Getting Over Both of Them ?? norenmin

—¡Soy un patético perdedor! Por eso no me corresponderán —refunfuñó Renjun, con la cara enrojecida, los ojos entrecerrados y el cabello desordenado.

—Bueno, de todas formas, no todo el mundo puede ser un ganador —respondió Lei—, más vale ser un patético perdedor que un ganador engreído.

Por alguna razón, Renjun lo encontró gracioso y se rió como si hubiera escuchado el chiste más divertido en un programa de comedia. No hace falta decir que Renjun estaba borracho. ¿Le importaba? No en ese momento.

Renjun se había despejado un poco cuando vio a Lei parado frente a él. Estaba confundido por qué el otro chico estaba allí.

—¿Qué haces aquí? —Renjun hizo una mueca, esperando que no sonara grosero.

Mis disculpas por eso. Aquí tienes la versión ajustada:

—¡Soy un perdedor patético! Por eso no me corresponderán —refunfuñó Renjun, con la cara enrojecida, los ojos entrecerrados y el cabello desordenado.

—Bueno, de todos modos, no todos pueden ser ganadores —respondió Lei—, es mejor ser un perdedor patético que un ganador engreído.

Por alguna razón, Renjun lo encontró gracioso y se rió como si hubiera escuchado el chiste más divertido en un programa de comedia. No hace falta decir que Renjun estaba borracho. ¿Le importaba? No en ese momento.

Renjun se había despejado un poco cuando vio a Lei parado frente a él. Estaba confundido por qué el otro chico estaba allí.

—¿Qué haces aquí? —se quejó Renjun, esperando que no sonara grosero.

Lei se encogió de hombros, arrastró una silla y se sentó frente a Renjun al otro lado de la mesa.

—Dímelo tú. Eres tú quien me llamó.

Renjun estaba confundido hasta que lo entendió.

—Oh —dijo simplemente, sintiéndose tonto por haber llamado a la persona equivocada en estado de ebriedad—. Perdón por molestarte —añadió, avergonzado.

—No te preocupes —respondió Lei—, en realidad me alegra que me hayas llamado. Estoy empezando a pensar que no te gusta estar conmigo porque no me invitaste después de que te dije que deberíamos salir.

Pero Renjun estaba demasiado avergonzado para registrar lo que Lei estaba diciendo. Definitivamente, se le estaba pasando la borrachera.

Después de una pausa incómoda en la que ninguno de los dos decía o hacía algo, Renjun finalmente decidió hablar, más para sí mismo:

—Bueno, esto es vergonzoso.

Lei echó la cabeza hacia atrás en una carcajada, como si realmente encontrara la situación divertida.

—Lindo —comentó Lei—. ¿Cómo puedes ser tan lindo estando borracho? Eso es tan injusto.

Renjun no podía decir si Lei estaba bromeando o si hablaba en serio. Pero no tuvo tiempo de contemplarlo cuando Lei llamó al camarero y pidió más bebidas.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Renjun, confundido.

—Beber —respondió Lei como si fuera lo más obvio del mundo—. Ya que tú llevas ventaja, tengo bastante que alcanzar.

Llegaron las bebidas, pero Renjun seguía mirando a Lei como si hubiera visto a un extraterrestre hasta que Lei le pasó una lata de cerveza.

—Toma, bebe —dijo Lei.

Renjun aceptó la lata a regañadientes y dio un sorbo, aun sin procesar claramente lo que acababa de suceder.

—¿No viniste a detenerme y llevarme a casa? —preguntó Renjun.