?Un Beso No Te Traerá De Vuelta ? LS

III

—¡Harry está bien con Gavin! —. Lo interrumpió, totalmente molesto —¡¿Qué quieres?! ¡¿Que deje al chico y regrese a la relación tóxica que tenía con Louis?! —.

—¡No era una relación tóxica! —.

—¡Lo engañó, Niall! ¡Siendo gay se la metió a una mujer! ¡¿Cómo dudas de si era o no una relación tóxica?! —.

—¡Pero Louis dijo- —.

—¡Tiene una hija, por amor de Dios! —.

—¡Tal vez ella mintió! —.

—¡Se hizo una maldita prueba de paternidad! ¡Deja de buscar salidas donde no las hay, y deja las cosas como están! ¡Madura, Niall! ¡El  amor no es para siempre! —. Cerró el cierre de su maleta de forma brusca, terminando de alguna manera la conversación.

El irlandés lo miraba molesto, al no compartir sus pensamientos.
—Ven, Delilah, vamos a buscar a Paul, tal vez él sí tiene algo bueno que decir —. Extendió su mano, esperando ser tomado por la más pequeña, pero eso no sucedió.

Niall frunció el ceño, y miró hacia el resto de la habitación.
—¿Delilah? —.

Ella no estaba.

🔆🔆🔆

—¡Harry! —. Brad gritó desde el otro lado del vestíbulo del hotel, cargando un par de cajas blancas rectangulares.

El aludido se detuvo, suspiró sin ganas, pues ver a Brad significaba que ya no podría ir a comprar ese té que tanto deseaba.

—¿Pasa algo? —.

—Sé que es tu tiempo libre, pero necesito que hagas esta publicidad, por favor —.

—Yo no- —.

—Es para los fans —.

Quiso negarse, pero al parecer conocía muy bien su debilidad.
—Claro, ¿Qué debo hacer? —.

El hombre sonrió.
—Aquí hay doscientos pastelitos, te enviaré una dirección, sólo ve, y dejáselos a los fans. Sencillo —.

Tomó el par de cajas, no muy seguro.
—¿No crees que se ponga algo rudo si sólo voy y me les pongo al frente? ¿Vendrá alguien conmigo? —.

Brad hizo un ademán con su mano, restándole importancia.
—Vas a estar bien, todo está planeado —.

Se fue sin decir más.

Caminó con mucha precaución hasta el estacionamiento subterráneo, intentando ver el suelo, y cuidar de no golpear a nadie al mismo tiempo.

Casi lo logró, hasta que llegó al auto rentado y se dio cuenta que necesitaba buscar las llaves. Tuvo que dejar los pastelillos a un lado para poder abrir el auto, después los acomodó en el asiento, pero cuando lo consiguió, su celular comenzó a sonar de manera insistente.

Gavin ♡

Sonrió instantáneamente, y contestó.
—Hola —.

—¡Mi dulce pastelito de fresa! —. El chico gritó del otro lado, completamente feliz —¿Estás ocupado? —.

Caminó alrededor del auto, comenzando a patear vagamente un pedazo de roca.
—Bueno, no realmente, ¿Por qué? —.

—Oh, sólo quería asegurarme de no interrumpir nada. ¿Cómo te ha ido? ¿Todo bien por allá? —.

—Extrañandote, pero bien, supongo —. Vaciló un poco, mirando con detenimiento la roca en el suelo —¿Vendrás a verme la próxima semana?—.