anciana que ya estaba apunto de sacar los ingredientes para el almuerzo. Lo único que podía hacer era devolverle el abrazo, con el mismo amor que su querido nieto le daba.
Taehyung vivía con su abuela a causa de la muerte de su madre, y el abandono de su padre. Todo era muy duro para el, pero no todo estaba perdido, ¿cierto? Eso se lo repetía todos los días.
Pero joder, extrañaba a su madre y un poco a su padre, que a pesar todo lo que hizo, lo amaba.
Extrañaba tener una familia, unos padres. Pero no se podía quejar el castaño, tenía a su preciosa abuela parlanchina y eso era más que suficiente.
—¡Ya me voy! — decía mientras corría por las escaleras. — ¡aaaaahhh!
De pronto se había escuchado un ruido demasiado fuerte. Ahí estaba, Taehyung en el suelo; se había tropezado con su agujeta.
—¡Tae! ¡Desde niño te he dicho que te amarres las agujetas, cabeza hueca! — decía mientras reía a carcajadas por la situación, ese niño le hacía la vida demasiado divertida.
—¡L-Lo siento, ¿si?! — seguido de eso se levantó, sobando su parte trasera. —Dolió, así que no te rías abuela. Me duele mi trasero. — nuevamente, hizo su característico puchero.
—Ya niño, vete que llegarás tarde. Y por favor, trata de sacar buenas calificaciones, cabeza hueca — comentó mientras lentamente le entregaba su almuerzo. — Te amo, niño.
—¡Te amo más, bolsa de arrugas!
—¡C-Callate, niño malcriado! — no le podía decir nada, se limitó a reír. Amaba a ese chico que ya apunto sería un adulto, con cerebro de ardilla.
Veía como se retiraba camino a la escuela, ¿que iba a hacer Taehyung cuando ella ya no estuviera allí? Esa pregunta rondaba por la cabeza de la señora cada vez que veía al pobre de su nieto; no quería dejarlo solo, como sus padres lo habían hecho.
[•••]
Ahí estaba, Namjoon, contemplando la nueva escuela a la que iba a entrar. Era jodidamente grande pensaba el moreno.
Tenía que entrar, tenía que estudiar al maximo, pero lo que más tenía que hacer, era al menos, conseguir un amigo. No era que el tema de los amigos le interesase demasiado al moreno, pero jamás había tenido uno y eso, en el fondo de su corazón; le dolía. Quería experimentar ese sentimiento de tener a alguien con quien hablar, contarle cosas que una madre no entendería, como la primera ereccion por ejemplo.
Ese terror de ver algo que crecía en medio de tus piernas, no saber qué era ese líquido asqueroso que salía de su pequeño miembro. Pudo haber recurrido a su padre, pero este jamás estaba. No podía acudir a alguien con quien hablar de estos temas, solo se limitaba a investigar por internet cualquier cosa que no sabía o qué le sucediera, y hablar solamente; con el mismo.
Fue directo a la oficina del director para que de favor le diera su horario de clases.
—Por favor, espere aquí. El director está ocupado por un asunto.
—Claro, no se preocupe.
Ahora solo tenía que esperar. Pero, ¿qué demonios podía hacer mientras esperaba?
Por suerte, ahí en su mochila cargaba siempre una libreta donde escribía canciones, si, esa era su pasión.
Su sueño era componer música, transmitir ese sentimiento que tenía guardado en el fondo de su ser y que las personas se identificasen con ello, aún que fueran algunas pocas. Solo quería que alguien lo escuchara a través de la música.
—Buenas tardes, vengo a ver al director. Soy nuevo en la escuela y pues, me dijeron que viniera aquí para obtener mi nuevo horario.
—Claro, pero ahorita el director está en una situación, pero podría esperarlo por allá. — Apuntó la señorita a lado del moreno.
—Gracias.
Se fue directamente a lado del chico que había apuntado la señorita de la recepción. Ahora, ¿el que podía hacer mientras esperaba?
Empezó a ver a su al rededor hasta que se topó con aquel moreno.
¿Que tanto escribía? Pensaba el castaño. No podía visualizar bien su rostro, estaba escondida detrás de ese cuaderno.
—Joven Kim.
Los dos chicos se levantaron del asiento, ya era su turno. Pero, al darse cuenta que los dos se levantaron se miraron fijamente.
—¡Tu! — gritaron al unísono. — ¿Yo?
Esos dos, por alguna razón sentían que ya se habían visto en alguna parte, pero no sabían en cuál. Pero, estaban muy seguros que se conocían.
—Ehm, ¿joven kim?
—¿Si? — nuevamente dijeron al mismo tiempo. — Hey, yo soy el joven kim, ¿Tu quien eres? — comentó el castaño.
—Yo soy el joven kim, impostor.
—Haber, ¿aquí está el joven Kim Namjoon y el joven Kim Taehyung?
—¡Si!
—El director ya se desocupó, comentó que fueran los dos a su oficina.
—¡Gracias!
[•••]
—¿Jóvenes Kim? Pueden pasar. Lamento la demora, tenía que resolver un asunto importante. Pero bueno, vinieron por sus horarios, ¿cierto? — asintieron los dos al mismo tiempo — Bueno, tengan.
Ya les había entregado el horario a esos dos jóvenes, y al parecer, era el mismo horario.
—Al parecer les tocará las mismas clases, ¿Por que no van al ver la escuela los dos juntos? Así podrías conocerse mejor, y tal vez, ser amigos. ¿Que les parece?
—Pero, ¿y la primera clase? — pregunto Namjoon, no quería saltársela por ningún motivo.
—No se preocupe, joven Namjoon. La primera clase se retrasó, la profesora no llegará. Así que tienen esta hora libre. — dijo el director mientras lentamente se levantaba de su asiento — Se lo difícil que es el primer día chicos y más si eres nuevo. Así que, ustedes podrían ayudarse mutuamente.
—Bueno.
—Ya váyanse, éxito — dicho eso, el director levantó su puño a forma de apoyo.
—¡Gracias! — habían hecho una leve reverencia mientras salían de la oficina.
Los dos estudiantes no sabían cómo sentirse al respecto sobre lo sucedido, no sabían si hacer caso a las palabras de director o irse cada quien por su camino.
Ninguno de los dos quería pensar o comentar que por alguna razón, ya se habían visto. Pensaban que era su imaginación, así que olvidaron ese tema.
—Y bueno, ¿qué hacemos? — pregunto el castaño.
—Sinceramente, no lo sé — la había pensado bien, tenía que hacer amigos, ya era suficiente de estar solo. Esta era la oportunidad, ¿cierto? — Kim Namjoon. — estrechó su mando, esperando que el otro Kim hiciera la misma acción.
—¡Un gusto, Namjoon Hyung!
—¿E-Eh? ¿Por que hyung? — este se había sorprendido, nadie antes le había dicho hyung — ¿Cómo sabes que soy mayor que tú?
—Por que, ¡wow! Eres gigante y se ve que eres más maduro que yo y pues, te ves más grande. Eso es todo. — dijo mientras se ponían de puntitas y veía la gran cantidad de estatura que este le ganaba.
—Bueno, ¿y tu nombre es?
—Ah claro, perdón, un gusto soy Kim Taehyung.
[•••]
Weno, eso fue todo. Me excedí escribiendo, ¿a poco no? :'u
Aquí Tae tiene 17 años y Nam 18.
Ahí va, ahora si escribiré bien la historia, ¡ya verán!
Me emociona mucho, espero que le den amor xd 🖤
Nos vemos en el siguiente capítulo, hasta aquí mi reporte Joaquín.
(No te mataría una estrellita o un comentario, todo esfuerzo merece una recompensa, ¿a poco no? Okno, has lo que quieras :u 🖤)
Chao. 🖤
1919 palabras.