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Jongho acarició con ternura el cabello de Yunho, hace unas horas había podido calmar su llanto y ahora sólo mimaba al mayor, nunca lo había visto tan devastado despues de terminar una relación, tal vez si se había enamorado más de lo debido, sabía que estaba a nada de quedarse dormido.

Eso hasta que llegaron con sus amigos a animarlo con nada más y nada menos que con alcohol, que idea más estúpida fue lo que el menor de cabello rojo pensó.

—¿Enserio Mingi?— El castaño se encogió de hombros para después reír tontamente— Acaban de terminarlo ¿Por qué crees que el alcohol le caería bien?

—Jonggie— Arrastró su nombre pues al parecer sus amigos ya venían bebidos.

—¡¿Y vienes borracho?!

—Jonggie cálmate, a Yunho perece no importarle— Se balanceo y apunto al pelinegro. Jongho frunció el ceño al verlo empinarse una botella— Toma para tu mal humor— Le entrego un vaso lleno de alguna extraña bebida.

Jongho rodó los ojos y tomo el vaso únicamente porque conocía como se ponía el castaño cuando estaba borracho y lo quería molestando, camino hacia Yunho para evitar que siguiera bebiendo, esa no era la solución.

—Yunho— Le quitó la botella— Esto no soluciona nada.

—No lo entiendo— Balbuceó— ¿Esto sentiste cuando te terminaron?— Jongho lo miro y le sonrió.

—Yo no me puse a beber— Tomó su mejilla.

Gracias a que de tomo media botella él solo, comenzo a hacerle efecto. Yunho lo miro atentamente, no sabía si era a causa del alcohol o que, pero el menor se veía muy lindo aunque siempre supo que era lindo, a lo que iba era que se veía mucho más lindo de lo normal. Jongho tragó saliva al ver cómo Yunho lo miraba detenidamente, por primera vez se sentía nervioso y demasiado, bebió lo que Mingi le había dado. Chilló cuando el mayor se acercó más a su rostro con toda la intención de querer tocar sus labios, se alejo para beber de la botella que anteriormente le había quitado ¿Que había sido eso?¿Yunho intento besarlo?

En un parpadeo y sin darse cuenta se había bebido todo lo que quedaba de aquella botella, estaba un poco ebrio pero según él estaba bien, Yunho volvió a acercarse y está vez lo sujeto bien para que no se escapara de nuevo, tomo sus labios en un beso carnal, Jongho gimió sorprendido y no sabe porque pero lo siguió.

Se dejó llevar por el mayor, estando en sus cinco sentidos se pondría a preguntar a dónde iban o alejarse y hacer como que no ocurrió, pero tenía el alcohol suficiente en las venas como para que su lado sumiso estuviera a flor de piel.

El pelinegro abrió una puerta que dió con una habitación vacía, antes de si quiera abrir la boca para preguntar porque estaban ahí sus labios fueron atacados de nuevo por los del contrario y pronto pies se despegaron del suelo, y tuvo que enredar sus piernas a la cadera del pelinegro. Jongho se sintió en el cielo no sabía porque lo estaba besando,  pero se sentía emocionado.

Yunho lo despegó de la pared para acostarlo en la cama y comenzó a desvestirlo con prisa, parecía estar desesperado por conocer su cuerpo, aunque bueno Jongho también estaba desesperado por conocer el cuerpo del mayor, pero sólo porque estaba bebido de otra forma eso no estaría pasando, jadeo cuando sintió como las yemas de los dedos del mayor tocar su cuerpo.

Antes que Yunho se quitará el pantalón se levantó, el pelirrojo se apoyo de sus brazos para levantarse y ver que ocurría, el mayor fue a buscar en uno de los cajones un bote de lubricante. Los labios del menor fueron atacados una vez más cuando Yunho regreso, descendió por su cuello para llegar a su pezón izquierdo y jugar un poco antes de profanarlo.

—Espero que estés listo— Hablo aún teniendo sus labios sobre su pezón. Jongho asintio y eso hizo sonreír al mayor— Bien...

Jongho apretó la sabana que cubría la cama donde se encontraba recostado, cuando el mayor lo penetró con tres de sus dedos, algo doloroso pero muy placentero para su gusto y es que con Yunho podría aguantar muchas cosas de las cuales jamás se iba a quejar, muy probablemente al día siguiente se iba a arrepentir de todo.

Sintió como empezaba vaivén algo brusco pero muy certero, el menor por alguna razón sonrió mientras jadeaba, sonrisa que se desvaneció cuando el pelinegro dió con su punto dulce y solo atinaba a golpear ese punto. Eso sorprendió a Jongho pero no sé quejaba, estaba más concentrado en el placer que el mayor le proporcionaba.

Cuando Yunho lo sintió listo saco sus dedos y colocó las piernas temblorosas del menor sobre sus hombros para entrar de una sola vez sacándole un grito de dolor y placer, se quedó quieto esperando a que Jongho quitará la ligera mueca de dolor que había en su rostro.

No era la primera vez de Jongho, antes había tenido relaciones sexuales, pero mierda que si le dolió aunque no tanto como para no seguir.

Jongho movió su cadera avisándole que se moviera, él enserio estaba dispuesto a aguantar lo que fuera, el pelinegro tomó su cintura para iniciar un vaivén profundo y poco a poco iniciando con movimientos más bruscos.

El menor no tuvo que callar sus gemidos sino al contrario tuvo la libertad de gemir tan alto como pudier, olvidando por completo que sus amigos estaban afuera, podía sentir como la cama se movía aunque eso no era muy relevante para él, pues las embestidas de Yunho lo distraían por completo, encorvó su espalda y echo su cabeza para atrás cuando por fin comenzo a dar su punto, su vista se nublo pero aún así pudo distinguir que el pelinegro sonreía.

La vista que Yunho tenía del menor era lo mejor que nunca antes había visto, los ojos de Jongho estaban brillosos por las lágrimas que se estaban acumulando, sus labios entre abiertos soltando jadeos y gemidos, estaban brillosos por las constantes lamidas, y sobretodo más rojizos que de costumbre.

El pelinegro colocó una de sus manos sobre la boca del menor y se detuvo, para ver si era su imaginación o si estaban tocando la puerta, Jongho soltó un quejido al distinguir el golpe de la puerta y la voz, quitó la mano de su boca.

—N-no— Balbuceó.

Yunho negó, nadie iba a arruinar ese momento. El menor hizo un puchero, pero un movimiento por parte de Yunho lo hizo calmarse y jadear en cambio

—Nadie nos va a detener...

Jongho sonrió y no se negó al placer de demostrarles a quienes fueran los degenerados que estaban fuera de la habitación. Yunho quería que todos supieran que era él quien le estaba dando ese placer a Choi Jongho, esperaba que todos se enterarán que a partir de eso momento él era suyo y de nadie más.

Yunho tomo su miembro y comenzo a masturbarlo al ritmo de sus embestidas. Sin quererlo prolongó un gemido cuando el pelinegro tocó una vez mas su punto y con ello su orgasmo había llegado, el mayor reafirmó su agarré en la cintura de Jongho para penetrar más preciso y profundo, hasta encontrar también su orgasmo.

—Q-quedate aquí— Balbuceó el menor.

Yunho no tenía la intención de negarse por algo había querido acostarse con él, claro que no estaba pensando con claridad pues estaba borracho, igual que Jongho.

—Aquí estaré— Jongho sonrió y se acurrucó en él.

Vaya sorpresa que se llevarían ambos al despertar, nada bueno iba a pasar y era muy obvio.

Iba a publicar otra historia pero aún no se cómo se va a llamar, así que publique está porque igual me gustó mucho la idea (^～^;)ゞ y espero que igual a ustedes les vaya a gustar.