抖阴社区

Capítulo 8

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EL GIRASOL MARCHITO:

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EL GIRASOL MARCHITO:

Ambos éramos jóvenes cuando te vi por primera vez. Romeo llévame a algún lugar donde podamos estar solos; tú serás el príncipe, yo seré la princesa. Es una historia de amor, solo di "sí."


«—¿Entonces dejaste su cuerpo en el lago?

—Sí. Haría lo que fuera por mi hija».

Joven desaparecida es localizada sin vida en las orillas del lago Arkansas. Autoridades investigan su posible suicidio.

«—¿Incluso morir por ella?

—Incluso mataría por ella».

Casi seis años en el pasado: Mañana previa a la fatídica noche. 

Era una chica de primeras veces, pero por desgracia se las había dado todas al chico incorrecto.

Incluso, si miraba un poco al pasado, desgraciadamente mi historia estaba llena de malas primeras veces.

A pesar de que los años habían pasado, mi vida continuaba siendo un absurdo carrusel sin sentido, en donde constantemente buscaba darle una explicación a todas aquellas muertes que me habían rodeado; finalmente seguía fin obtener alguna respuesta.

La mujer más exitosa del estado de Oklahoma iba a terminar muerta, y todo por mi culpa.

Cuando tenía quince años, mi madre nunca estaba en casa y según sus palabras, ella esperaba que Amanda se convirtiera en una madre sustituta para mí, por algo la había traído a mi vida. Su peor error, puesto a que si eso no hubiese sucedido, no hubiera terminado muerta.

Esa madrugada me encontraba recostada en mi cama, ya que el ruido de la música en la piscina era tan fuerte que no podía conciliar el sueño.

Estaba tan cansada de ser un estorbo para todos, que terminaba recurriendo al modo automático de lo único que sabía hacer. Meter la pata siempre.

Mi madre pertenecía a partido político adverso, que según mi padre, eran una cuerda de muertos de hambre. Él siempre pensó que por más que mamá lo intentara, nunca ganaría las elecciones.

Estaba harta de mi vida, de mi mundo y de quien era. Jamás iba a ser como los hijos de los amigos de mis padres. No era una hija querida.

Era más bien un condón roto; lo había escuchado de esas mismas personas, y tal vez por eso me sentía tan fuera de lugar en el mundo.

No pertenecía a ningún lado, ni siquiera en mi propia casa.

Mi padre convivía diariamente con ancianos que se creían los dueños del mundo, y ser dueños del mundo implicaba que podían hacer lo que quisieran con la vida de las personas a su alrededor.

Mátame Sanamente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora