~Nos vemos mañana, adiós.- Hicieron un ademán de manos para despedirse, Hajime se dirigió a su hogar como todos los días al terminar de jugar con los hermanos.
No quedaba tan lejos la casa de los otros dos, pero ellos se fueron rápido pues esperaban a su padre.
~Ya estoy en casa.- Hablo Hajime.
Se dirigió a ver a su madre y ella le sonrió, lo estaba esperando para cenar.
Hajime llevaba conociendo desde el nacimiento a los Oikawa, ya que sus madres eran amigas.
~¿Te divertiste cariño?.- Pregunto su madre mientras le acariciaba el cabello, Iwaizumi asintió y dió un bocado a su alimento.
~Me divierte estar con ellos, son muy ocurrentes.- Soltó una pequeña risa y siguió comiendo.
Le contó a su madre lo que hicieron esa tarde, Hajime lo contaba con tanto entusiasmo que se lo contagió a su madre.
Con los Oikawa era lo mismo, sus padres los escuchaban atentos. Los dos niños querían jugar voleibol pues su padre jugaba en su juventud y les enseño lo que sabía, Iwaizumi conoció el voleibol por Torū, ya que él le empezó a enseñar.