Evelyn se mordió los labios por los nervios cuando escuchó que la fiebre de Adrian volvía a subir. Quería ir a su casa de inmediato, pero varias veces contuvo su deseo.
"...... Esa es la historia que escuché del Anciano."
Después de escuchar las palabras de Fabián, Evelyn volvió a su sentido común.
"Por supuesto, no confío en todas esas historias. Magia del tiempo, es ridículo ".
La reacción de Fabián fue típica. Evelyn tampoco podía contarle a Fabián sobre su regresión. En cambio, su decisión sería dudosa si creyera en tal cosa.
"Pero está claro que tiene algo de poder y está tratando de lastimar a nuestro hijo con su creencia loca". Sus ojos se congelaron con fría ira.
"¿Duke Metis no ha confesado nada todavía?"
"No hay pruebas, así que cerrará la boca hasta el final. Pero es cierto que el duque se comunicó con David ".
Evelyn estaba furiosa porque no podía castigar al duque Metis sin ninguna evidencia. Aun así, ella no podía hacer nada porque él era el dueño de un ducado de larga data.
"Evelyn, ¿recuerdas lo que dije?"
Fabián advirtió repetidamente a Evelyn sobre los peligros de la mazmorra y las Piedras de la verdad.
"Si."
"No puedes olvidar lo que dije. No es un objeto noble como una reliquia sagrada. Es la cosa más maldita de este continente. Si te acercas a la piedra, tu vida y energía mental serán absorbidas por ella. "
"Sí, lo recordaré".
Fabián estaba angustiado porque Evelyn se volvería loca cuando se acercó a la piedra de la verdad y habló con David. Los pulmones de Fabián se sentían tapados con solo inhalar el aire en la mazmorra. Por eso no quería llevar a Evelyn allí.
"Su Majestad, ya he tomado una decisión".
Evelyn ya lo había decidido, por el bien de su hijo, que actualmente estaba luchando contra la fiebre.
"encerio." Fabián le tomó la mano. "Voy a confiar en ti"
Con esa única palabra, Evelyn endureció su corazón aún más. Era demasiado pronto para que ella cayera en la desesperación ya que todo era diferente a su anterior vida infeliz. Al menos, la calidez que sostenía su mano en este momento no era un sueño.
Agarrando la mano de Fabián, Evelyn puso los pies en un lugar desolado en el que nunca había estado antes. Las escaleras bajaban sin cesar. Caminó un buen rato, siguiendo a Serus, quien la guiaba con la linterna delante.
Serus, quédate aquí.
Fabián le dijo a Serus que se quedara después de llegar al piso donde David estaba preso. Serus asintió y siguió sus órdenes. Fabián volvió a caminar por el pasillo oscuro, sosteniendo la mano de Evelyn y la linterna en la otra.
Cuanto más entraban, a cada paso que daba, Evelyn sentía que el frío entraba en sus pulmones. Al igual que inhalar un humo denso, le costaba respirar y se le encogía el corazón.
"¿Estás bien?"
Evelyn asintió con la cabeza cuando Fabián le preguntó. No era nada comparado con Adrian, quien estaba luchando contra el veneno con su pequeño cuerpo.
"Vamonos."
Evelyn lo instó. Poco después, un gran salón -que era difícil de creer que fuera un subterráneo- apareció ante sus ojos. Al otro lado del pasillo, una pared estaba hecha de piedra de tono negro, y Evelyn se dio cuenta de que era la piedra de la verdad.
